Efectos y traumas que se generan de la violencia de género de las mujeres

Mientras más visible hagamos este flagelo social, más prevención obtendremos, es difícil escuchar cuando una mujer ha sido víctima de violencia de género y sienten los efectos traumáticos, en cierto modo, sienten pánico de volver a rehacer su vida por miedo a los momentos traumáticos que vivió con su expareja, y es aquí, donde siempre les asesoro a las valientes que deben buscar ayuda psicológica pertinente y necesaria, para poder poco a poco salir de esa problemática que las deja como un estamento social inalcanzable.

Pues sí, la violencia contra las mujeres son situaciones traumáticas, una mujer que fue violada, maltratada físicamente, económicamente, psicológicamente, y hasta ser víctima de la trata de persona, deja sin duda alguna secuelas que hay que trabajar de una forma muy minuciosa, y con profesionales en el área, asimismo, todo lo que conlleva la violencia doméstica que en ciertos casos se refleja en edades tempranas de la infancia, todas estas situaciones están sujetas a traumas, y daños con efectos a largo plazo si no se busca ayuda.

Tal es el caso, que, si alguna mujer ha sido víctima del abuso sexual, en ciertas ocasiones podrá sentir vergüenza, miedo, inestabilidad emocional, culpa, confusión, problemas de salud e incluso aislamiento total, sin dejar atrás aquellas situaciones de abusos sistemático que conllevan a las mujeres a permanecer con su pareja abusadora, al mismo tiempo, sentir ese miedo de la no capacidad económica, de perder ese entusiasmo de ir a trabajar, porque con anterioridad, fueron obligadas a dejar su trabajo para ocuparse de las labores domésticas del hogar.

Y me pregunto ¿Cómo podemos analizar ese efecto traumático? Primero que todo identificar que puede incurrir en un proceso de trauma, según la Organización Mundial de la Salud, el trauma ocurre cuando una persona ha estado expuesta a un acontecimiento estresante, o situaciones consecutivas de periodos cortos o largos, donde se genera profunda disconformidad, sintiendo plenamente angustias continuas, de hecho, “…El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, DSM-5 (APA, 2013), es más restrictivo ya que considera que para que se dé un trastorno por estrés postraumático es preciso que haya un suceso que implique (criterio A) exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual…”, todo esto debe ser analizado por expertos en la materia.

Es ahí, donde viene esa visión social de alerta, analizar cómo se pueden prevenir esos constantes abusos emocionales, sexo forzado, abusos físicos, palabras crueles y vergonzosas que, en ciertos momentos, hacen que las mujeres víctimas de violencia entren en estados depresivos y de angustias, generados en su entorno por los efectos traumáticos de una relación violenta de pareja.

En efecto, ninguna mujer debería sentirse insegura en ningún espacio, lo que ha sucedido por años, es que la violencia de género contra las mujeres se ha acomodado de forma permanente, tanto en la parte intrafamiliar, como en la parte pública, sin embargo, entre todas las personas podemos colaborar con la protección, ayuda psicológica o psicoterapeutas, hay que recordar que la violencia contra las mujeres no es un asunto solo de mujeres, es de salud pública y por ende, todas y todos, somos responsables, y no debemos omitir tales incidencias.

En la actualidad, puede que no sea fácil identificar cuando una persona presenta efectos traumáticos generados por la misma violencia, de modo que, en algunas situaciones pueden visibilizarse de forma muy sutil, agudizándose con el tiempo, e incluso hasta se sienten culpables de lo que les esta sucediendo, sin darse cuenta de la patología violenta ejercida por su pareja, y quien es responsable de sus propios actos, es posible que cuando una mujer entre en pánico agudo es ahí, donde decide solicitar ayuda, pero lo importante de todo esto es que no se sientan solas, que hay personas profesionales, organizaciones, hasta las mismas instituciones del Estado, que puedan colaborar ante cualquier situación de violencia de género contra las mujeres.

El constante desafío que tienen las mujeres víctimas de violencia, dentro de los procesos traumáticos, por consecuencia, existen conductas de evitación dejando atrás las ayudas pertinentes que se puedan abordar como elementos disociativos, que al mismo tiempo generan un peligro eminente, estas reacciones deben ser tratadas con suma importancia, pero sobre todo sin hacer juicios de valores, nadie sabe lo que le está pasando a una persona, hasta que se lo comenta a alguien, por esta razón, es de recordar que el miedo es una reacción emocional que está intrínseca en la supervivencia del ser humano, y desde lo humanístico lo debemos visibilizar.

Aportes:

• Buscar ayuda profesional con especialistas en la materia.

• No estar sola en momentos de pánicos.

• Estar en grupos de acciones comprometidas y preventivas asociadas al trauma.

• Desarrollar una capacidad consciente de lo que estás viviendo y,

• Permitir de forma voluntaria las ayudas necesarias, recuerda que no estás sola.

“Toda mujer, adolescente o niña, que haya experimentado un trauma nunca volverá hacer la misma, pero si podrá salir de eso”
Diyuly Chourio

@diyulychourio

Fuentes digitales:
https://espanol.womenshealth.gov/relationships-and-safety/domestic-violence
http://www.psicoterapeutas.com/pacientes/Trauma.html