¿Demolieron a Juan Guaidó en México?

Dentro de la época actual, muy pocos pueden aceptar que un país en proceso de desarrollo como lo es Venezuela, con tantos recursos materiales y humanos, se encuentre en una situación tan grave y deplorable para una gran parte de sus habitantes.

Es algo insólito e irracional que asumamos que los amigos y los enemigos dependen de la ideología o la religión que predomine. Eso carece de toda racionalidad, Los países son como nuestras familias personales, debemos cuidarlos al máximo para que se eduquen y puedan salir victoriosos en la lucha contra las adversidades que se deban enfrentar.

La lucha por el poder político en nuestra prodigiosa nación, se ha convertido en algo que va más allá de los propósitos de conducir a nuestra patria dentro de una estrategia racional que nos permita prosperar en función de criterios apropiados de acuerdo a la dinámica de la estructura social del universo.

En Venezuela, asumir la política como una profesión, se ha convertido en un gran peligro personal, no solo para quienes luchan por sustituir a quienes gobiernan, sino también para quienes controlan las instituciones de nuestra república. Algunos se ven muy felices y asumen que el disfrute de las ventajas del poder son eternas y no analizan que el mundo evoluciona y muy pocos logran salir exitosos para siempre, incluso cuando logran llegar al final de sus vidas, dependen de miles de personas que los protejan e impidan que les hagan daño.

Asumo que todos los seres humanos desean asumir el poder y dirigir a sus países para siempre, pero esto ha traído guerras, miles de guerras y millones de muertos. Frente a esta terrible y tenebrosa realidad, las sociedades han logrado mecanismos que permitan la lucha por el poder, dentro de un esquema de confrontación que impida la destrucción de las naciones y quienes gobiernen deban trabajar para satisfacer las necesidades de sus pueblos, utilizando los recursos de manera apropiada y no apoderarse de ellos.

En estos momentos, los venezolanos nos encontramos dentro de una lamentable situación, donde la legalidad se va irrespetando y los derechos se van esfumando. Esto es sostenible por muy corto plazo, aunque para muchos sea una eternidad, pero es imposible manejar a un país sin el respeto total y absoluto a las leyes que establecen los derechos y los deberes de cada uno y de todos sus habitantes. Por encima de la decisión de un juez, no debe existir absolutamente nada que la desconozca.

Algunos dirán que existen jueces que pueden tomar decisiones contrarias al derecho. No se puede negar esa realidad, pero esos no son verdaderos jueces, son simples fichas que forman parte del entramo de la ilegalidad. Los jueces simplemente son sabios que pueden equivocarse en función de los elementos distorsionados que les soporten las tomas de decisiones, pero no es producto de caprichos o intenciones oscuras o indebidas.

Dentro de esa lucha absurda e increíble que ha llevado a nuestra patria al colapso económico, se han buscado acuerdos y mecanismos que permitan funcionar dentro de la estructura legal, pero se fracasa una y otra vez a pesar de que otros países tratan de mediar para encontrar un mecanismo de convivencia para quienes se confronten en la lucha por el poder, sin las ventajas indebidas.

En este momento, creo que por última vez, porque nadie les cree, se ha iniciado un nuevo proceso de negociación, en México, donde se logre una mediana tolerancia entre las partes y allí se la juega toda el llamado presidente interino JUAN GUAIDÓ. Si esto fracasa debe buscar salir de Venezuela y dejar que el desarrollo de los acontecimientos logren concluir con la pesadilla que padece gran parte de nuestra población por carecer de los recursos imprescindibles para sobrevivir. ¡Buena suerte!

Notas.- Va llegando el momento en el cual los organismos internacionales logren un acuerdo con el gobierno de Venezuela, que permita la asistencia médica en cirugías de toda índole. Incluso financiando con recursos apropiados a los centros de salud privados. Hasta hace relativamente poco tiempo, los médicos cubanos se encargaban de las operaciones de cataratas, por decir algo relativamente simple. Eso ya no funciona. Ojalá logremos que se les ablande el corazón y busquen ayuda para nosotros.

Aquí en Venezuela todo es ir al extremo, agarran a una mujer, por primera vez con droga en el estómago y la sentencian a 30 años, en los países desarrollados les dan una pequeña oportunidad y les aplican penas de menos de diez años. Deben castigar al extremo, pero al reincidente. Los grandes traficantes nunca caen y ese es el problema fundamental.

Muchos creen que nos favorece que abran grandes supermercados y negocios de todo tipo. Mientras no produzcamos nada, seguiremos favoreciendo a quienes si producen y se llevan nuestros ingresos.

La competencia comercial ha despertado la racionalidad y la inteligencia de quienes abren nuevos negocios y han comenzado a ir a los grandes medios de comunicación. Saben que deben informar de los productos que venden a quienes los necesitan.

@dabega26

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