Opinión

El Arte de Ser Familia

Existen cuatro estilos de ejercicio de poder, que desmenuzaremos brevemente para que podamos desde que estilo estamos ejerciendo nuestro poder y modificar lo que sea necesario para rescatar la misión de ser padres y de ser familia.
jueves, 15 julio 2021

Para una familia evolucionar es vital que exista una estructura de autoridad bien delimitada y que los padres sepan ejercerla, es decir, que tengan poder. Lo anterior aún cuando es un principio natural de las familias, vemos en la realidad con mucha frecuencia que no es así, por el contrario ante muchas circunstancias se da un ejercicio inverso donde los hijos son quienes lo ejercen, ya que los padres pierden el poder para influenciar la conducta de sus hijos. Y esto se da por muchas razones, por ello es importante en este aparte que revisemos los estilos que existen para ejercer el poder en la estructura familiar.

Existen cuatro estilos de ejercicio de poder, que desmenuzaremos brevemente para que podamos desde que estilo estamos ejerciendo nuestro poder y modificar lo que sea necesario para rescatar la misión de ser padres y de ser familia.

Los Padres Permisivos, no se vinculan activamente en el manejo de las reglas, creen necesario dejar que los hijos decidan y establezcan sus propias rutinas sin controlar ni supervisar el cumplimiento de las mismas y casi nunca castigan a los hijos.

Pensamiento común: “hay que dejarlos ser”, “ellos saben lo que hacen ya son grandes”. Como consecuencia para los hijos este estilo no permite que ellos se percaten del valor de las normas, por ello tanto niños como adolescentes se comportan como si las normas o las reglas en la convivencia social no existen. Esto trae además como consecuencia que su proceso de madurez emocional y social sea más difícil de lograr.

Por otra parte, aquellos padres que gerencian desde el Estilo Autoritario intentan controlar totalmente la conducta de los hijos pretendiendo que se comporten de la manera que ellos consideran deben hacerlo. Con frecuencia usan el castigo y se centran más en resaltar los errores que cometen los hijos y dejan los avances o aciertos como sentados por ser lo obvio.

Además estos padres avalan el uso de la fuerza cuando sienten o advierten que las acciones de sus hijos son contrarias a lo que ellos han indicado o esperado. Un hijo criado bajo este estilo en su proceso de crecimiento tiene dos caminos a tomar: ser sumiso o ser un rebelde desafiante de la autoridad.

Bajo este estilo no se promueve la cooperación y la participación, la verdadera fortaleza emocional y espiritual, ni la responsabilidad. Los hijos pueden llegar a ser líderes opresores donde la iniciativa y creatividad no son consideradas una opción.

El Estilo Democrático de ejercicio del poder familiar se caracteriza por contar con padres que explican, analizan y evalúan con los hijos la necesidad de aplicar ciertas normas con base para el funcionamiento familiar; en este estilo existe la negociación con los hijos y las decisiones se toman de manera conjunta tomando en consideración las edades de los hijos.

Este es el llamado estilo ideal, en este los padres promueven la participación de sus hijos haciéndolos corresponsables e importantes de todo lo que ocurre en el interior de la familia. Por supuesto al sentirse valorados, tomados en cuenta se preparan para asumir responsabilidades, desarrollan la iniciativa, la comprensión de la necesidad de respeto hacia los demás; así como también desarrollan una mayor madurez social y moral.

Este estilo promueve una mayor interiorización de las normas, no hay imposiciones. Aquí hay más compromiso en el objetivo de ser padres.

Por último y no menos importante, tenemos el Estilo Inconsciente, bajo este patrón los padres por lo general carecen de pautas coherentes en las acciones educativas de sus hijos, es decir, pueden aprobar o desaprobar los mismos hechos o acciones sin ninguna razón válida o transitar de lo autoritario a lo permisivo de manera impredecible; incluso pueden sancionar a un hijo por una acción y aprobar a otro por la misma acción.

Abundan las inconsistencias en las normas y las reglas de funcionamiento familiar, los padres no son coherentes con lo que le demandan a los hijos y sus comportamientos; hay más preocupación por la atención de otras necesidades que la de atención directa de los hijos para atender sus demandas emocionales, no existen los rituales familiares, pueden ser desplazados por otros asuntos, no hay modelaje de compromiso familiar.

Es momento de revisar y potenciar o modificar lo que sea necesario, recuerda el Hoy es importante, ¡¡¡¡tus hijos son más!!!!

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link:https://chat.whatsapp.com/JAVT2QhoJnADuHBKsruJpd

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia

error: