Opinión

El Arte de Ser Familia: Con-vivir un reto de crecimiento personal

Convivir es hacerle frente a la realidad, a la rutina, a los hábitos adquiridos, a las manías, vicios y aspectos más crudos de la personalidad y temperamento de cada uno. Lo primero e importante a considerar es que una cosa es el deseo de estar juntos y otra muy diferente es la convivencia misma, con frecuencia la convivencia destruye el deseo de estar juntos.
jueves, 08 julio 2021

Con-Vivir dos palabras que unidas revisten un significado de gran responsabilidad y ante lo cual a veces no tenemos ni la más mínima conciencia de todo lo que implica y cuanta demanda de atención requiere. Con-Vivir consta de varios ingredientes fundamentales para compartir espacio y vida con nuestra pareja y familia, estos son la generosidad, el respeto y la empatía. Si en una relación de convivencia estos ingredientes no están presentes el espacio de interacción puede convertirse en un infierno donde abunden las agresiones, el descuido y el dolor.

Convivir es hacerle frente a la realidad, a la rutina, a los hábitos adquiridos, a las manías, vicios y aspectos más crudos de la personalidad y temperamento de cada uno. Lo primero e importante a considerar es que una cosa es el deseo de estar juntos y otra muy diferente es la convivencia misma, con frecuencia la convivencia destruye el deseo de estar juntos.

La convivencia podemos visualizarla como un gran proyecto arquitectónico que parte de un proyecto y diseño, para conformar una maqueta la cual para llevarla a convertir en realidad requiere de esfuerzo, trabajo, capacidad de negociación, sensibilidad, respeto, confianza, trabajo en equipo, apoyo y sobre todo requiere una máxima inversión de nuestra capacidad para amar y compartir de manera generosa.

Muchas veces nos resulta más fácil la convivencia cuando atravesamos momentos de alegría porque es más sencillo compartir las cosas buenas que nos suceden que hacerle frente a los conflictos, situaciones dolorosas y críticas.

Son varios los factores que atentan mortalmente contra la convivencia en pareja y familiar como lo son la rutina, la contaminación del clima de convivencia y, las perdidas unidas al sufrimiento intenso.

Hablemos de la rutina, sumergirse en ella es poner en riesgo la capacidad de sorprender al otro, el vivir una vida programada que no exige esfuerzo, cuando todo es predecible, se pierde el entusiasmo y llega un momento en el que ya no se desea volver a casa porque allí no hay nada ni nadie que nos provoque ilusión, es allí donde se comienzan a buscar los estímulos fuera del hogar.

Por lo general la tendencia es a pensar que al encontrar la pareja la convivencia queda sobreentendida, esto es un grave error, la convivencia es quizás uno de los retos más difíciles a los que se enfrenta una pareja. Para revisar si la rutina está consumiendo tu relación pregúntate ¿Qué estoy aportando a mi relación para que sea estimulante y creativa? Así como también puedes preguntártelo en relación a la familia y tus hijos. Porque esa será la total y absoluta responsabilidad que deberás asumir.

En cuanto a la contaminación del clima de convivencia, es muy importante que cada uno aprenda a autogestionar sus emociones evitando contaminar a las personas con las que convivimos. Existen muchos contaminantes que pueden dañar el clima emocional de convivencia: la queja, el resentimiento, el mal humor, el victimismo, los juicios, los celos, el rencor, el mal humor, la manipulación y exceso de control sobre el otro.

Con que solo alguno de ellos este presenten tu convivencia ya está contaminado y deberás encontrar estrategias para aligerar esa tensión emocional que produce y generar una convivencia más constructiva. Recuerda que tu pareja e hijos por más que te amen no pueden convertirse en los receptores de tu basura emocional; si has elegido amarlos hazlo bien y mantén un ambiente emocional que te permita la convivencia en armonía.

No significa que no puedes expresar lo que sientes, solo que debes hacerlo de una forma ecológica y saludable donde no te dañes, no dañes a tu pareja ni tu relación familiar: genera una vía de comunicación mas asertiva, honesta y sincera. ¡Aquí entra en juego tu crecimiento, creatividad, activa y poténciala!

Cada persona vive situaciones en las que en algún momento se siente en un caos emocional y si durante la convivencia logran accionar con creatividad, respeto, generosidad y empatía construirá un sistema de apoyo emocional que servirá de reencuadre ante situaciones de conflictos que sean originadas por circunstancias al interior o exterior de la relación bien sea de pareja o familiar en general. Fomentarlo en el día a día apalanca para estar preparados ante alguna contingencia que se presente en la relación, porque en las crisis no caben las improvisaciones.

La única manera de crear un CON-VIVIR saludable es ir construyéndolo día a día desde allí se anidará la fuente de comunicación más profunda de tu relación contigo mismo y con tu pareja, con tu familia para construir un nosotros sustentable en el tiempo, un diseño digno para que los hijos puedan copia e imitar.

A partir de hoy a CON-VIVIR como dos seres responsables que comparten un diseño único y exclusivo para ser felices.

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

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