Cuenta La Leyenda
De Guardia a Reportero
Me refiero a William Urdaneta, nacido en Los Haticos, por arriba (Corito) Municipio Maracaibo, estado Zulia, a orillas del Lago más grande de Venezuela, de joven le llamó la atención la idea de ser funcionario, para ser un hombre de bien y colaborar con las diferentes autoridades, defendiendo la patria y sus habitantes haciendo cumplir las leyes que imparte nuestro código civil en la constitución; después de averiguar, ¿Cómo y dónde? Reúne los requisitos exigidos, se presenta e ingresa a la digna Escuela de Formación de Guardias Nacionales en la población de Cordero Estado Táchira, identificada con el nombre del General Víctor Anselmo Escobar Fernández (persona que siendo Teniente Coronel, en el año 1967 comandó el Destacamento número 88 en nuestra ciudad, Puerto Ordaz) el biografiado realiza sus estudios durante dos años, se gradúa como guardia raso (nuevo) miembro de las FF. AA. C. en el año 1.982, de inmediato es seleccionado y enviado al Comando Regional Numero 8, cuando el General Enrique Agustín Prieto Silva era el comandante de esta institución en el Estado Bolívar.
William llega el día 29 de junio, presenta sus credenciales, de inmediato lo asignan al G2, dirección de Inteligencia, que estaba bajo la responsabilidad del Cap. Cubillán Barriga y al mismo tiempo este dependía del Coronel Taouil González, ya pasado algún tiempo el Coronel Pedro Bermúdez Loreto, le comunica a Taouil que: necesita ese efectivo para que lo acompañe en la Dirección de Educación, lugar donde permaneció un largo periodo, resulta que William lo acompaña un buen carácter y sin darse cuenta desarrolla el sentido de la Relaciones Públicas, conoce muchas personalidades entre ellos un señor de apellido González, quien le recomienda introducir la baja y venir a trabajar en La Llovizna, y sin haberlo pensado, presenta su renuncia y comienza a trabajar, luego conoce al señor Carreño, quien lo rescata, recomienda y pasa a ser empleado de la Empresa Roderick, con el Doctor David Natera Febres, director, propietario del diario Correo del Caroní, va conociendo la labor de los reporteros gráficos y cuando menos se espera ya mantiene su primera cámara terciada en el cuello, colocada por su jefe de manera simbólica, recurre a otras personas de los medios gráficos, preguntas tras preguntas, yo fui uno de ellos, preparándose para un futuro inmediato, luego se dedica a realizar una infinidad de cursos con Asofog aquí en Puerto Ordaz, Avecofa en Caracas, con Roberto Mata en Caracas, convirtiéndose en un excelente fotógrafo de primera línea, destacándose con los trabajos realizados, se mantiene atento a toda la vida cotidiana de la ciudad y sus alrededores, donde uno menos se imagina, ahí está William oprimiendo el obturador, logrando captar los momentos más importantes, mantiene un archivo millonario, no tiene horario, lo podemos ver en la mañana, tarde o noche, en el aire, en la tierra, en el río, bajo los vehículos , sobre un árbol y muchas otras maneras para lograr su objetivo y siempre con una sonrisa amable, lo que lo ha hecho acreedor de infinitas amistades.
Este es un ejemplo viviente de un ser que quiso superarse y lo logró, manteniendo una disciplina, vocación y amor por su trabajo.
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