Cuenta la Leyenda: El Bowling en Guayana

Cuando apenas tengo cuatro o cinco años de edad, en el barrio 18 de octubre (donde me críe, crecí y estudié) en la ciudad de Maracaibo, los únicos juegos que me permitió jugar la situación política y económica de mi hogar, fueron: bolitas (metras) trompo, emboque (perinola) gurrufíos, volar papagayos, cazar mariposas y una caimanera con pelotica de fabricación casera una piedra redondeada, cubierta con cabuya (pabilo) y reforzada con teipe, el bate un listón de madera como de 1 metro 20 centímetros, amoldado por uno de los extremos con un cuchillo y lija, los guantes y mascotas fabricados artesanalmente con los cojines que recogíamos en lugares donde botaban los carros viejos, arrancamos los cueros, entiéndase cuero no era semicuero, ni nada parecido, hacíamos un molde, rellenábamos y play ball en una de las calles; que recuerdos tan bellos, como los gocé.

No había televisión, fuerte razón para ignorar las reglas de los diferentes deportes, en la escuela se practicaba voleibol, pero a mí no me gustaba; ir al estadio Luis Aparicio (El Grande) era un lujo, en Venezuela anualmente se corría un evento llamado Mecánica Nacional, partía desde Maracaibo, pasando por Barquisimeto, Valencia, Los Teques, hasta llegar a la meta que era Caracas, recordemos a Pancho Pepe Croquer, Ali Raschid, Tarzán Hernández, Marcelo Barraez, Atilio Cañazo y su hermano, Lino Fayen y una dama Carmen Guevara que se hacía llamar Doña Bárbara.

Pasa el tiempo y cuando mi madre decide regresar a la capital, una de las primeras visitas fue a la inauguración de La Rinconada, en otra ocasión al estadio a ver un encuentro de Caracas-Magallanes, cuando me tocó vivir en La Vega, conozco al Velódromo Teo Capriles, hasta que tuve la oportunidad de saber que era una cancha de bowling en Los Palos Grandes, lo que me pareció interesante.

Cuando llego a Puerto Ordaz y comienzo en Foto Luciano en el Centro Comercial Altamira, en el piso 4, se estaba estrenando una cancha que marcó historia, el: Pin Caroní, mientras en la avenida Las Américas estaba el Pin Guayana, se convirtió en el deporte favorito de los guayaneses, en las tardes se observaba a trabajadores de la Orinoco Mining Company, de Sidor, del Instituto Nacional de Canalizaciones, de la C.V.G. y muchos otros, también en el hotel que estaba en Guri, funcionó una cancha, y creo… no estoy muy seguro que, en Ciudad Piar existió una, lamentablemente hoy solo queda el recuerdo de estas canchas de bowling que brindaban ratos de diversión, de amistad, y de romance, más de una pareja salieron enamorados y casados después de estos torneos amistosos que se celebraban en estos lugares, transcurren los años y cuando se construye el Orinokia Mall en el sector de Alta Vista lo dotan de una excelente cancha de bowling, la única que funciona, otros deportes que se practicaron para la época era el Golf en el Club Caronoco, el béisbol y softbol en el estadio de la Orinoco Mining, el basquetbol en la cancha de la Orinoco Mining, las carreras de velocidad de carros y motocicletas en la avenida Las Américas hasta Alta Vista, más adelante las competencias de lanchas en el Río Caroní, las competencias de tiro en lo que fue el Polígono de Tiro situado en la carretera que conduce hacia El Pao, la Pesca de Pavón y otras especies en el lago de Guri, el boxeo en Castillito, la 45, el Gallo y algún otro deporte que se escapa por los momentos, en particular debo decir que: no recuerdo haber practicado ninguno de ellos, mientras tanto realizaba uno más práctico y conocido “doblando el brazo” en las cervecerías y discotecas. SALUD… Chao, hasta la próxima.

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