El Arte de Ser Familia: Aceptación un portal para vivir en equilibrio

Hablar de aceptación en estos días puede sonar un poco desatinado, ante cada una de las circunstancias que esta pandemia ha hecho evidente. Pensar así, solo manifiesta el desconocimiento que se tiene de lo que en esencia es la Aceptación.

Indudablemente la vida nos está sometiendo a duras pruebas, al dolor y a sentir desvanecer nuestra esperanza. Lo primero e importante que quiero dejar en claro es que la Aceptación no es negar que lo que sucede, sucede, cerrar los ojos ante los hechos no hace que deje de suceder, por el contrario, negar lo evidente conlleva a reprimirnos y nos arrima a experimentar frustración por no ver sufragadas nuestras expectativas, desencadenando muy probablemente trastornos psicológicos y emocionales que desequilibraran el ritmo de la vida.

La frustración se anida en la dependencia de las expectativas no satisfechas, muchas veces no caemos en cuenta que esas expectativas pueden llegar a ser irreales, y quedamos enganchados en la queja.

Es aquí donde la aceptación juega un papel importante, cuando digo, aceptación, me refiero a aceptar los hechos tal cual son, no! como quiero o deberían ser, no es negar lo evidente.

Asumir esta postura nos permite vivir cada contratiempo con serenidad y, segura estoy, lo que más quieres en este momento es una vida en equilibrio pese a las circunstancias que nos rodean, porque si cultivamos bien- estar interior desarrollamos una capacidad más asertiva y creativa de accionar ante los distintos obstáculos con actitud y determinación.

Soy de las que cree fervientemente que somos los creadores de nuestra realidad, lo que creas lo creas; aquí entra en acción la aceptación no para disfrazar lo que pasa, sino para dejar de quedar implicados y colapsar.

Para empezar a cultivar la aceptación lo primero es dejar de quejarse y buscar soluciones, accionar. Cuando te instalas en la queja se desata dentro de ti una infinitud de procesos mentales que lejos de proveerte de energía vitalizante, te paralizan. La queja no transforma la realidad pero empobrece en energía, en ideas, emociones y acciones. Te limitan e impiden crear un plan de acción en búsqueda de alternativas.

Para poner en práctica la aceptación es vital permitirnos revisar la forma en que contamos nuestra historia y el rol que asumimos en ella puede ser de héroes, villanos o víctimas, tú eliges.

Este es un recurso poderoso para autoevaluarnos y detectar donde esta puesta nuestra atención en el contexto como generador de nuestro malestar, en nosotros como víctimas de ese contexto.

O en el contexto para evaluar lo que se nos presenta tal cual es, y en nosotros para efectivamente y explorar que recursos tenemos para asumirlo, cual nos hace falta, que podremos hacer para procurar satisfacción y bienestar, para mirar donde estamos estancados, cual es esa queja que nos arropa y de donde esperamos la solución.

Quejarse definitivamente no resuelve nada, te empobrece (en ideas, emociones, acciones y resultados).

Cambia tu manera de narrar lo que te sucede y así estarás asumiendo la realidad desde una perspectiva más positiva y estimulante.

Dejar ir, es otra práctica interesante cuando conectamos con la aceptación y aunque arropa procesos que para unas personas son difíciles, en definitiva, te libera de atarte al dolor y al sufrimiento. Ya que conscientemente reconoces que no siempre podrás controlar lo que sucede.

¿Cómo hacerlo?

Ya lo dije no es una acción drástica pero requiere decisión para hacerlo. En mi practica personal el mindfulness que ha sido mi recurso más valioso para aprender a dejar ir todos esos pensamientos y sentimientos tóxicos a los que en algún momento me aferre y me debilitaban.

En definitiva la Aceptación es una garantía para vivir en equilibrio, por tanto te estimula a fijarte en lo que si posees, lo cual se conjuga con la gratitud otro combustible poderoso de acción y crecimiento.

Cada noche me tomo unos minutos para realizar mi diario de gratitud, y así me conecto con todas las cosas maravillosas que hay en mi vida, aun ante las circunstancias actuales, por ende antes de dormir ya me lleno de energía poderosa para un nuevo despertar.

El reto ahora es hacer que la aceptación deje de ser una asignatura pendiente y activarnos para vivir a plenitud ante cualquier circunstancia. Pregúntate ¿Cuál es tu razón para superar los desafíos que tu hoy te impone?

Recuerda: no importa el desafío si la razón es grande. Haz que tus razones sean tan grandes como tú capacidad de salir adelante.

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

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