Cuenta la leyenda
El tema de hoy es dedicado a uno de los ingenieros que llegaron a esta ciudad, en la época que, para llegar a SIDOR había que realizar un viaje, era muy distante del centro de Puerto Ordaz y así como llegó nuestro personaje, de igual manera llegaron muchos otros ingenieros, técnicos, obreros, secretarias, los que lograron construir la factoría, hombres y mujeres que luego fueron enviados a prepararse a otros lugares del hemisferio, Italia, Alemania, Estados Unidos, etc. Para lograr tener los mejores ingenieros y técnicos en nuestra ciudad o en el país, en lo que respecta a la fundición, manejo y comercialización del acero. Antes de referirme a uno de estos protagonistas (como yo los he titulado a ellos) hay que recordar que fueron muchos: Otto Rivero Suarez, Cesar Mendoza, Argenis Gamboa, “el maestro” Ángel Barreto, Joaquín Sánchez Silva, Rafael Vivas Vivas, Herrera Malpica, Luis Hernández, Teolindo Yánez y muchísimos más a quienes pido disculpas por no referirlos, pero la verdad que fueron muchos jóvenes, excelentes, muy bien preparados en la universidad, y luego enviados a otras partes del mundo, Italia, Estados Unidos, Alemania, Brasil, para conocer los secretos de la industria del hierro y el acero, todos sin excepción tenían una gran vocación de servicio y un gran reto: convertir a nuestra industria como una de las primeras a nivel mundial, <>. Han pasado varios decenios cuando aquel recordado día 9 de julio de 1962, el presidente de la República, Don Rómulo Betancourt, oprimía el botón para dar inicio a la primera colada de acero en SIDOR, bajo la mirada acuciosa de orgullosos hombres y mujeres, muchos de ellos ya se han despedido de este mundo terrenal y otros disfrutan del beneficio de la jubilación u ocupados en otros menesteres, luego de ellos, llegaron generación de relevo, con técnicas más actualizadas, pero de igual manera con la misma disciplina, conocimientos, vocación y amor por su trabajo, convirtiendo en la zona industrial Matanzas su segundo hogar. A quien me voy a referir en esta ocasión es a Víctor Daly, uno más de ese grupo del que he hecho mención. Víctor nació, en Caracas, aquella ciudad de los techos rojos, el día 4 de enero de 1936, (época cuando el Presidente de la República era el General Juan Vicente Gómez) en el sector de Maripérez, cuando aún la ciudad no tenía un millón de habitantes, cursa sus estudios primarios y luego el bachillerato, momento cuando decide trasladarse a nuestro país vecino, Brasil, ingresa a la Universidad de Sao Paulo, donde se prepara y convierte en un Ingeniero Eléctrico y Mecánico, cuando regresa a Venezuela, no solo trae el diploma que lo acredita, también se hace acompañar con una joven con quien contrae matrimonio y con quien tiene 5 hijos, un varón y cuatro hembras, Víctor Matheus, Mónica, Ana Lucia, Giselle (+), e Isabella, Daly Franco. Nuestro personaje ingresa a SIDOR en al año 1962 (tenía apenas Ciudad Guayana un año de haber sido fundada y Puerto Ordaz 10 años) hasta el año 1987, al final de estos años estuvo como gerente de Mantenimiento y luego gerente de Construcción del Plan IV , luego entre los años de 1989-1992 se desempeña como director de Interalúmina, después es llamado y nombrado presidente de CVG Carbonorca, convirtiéndose en fundador y 1er presidente y cumple entre los años de 1992-1994, ya en este año le llaman para dar la responsabilidad de ser presidente de CVG Vimosa (vidrios Monagas) en Maturín-Monagas, donde está desde 1994 hasta 1999, después de todo este periplo se ha retirado a ocupaciones personales. En su vida personal puedo referir que contrajo 3 matrimonios, en la actualidad está casado con Adela Chirinos Daly, vive acompañado con Víctor Matheus en Estados Unidos, también podemos decir que el Centro Ítalo Venezolano de Guayana, existe una placa que da testimonio de ser fundador del referido Club (único no italiano) yo aprovecho la oportunidad para decir ¿Qué opinarían toda esta cantidad de personas que hicieron posible esta empresa que fue tan exitosa y que le dio vida a la ciudad, no solo aquí en Puerto Ordaz, ni en Venezuela, sino que fue una referencia mundial por los cuatro puntos cardinales y no solo fabricó acero, sino muchos profesionales de diferentes e infinidad de especialidades, de ver la situación como se encuentra, abandonada, prácticamente cerrada, con un futuro promisor muy lejano y no hay nadie, ningún responsable aparente a quien le duela.
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