Opinión

El Arte de Ser Familia: La pandemia del abuso sexual

Estamos ante un momento vital de reflexión, donde es necesario sostener el compromiso firme de crear conciencia sobre esta cruel realidad.
jueves, 06 mayo 2021

La pandemia COVID-19 sin duda alguna ha tenido un efecto devastador en todo el mundo. La vulnerabilidad de la población se ha hecho evidente, no solo por la enfermedad sino además por el aumento en los niveles de riesgo de sufrir violencia intrafamiliar del tipo que sea, físico, emocional, sexual, etc.

Siendo los más vulnerables los niños y niñas, y lo más triste de toda esta realidad es que la sociedad misma termina tildando a las víctimas como victimarias, dejando traslucir su claro desconocimiento o negación a una realidad tan cruel y devastadora como esta, que ciertamente está allí ante nuestros ojos y que sí o sí debemos abordar, como sociedad, como país.

Donde es necesario poner la lupa al interior de las familias, que durante todo este tiempo de aislamiento preventivo social, ha dejado en evidencia los desórdenes en la convivencia, en el establecimiento de los vínculos y sobre todo su descuido en el carácter protector que debe cumplir con respecto a sus miembros, exacerbándose al punto de la exposición a la violencia.

Estamos ante un momento vital de reflexión, donde es necesario sostener el compromiso firme de crear conciencia sobre esta cruel realidad y al mismo tiempo generar acciones que contribuyan a una prevención más efectiva y protectora tanto para nuestros niños y niñas no solo en tiempo de pandemia, sino en todo momento de la historia de vida.

Si bien es cierto la familia debe ser garante de la protección, cuidados, atención entre otras, de los niños y sus demás miembros, no es menos cierto que es en ese mismo espacio o en el de algún familiar que se suscitan la mayor fuente de abusos y violaciones sexuales. Y en la mayoría de los casos el abusador es un familiar o persona que ha sabido ganarse la confianza de la víctima. En tanto ante el panorama de aislamiento se hace aún más limitado pedir ayuda antes casos de esta envergadura, viéndose las víctimas confinadas al silencio, al sufrimiento y al dolor.

Por todo esto y ante la profunda necesidad de atención de la incesante situación de violencia sexual infantil que se vive hoy por hoy, hago hincapié en la importancia de generar modelos de orientación y prevención en los cuales la familia se apersone con herramientas que combatan la pandemia del abuso sexual infantil y cualquier otra forma de violencia.

Es vital en la familia promover un ambiente de integración, donde el diálogo y la escucha activa genere en sus miembros la confianza necesaria para abordar temáticas referidas a su intimidad de esta manera cuando la vean amenazada, lo expresen sin temor.

No podemos pasar por alto que una víctima de violencia y abuso sexual atraviesa umbrales de vergüenza, culpa, temor a que no les crean, a ser estigmatizados, rindiéndose a callar y no exponer su situación.

Por ello es necesario que papá y mamá validen la importancia de una educación sexual orientadora, donde se les oriente a conocer sus cuerpo y cuáles son sus zonas íntimas y de protección, que aprendan a diferenciar entre caricias buenas y malas, entre secretos buenos y los que no deben callar, no olvidemos que el abusador por lo general, busca depositar confianza en la víctima y la hace cómplice de un secreto, por lo general irreal.

Es importante orientarles en que es válido “decir que no” siempre que lo deseen, y aún más cuando experimentan incomodidad ante alguna situación. Como padres debemos estar siempre hay que estar atentos a cualquier cambio en su comportamiento, más si surgen repentinamente, como rebeldía, pesadillas, alteración en el apetito o sueño, tristeza, aislamiento, etc. ya que pueden ser expresión de alguna situación de abuso.

Entre otras de las acciones para prevenir el abuso es fomentar la educación y orientación del tráfico digital, el uso de las redes sociales, los riesgos de su exposición por uso indebido.

Como sociedad debemos asumir que el Abuso Sexual Infantil es una pandemia que durante muchos años se ha mantenido silenciada y hoy por hoy se ha roto el silencio, negarla no hará que deje de existir. La familia debe recuperarse como la fuente de protección primaria. Debe romperse el silencio ante la pandemia de abuso sexual infantil se debe alzar la voz. Basta ya de abuso sexual infantil!.

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

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