El Arte de Ser Familia: La enemiga soledad

Hablar de la soledad para muchos es como contar una historia de terror, es un mundo del que otros tantos huyen y en ese acto desesperado de escape quedan atrapados en otras realidades que los anidan y empobrecen su mundo interior.

Culturalmente nos han condicionado a creer que estar solos es malo, significa que no estamos sanos, que no reunimos lo necesario para ser amados, que nuestra otra mitad esta por allí deambulando y mientras no la encontremos estamos incompletos… y así otras tantas creencias limitantes que afianzan el huir de la soledad.

Y para curarse de la soledad se cae en la trampa de depender emocionalmente de alguien, del dinero, alcohol, etc. Pero… ¿cuántos aun cuando están en compañía de alguien o de muchas personas, se han sentido solos, y ese sentimiento los acompaña durante gran parte de la travesía de su vida? Estoy segura unas cuantas personas se verán reflejadas en esa realidad.

Detrás de la soledad se esconden profundos miedos, miedo a ser rechazado, a no ser valorado, a no ser aprobado, a que nos abandonen, a que no nos quieran, a que no nos cubran las necesidades de atención, de seguridad, de cariño, en definitiva, miedo al miedo.

Más que eso la soledad es un complejo y maravilloso proceso interior que nos conduce al encuentro interno con nosotros mismos, es un combustible para el autoconocimiento.

Es a través de ella que podemos hacer grandes descubrimientos de lo que somos, desde donde será posible asumir la identidad y autonomía propia para vivir libres de miedos y ser felices.

Por supuesto reconciliarse con la enemiga soledad puede resultar no tan fácil para algunos, quienes se preguntarán ¿cómo hacerle frente a la soledad? lo primero que tenemos que hacer para dejar de temerle a la soledad, es conocerla y mas que eso, reconocerla.

La SOL-EDAD como yo la defino es tiempo de luz, de mi propia luz. Un tiempo en el que me permito conocerme desde mi interior.

Entonces, la soledad soy yo misma y solo cuando la acepte como parte de mí, el amor fluirá sanamente en mí y desde mí; porque las relaciones amorosas saludables solo se construyen si cada uno de los miembros de la pareja está bien consigo mismo.

Si te molesta la soledad detente a evaluar la causa de tu molestia y explora en ti su detonante, solo tú tienes la respuesta. Deja de buscar en otros lo que si puedes ser capaz de darte a ti mismo.

Permítete en esos momentos de soledad encontrar un compás que te permita disfrutar ese tiempo de luz puede ser un libro, bailar, cantar, pintar, ejercitarte, un paseo.

Aprovecha la soledad para conocerte, para descubrirte y quizás también para transformar aquellos que sientes te limita. Y si solo no lo puedes lograr busca ayuda profesional que te provea herramientas de autodescubrimiento y autovaloración.

Y recuerda siempre, la soledad junto al amor es parte de la condición de ser humano, nace con nosotros, esas dos posesiones son necesarias en nuestra vida para descubrir que no necesitamos mas de lo que somos, que reconciliarnos con la enemiga soledad es la oportunidad para vivir en armonía y en plena felicidad.

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

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