Opinión

Cuenta la leyenda

Este abreboca es con la intención de rogar al omnipotente, nuestro señor Jesucristo, intervenga.
Evelio LUCERO
sábado, 11 enero 2020

Bienvenidos todos a este nuevo año 2020, ya pasó el que nos dejó muchas grandes secuelas, por ahí vi una publicación que decía: “ si escucho a alguien cantando, Yo No Olvido Al Año Viejo, Por Que Me Ha Dejado Cosas Muy Buenas” lo busco y le rompo la cara, de verdad es que cuando el recordado cantante mexicano Toni Camargo cantó y grabó esta melodía, de inmediato se convirtió en un himno navideño, bien, recuerdo que: desde mi infancia lo tarareamos, todo era bonito, todo era felicidad, era otra manera de vivir, aunque en esa etapa el presidente de Venezuela era el General de División del Ejército Venezolano Marcos Evangelista Pérez Jiménez, sus padres fueron Juan Pérez Bustamante y Doña Adela Jiménez: A quien se derrocó por dictador, gobernó menos de 8 años, vivíamos bien, había salud, había alimentación, había seguridad, pocos indigentes y niños huérfanos en las calles pidiendo limosnas, había de todo, no permitía la construcción de ranchos en zonas urbanas, dejó una enorme cantidad de grandes obras, las mismas que hoy seguimos utilizando y muchas otras que no le dio el tiempo para culminar, estas obras ya finalizadas, acostumbraba inaugurar el día 2 de diciembre, en honor a la fecha del nacimiento de quien lo parió y ojala una de esas obras no estuviera puntual y óptimamente acabada, para esta época la Autopista Caracas-La Guaira era la obra de ingeniería más importante en Latinoamérica, se dice que: el día 1 de diciembre de 1953, muchas personas observaron a un vehículo Mercedes Benz, (conducido personalmente por M. P. Jiménez) obsequiado por su amigo Juan Manuel Fangio, (campeón mundial de automovilismo) entrar a la autopista en cuestión y conducir a alta velocidad en horas muy tempranas, para chequear que la obra estuviese en óptimas condiciones antes de inaugurar, otra anécdota que se debe recordar: los primeros superbloques habitacionales construidos en Venezuela fueron los de la Urb. 23 de Enero, pero originalmente el nombre de esta Urbanización era: 2 de Diciembre, también es bueno comentar que El Helicoide (donde hoy día está el Sebim) se ha dicho que esa obra quedó inclonclusa y a M.P. Jiménez no le dio tiempo de terminar e inaugurar, esto ha sido una especulación, ya que se trataba de unos inversionistas extranjeros con capital privado para construir el centro comercial más grande de latinoamérica.

Este abreboca es con la intención de rogar al omnipotente, nuestro señor Jesucristo, intervenga, ya que es el único capaz de recuperar todo lo perdido.

Pero de igual manera, nosotros, los venezolanos y los que no son venezolanos pero comparten con nosotros estas ricas tierras, tenemos que poner todas nuestras buenas intenciones, hay que rescatar urgentemente los VALORES QUE TANTA FALTA NOS HACEN, se nos va todo el tiempo criticando y hablando, y muchos que dicen: “pero es que la gente no sale a la calle, hasta cuando nos las vamos a calar”, me pregunto: ¿y es que quienes así manifiestan no son gente? Nos comemos las luces de los semáforos, los rallados para peatones, o los peatones retamos a los conductores, y si enumeramos todo lo que acontece necesitaría las páginas del PRIMICIA completa ( diario guayanés donde escribo todos los días sábados la columna: CUENTA LA LEYENDA) ¿querido lector, usted ha podido observar, creo que lo que: más daño nos ha hecho últimamente son las colas en las gasolineras, grupos sentados frente a una mesa de dominó con una botella de licor, departiendo, muy risueños donde pasan una cantidad de horas, las necesarias para utilizarlas haciendo otra labor en su trabajo, en su residencia en la oficina, y esto se ha convertido en normal, lo hemos aceptado, y escuché a un joven decir: “Ojalá me toque en un lugar oscuro, invito a mi novia a que me acompañe, y nos sale más barato que pagar un motel” en cualquier lugar está presente la sinverguenzura, la corrupción, las autoridades de cualquier nivel se hacen los ciegos y mudos y más si son retribuidos económicamente.

Son muchos los daños del país y estamos frente a un enorme paredón compuesto por dos bandos, estamos sufriendo la incontrolable crisis al no poder adquirir lo necesario para cubrir nuestras necesidades, los expendedores de alimentos se aprovechan para cobrar más y cantidad de personas contando con la limosna que le brinda el ejecutivo para hacer milagros; si no nos ponemos de acuerdo y tomamos en serio: los valores olvidados, moriremos por inanición.

 

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