El Arte de Ser Familia: El diálogo un puente de construcción vincular
Uno de los ingredientes infalibles para la construcción y el sostenimiento del vínculo entre padres e hijos además del Amor, es la comunicación; comunicación centrada en un dialogo honesto, libre, sincero, respetuoso, asertivo con gran esencia emocional.
Sin embargo, aun en estos tiempos no se le considera prioridad, son pocos los espacios que se crean en medio de la dinámica de premura que viven las familias, para el diálogo.
El diálogo es sin duda un puente de construcción vincular, es la disposición plena a escuchar, a mirar, a valorar al otro como un miembro importante de la unidad familiar reconociendo su sentir, su pensar y su accionar.
A través del diálogo se posibilita el descubrirnos, amarnos y respetarnos, al mismo tiempo permite labrar un camino de encuentro, claro está cuando este diálogo entre padres e hijos es de corazón a corazón.
Es muy común escuchar a los padres decir… ¡con ese muchacho no se puede hablar!; ¡nooo esa niña solo está en su habitación o con su celular!… son miles y miles de quejas en las que el 99 % de las veces se estriba la responsabilidad en los hijos de comunicarse, de dialogar.
Obviando que somos los padres los primeros y únicos responsables de las relaciones y, la comunicación que se dé dentro de nuestro contexto familia. De esta manera evadimos asumir que es parte de nuestro perfil de ser padres, enseñarlos a dialogar acto que debería ser cotidiano.
Nunca olvidemos que los hijos aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan, por ello es importante que revises que hace para que ellos modelen el dialogo intrafamiliar.
En definitiva, son muchas las situaciones que se priorizan por encima del encuentro a través del diálogo, siendo estos los obstáculos que impiden gestionarlo como un hábito en la familia.
Por ejemplo, ver televisión, navegar en las redes sociales, compartir con los amigos, trabajar, entre otras actividades personales, profesionales y sociales que distancian de la posibilidad de dialogar entre sí en la familia.
Cada familia tiene sus propios obstáculos y es imprescindible detectarlos para poder decantarlos y trabajar para facilitar la conexión y los espacios en la familia, y más aún conocerse entre sí.
La condición primordial para que se dé el diálogo entre padres e hijos, es que los primeros tengan la iniciativa teniendo apertura y disponibilidad para escuchar y conectar con los hijos desde la esencia real de lo que son, sin juicios.
Una de las practicas maravillosas que construye un sólido puente vincular es contarle a los hijos anécdotas, historias y vivencias sobre la vida de sus padres cuando niños o adolescentes, así como también permitir que ellos cuenten sobre sus cosas sin caer en criticar lo que comparten, pues de esta manera se bloquea el dialogo y genera distanciamiento.
Como padres siempre debemos estar dispuestos a escucharlos así le demostramos nuestro interés y amor.
El diálogo como puente de construcción debe ser asertivo, oportuno, respetuoso, pacifico, reflexivo, de participación mutua (no que hable uno solo), debe ser cálido y franco, no es una carrera contra el tiempo, es sin apuros.
Es toda una maestría de comunicación en la que como padres si no tenemos las habilidades debemos avocarnos a cultivarlas para ser su mejor ejemplo.
El diálogo como construcción vincular hace que los hijos admiren, respeten y deseen compartir con sus padres.
Un gran diálogo sólo se da entre personas que se respetan y se admiran. Papá y Mamá cultiva el diálogo y obtendrás como recompensa una conexión vincular tan sólida que preparara a tus hijos en seguridad y confianza para el futuro.
Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce
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