¿Dónde están los discursos de los aspirantes a diputados?

A pesar que ya los partidos legales que hacen vida en Venezuela definieron e inscribieron ante el CNE los nombres de los candidatos (as), a diputados (as), a la Asamblea Nacional, ni los desconocidos ni los conocidos aspirantes han recurrido a los tradicionales discursos públicos que hacían en el pasado donde daban a conocer sus propuestas e y virtudes para que el pueblo los sopesara y de allí sacar a sus preferidos a elegir.

Así que la población espera que esas arengas vengan para conocer quién es quién y que vengan llenas de contenidos sociales productivos para bien de todos y no vacíos con reducidos cuentos chinos y bromistas que derrumben las esperanzas del electorado, que está ávido de contar con unos parlamentarios preocupados por los intereses del pueblo y honrados con la hacienda de la Nación.

No quiere más chistes, quiere salir de la situación país que agobia a los núcleos familiares. Quiere seriedad y amor hacia la Patria de los hombres y mujeres que ocuparan curules en ese parlamento legislativo y no payasos lengua de trapos que cada vez que hablan ante un público restan votos y emociones y suman rechazos a granel y el colmo, no se dan cuenta que son unos hazmerreir, y más colmo es, que nadie les dice nada cuando compiten por parecerse a aquel famoso joven de bigotico chistoso del séptimo arte que hablaba y hablaba ante su público cuando era candidato, pero en el fondo nadie le entendía nada en aquella famosa cinta titulada ¡Si yo fuera diputado!

Aquí el famoso discurso del bigotico chistoso ante su público: “Pueblo que me escucha, aquí me tienen delante de ustedes y ustedes delante de mí y es una verdad que nadie podría desmentir. Y ahora me pregunto ¿Y porque estoy aquí? Y enseguida tengo mi “repuestación”, porque soy muy rápido en todo.

Estoy aquí porque no estoy en ninguna otra parte y porque ustedes me llamaron, y si el pueblo me llama, el pueblo sabrá por qué lo hizo. Yo contrariamente a lo que dijo cierto sujeto, que no quiero pronunciar su nombre pero que lo estoy viendo con mis ojitos picarones (y miraba al contendor), no represento a ningún partido, y no represento a ningún partido, porque me represento yo solito, porque como dice el dicho, “más vale solo que mal acompañado”.

Agradezco estos aplausos tan desnutridos a la par que merecidos, que me incitan a seguir discurseando. Y ustedes se preguntaran: Este joven de tan tierna edad, de aspecto tan distinguido, de facciones regulares y agradable ¿Será capaz de conducir la nave a buen puerto? ¿Será capaz de sortear todo el peligro hasta encontrar el faro de la felicidad donde les deje positivamente seguros? Y este joven, este mismo, que entre paréntesis es el que les habla les contestará: A pesar de ser tan pollo, tengo más pluma que un gallo y sobre todo, tengo ganas de hacer justicia y darle al pueblo lo que el pueblo, lo que el pueblo necesita.

Yo al revés que otros les voy a dar “PAN, pero que mucho PAN, no bolillo como siempre les han dado” Discurso de Cantinflas en “Si yo fuera diputado” (1.952).

En fin, los venezolanos queremos de los candidatos a diputados discursos claros- coherentes, llenos de verdades, como única forma de salir de la corrupción interna y del boicot estadounidense.

No se rían… Hasta el próximo…

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