El arte de ser familia: La nueva normalidad familiar
Hace unos días reflexionaba sobre este término tan utilizado recientemente “la nueva normalidad” y evaluada que muchos lo usan muy consciente de los cambios que toda esta situación COVID nos ha dejado, pero otros no, lo emplean con mucha ironía. Si bien es cierto todas estas situaciones preguntas tienen un entramado positivo y negativo, lo único cierto y común entre ellas es que en efecto no seremos los mismos de antes, pero todo dependerá de la actitud en como lo estemos asumiendo en el presente. Y sobre esta temática estaré hablando en varias ediciones del Arte de Ser Familia.
En esta oportunidad quiero invitarte a que juntos evaluemos la nueva normalidad familiar. Sabemos que no todo lo que se ha vivido al interior de las familias ha sido en detalle positivo, no todo lo que se ha puesto a la luz muestra lo saludable de la familia; pero también es cierto que ha sido una oportunidad de revisión, crecimiento y fortalecimiento familiar. Entre lo no saludable hemos notado que la violencia, los abusos sexuales y las rupturas familiares se han incrementado y esto no puede convertirse en una “nueva normalidad familiar” la familia debe y tiene que ser siempre y en todo momento un espacio de convivencia e intercambio humano que fortalezca la identidad, el amor y la convivencia donde crezcan y se desarrollen individuos autónomos y autoeficaces para sí y para la sociedad. No puede convertirse en normal el maltrato, la violación de la entidad del otro, la mala comunicación, la humillación, entre otros síntomas de disfunción; claro está que esto ya se manifestaba desde antes de la cuarenta ya era evidente al interior de muchas familias, el estar en un espacio de limitada actividad solo ha dejado entrever una realidad que a voces requería ser atendida, denunciada, frenada y transformada. El miedo, la desidia y la desatención moral no pueden seguir siendo integrantes de la dinámica familiar.
Otra evidencia que se ha puesto a la luz es que durante años la familia se movilizo en una hiperactividad cotidiana donde estudiar, trabajar y producir era la prioridad bajo el concepto “dar lo que nunca tuve” y ante el hecho de reducir esa capacidad de movilización se encuentran con que precisamente lo que según les movía por amor a dar lo que nunca se tuvo es justamente de lo que más alejados a estado, y poco ha convivido con un contacto real y autentico, ahora están haciendo consciencia de ese espacio y según lo sano que pueda estar la persona lo tomara como una nueva oportunidad o sencillamente deja manifiesto su resistencia a través de maltratos, gritos, etc.
Sin embargo, no todo es negativo, entre las enseñanzas positivas que puede dejarnos la cuarentena con su producto “la nueva normalidad” es que:
1.- Debemos hacer Pausa, que el vivir aceleradamente nos roba el tiempo valioso de estar con la familia, el tiempo con uno mismo en un equilibrio ideal donde las prisas no marquen nuestro día a día, tener en cuenta que nuestros hijos pueden tardar más en hacer ciertas cosas y, por eso, debemos calcular los tiempos en función del tiempo que necesitan nuestros hijos y no en función del que creemos los adultos.
2.- La importancia de desarrollar inteligencia emocional en el futuro en cualquier momento nosotros y nuestros hijos y nosotros mismos estaremos ante nuevas adversidades y retos y aunque no sepamos cuando y donde se presentaran, si podemos abonar al cómo hacerle frente con autonomía, resiliencia, autoeficacia, seguridad y certeza, siendo conscientes de las emociones que se experimentan en cada situación y puedan canalizarse de la mejor manera.
3.- Habilitar tiempo de calidad con la familia, en la nueva normalidad debemos mantener la calidad y cantidad de inversión de tiempo familia, tiempo para comer juntos, hablar, jugar, hacer tareas, compartir obligaciones en el hogar y mucho más.
4. Valorar más la esencia del existir que lo material: ante la aparición del COVID vimos cuan vulnerables somos, donde tengamos lo que tengamos somos igualmente frágiles. Debemos mantener la conciencia social, comunitaria, la valoración del otro, tener presente que cada uno construye y aporta al mundo y esto si hay que aplicarlo en la nueva normalidad.
5.- Disfrutar la naturaleza; basto que nos encerraran para darnos cuenta del valor de la libertad del disfrutar del aire libre. Esa conciencia espacial nos sensibiliza y hace más humanos.
6.- Permitirnos aprender de nuestros hijos, que ellos sean los maestros no solo es fuente de aprendizaje, sino también de inspiración, de motivación, de alegría, de curiosidad, de esperanza…
7.- Ser conscientes en la escucha y la comunicación como medio para conocernos, el que seamos familia no hace que sepamos lo que hay dentro del otro, permitir la libre expresión es vital para acércanos unos a otros.
Quizás existan muchas más lecciones que las que aquí te dejo y estoy segura que sí. Recuerda la nueva normalidad no debe borrar los aprendizaje valiosos que ha dejado esta realidad, mantenlos presente y disfruta de una nueva normalidad familiar saludable.
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irmavcoach
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/FopTLMA2UQH84bl4rmWiHD
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia