Opinión

Cuenta la Leyenda: Rafael Mendoza Olavarría

En el año 1946, el general Alfonzo le solicita sumarse al proyecto urbanístico de esta maravillosa ciudad.
Evelio LUCERO
sábado, 23 mayo 2020

Caminando firme y seguro, elegantemente trajeado de caqui y botas de cuero, flanqueado por el presidente de la República de Venezuela el Dr. Raúl Leoni, el presidente de la CVG Rafael Alfonzo Ravard y el ministro Leopoldo Sucre Figarella… Esa es la figura de Rafael Mendoza Olavarría (fotografía que se hizo viral, tomada cuando se dio efecto el rescate de fauna y flora en el proyecto Guri).

Hay que recordar que este hombre de sonrisa bonachona, de conversaciones tan fluidas y enriquecedoras, nació en el estado Carabobo, el día 3 de septiembre de 1931. Su nombre Rafael Mendoza Olavarría, amigo de todos, no solo de la alta gerencia de CVG, sino también del portero, el ascensorista, conductores y secretarias. En el año 1946, el general Alfonzo le solicita sumarse al proyecto urbanístico de esta maravillosa ciudad.

El primer cargo asignado que tuvo este gran hombre fue el de “Jefe de personal y reclutamiento”, quien se encargaba de entrevistar a las personas interesados en trabajar en el proyecto de esta ciudad en Caracas, a quienes le emitía el “pasaporte” a la mayoría de los hoy jubilados de CVG y CVG EDELCA. Transcurre el tiempo y con la confianza depositada del general Alfonzo hacia él, este le asigna la responsabilidad de dirigir la “OPERACIÓN RESCATE” en Guri.

Conociendo a cabalidad el trato hacia la fauna y la flora, hay testimonios gráficos cuando el reconocido comunicador Renny Otolina, hace contacto para grabar y poder dejar un video para la posterioridad. Entre sus últimas actividades, fue el diseñador de los parques y jardines del Parque Nacional Cachamay (Saltos el Cachamay y la Llovizna) y represas.

En todas las oficinas de CVG era muy querido, bastante apreciado, nunca pasaba desapercibido con su voz grave, los saludos y sus nutritivas charlas con sus amigos en la selva guayanesa, desde una diminuta araña o un gran chigüire, monos o majestuosos reptiles, como también una flor, o arboles como el araguaney, indio desnudo, ceiba o aceites, todos ellos eran sus mayores amigos.

En los caminos del parque deja muchos recuerdos, acompañado con un bastón hecho por sus manos… hay quienes lo confundían con un bastón cualquiera, pero no, se manipulaba desde el mango como una pinza para recoger desechos, basuras y desperdicios dejados por el descuido de los visitantes.

Pero en su residencia en UD4, deja unas lanzas decoradas con totumas, grabados en madera y una extensa colección de cuadros de pinturas de su autoría, en tiempos que apartaba para aquel fin.

Deja seis hijos, cuatro en caracas y dos acá en Guayana, deja un gran vacío pero son muchos los recuerdos. Rafael no descansaba, en álbumes familiares existen testimonios de niños y adultos que visitaban al parque. También imágenes acompañados de grandes funcionarios de la CVG EDELCA, como Rodolfo Tellería, Efraín Carrera Saud, entre otros… También en conjunto a bellas damas, un ejemplo con Yeccika Bermúdez (El Ángel del centro cívico) y fotos acompañado de quien escribe Evelio Lucero quienes mantuvimos una amistad de más de cuatro décadas

“Guayana está triste, se ha despedido el tarzan de la ciudad… Pero el cielo está de fiesta, le han tendido una alfombra llena de flores y árboles en conjunto de su sequito de majestuosos animales”

Pido a Dios que su nombre sea tomado en cuenta para que en un mañana no muy lejano se cree una escuela de formación de buenos ciudadanos o algún movimiento ecológico conservacionista y que se muestre en un salón adecuado todas sus obras, como lámparas, mesas, adornos hechos con ramajes y una exposición permanente de sus pinturas.

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