Educar el arte de decidir
Decidir es un proceso inevitable de la vida, sucede a cada momento tanto que en ocasiones ni nos damos cuenta que estamos decidiendo. Decidir es un proceso vital, es clave para el avance, formación y autonomía del Ser. Por lo general, los padres en cierta medida veces postergamos su modelaje e incluso subestimamos la capacidad que puedan tener los hijos para asumirlo, ello sustantivamente derivado de la personalidad que posee cada hijo, a su estructura emocional y otras, porque sencillamente obliga también a una revisión personal de nuestra propia capacidad para decidir, que aun cuando seamos adultos no necesariamente está bien instaurada.
Existen decisiones que deben únicamente tomar los padres y están relacionadas a la educación y formación de los hijos, la administración del presupuesto familiar, el definir las normas de convivencia que a medida que los hijos crecen sabemos que se van modificando. Por otro lado, existen otras acciones que pueden tomar los padres de manera conjunta con los hijos, como por ejemplo donde van a estudiar, los cambios de domicilio, aquello relacionado a las salidas familiares, comidas especiales, etc, de igual manera están las decisiones que pueden tomar los hijos tras conversar con sus padres, como elegir la carrera que quieren estudiar, salidas o fiestas extraordinarias así como actividades con los amigos, la necesidad de alguna clase particular o curso, el regalo que desean para su cumpleaños, entre otras. Y por último estan las decisiones que pueden tomar los hijos informando luego a sus padres, están la manera de vestir, el horario de estudio y tiempo libre, los deportes que desean practicar y las salidas diurnas por mencionar algunas.
Todos estos espacios de decisión son sugerencias que ilustran un contexto global, pero recordemos que cada familia es una unidad independientemente funcional, lo importante es tener presente que cada instancia de decisión estará presente en la dinámica relacional de la toma de decisiones.
Enseñarles a decidir no te resta autoridad, lo que sí es muy importante es que como padre, representante, adulto significativo tengas presente que no puedes permitir que tus hijos te presionen para tomar decisiones apresuradas. Siempre pídele la mayor cantidad de datos posibles: dónde, cuándo, con quiénes, traslados… que te ayuden a evaluar la situación y así solo así decidir. Los procesos de decidir no deben implicar disputas o peleas de autoridad, por ello debes cuidar el tono de voz y los comentarios o juicios que emites ante la circunstancia en trámite de permiso o decisión, con ello podemos originar que nos oculten información o, sencillamente, nos mientan. Es básico ganarse la confianza de los hijos. Evitemos ponernos a la altura de ellos con los “No porque No”, ni demos portazos, gritos o hagamos comparaciones. Ayudemos a nuestros hijos a comprender los por qué de lo que autorizamos y de lo que no también, de esta manera lo instaremos a aceptar positivamente la autoridad de nosotros como padres.
No asumas que tu hijo es la extensión de tu vida, que ya has vivido y sabes lo que le conviene, y por eso decides siempre por el o ellos. Permite que cada uno crezca con la libertad guiada que le ofreces; déjales decidir y sea lo que decidan lo hagan de la mejor manera. No demos nada por sentado, todo lo que hacemos en la vida es una elección, todo… y esas elecciones definen la vida que llevaran. Cuando nuestros hijos logren comprender eso comenzaran a ser dueños de su vida y a diseñar la vida que quieren vivir y como quieren ser para sí mismos, por si mismos. @irmavcoach
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/JizRk8t5LR097ZYUUyPQUm
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia