El Arte de Ser Familia: ¿Cómo manejar la conducta de los hijos ante la separación?

El manejo conductual de los hijos durante el proceso de separación de los padres, requiere de una pericia de sensibilidad y sutileza para comprender porque actúan de tal o cual forma, partiendo de aprender a descifrar sus emociones, sin caer en el riesgo de ser manipulados por ellos.

Ciertamente implica lograr el equilibrio entre firmeza y flexibilidad para intervenir asertivamente la conducta y facilitar la adaptación a la nueva realidad familiar.

Lo más importante es que los padres logren validar que lo que ellos sienten es legítimo sin descuidar su labor de ser padres.

El manejo de la conducta en este proceso requiere de tolerancia, no de permisividad, los padres ante cualquier comportamiento que resulte inadecuado o de retroceso ante la etapa de crecimiento de atraviesa su hijo no pueden ni ignorar, ni solapar su manifestación, pues, esto los haría cómplices de un síntoma.

Lo propio en estos casos es poder descodificar el mensaje que el o los hijos están emitiendo a través de su conducta y poder darle respuesta al mensaje y no a la forma como lo comunica, haciéndoles ver que entienden lo que busca expresar a través de su comportamiento pero que no es necesario que lo haga de esa manera y, que sea lo que sea que sienta o necesite lo puede expresar con libertad, porque están abiertos a comprenderlo.

La conducta de los hijos durante y después del proceso de separación, será en todo momento un aspecto de alta vulnerabilidad, por ello se demanda en los padres el compromiso con su rol, desde esta instancia deberán entonces acordar un decálogo de disciplina en el que se procuren las mismas normas que antes funcionaban en la dinámica familiar, de esta manera su evolución será más consistente.

Muchas veces los padres ante la frustración que experimentan ante el sentir de sus hijos y el malestar propio que viven durante la separación tienden a flexibilizar sus normas al punto que se pierden los límites, sin prever que más adelante esto traerá consigo consecuencias desagradables.

Papá y mamá recuerda estar allí acompañándolos durante este proceso, con amor, firmeza y flexibilidad, con comprensión siempre haciéndole ver en todo momento, que pase lo que pase allí están ustedes como padres.

Dejar de mirarlos y contenerles es convertirlos en navegantes sin brújula. Ser padres uniformes y consecuentes es la máxima ante las nuevas circunstancias que vivirán en una familia que se ha transformado.

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

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