Opinión

¡Cuarentena, tiempo conmigo, en mí!

Para muchos ha sido una confrontación obligada con su propia existencia en todos los ámbitos.
jueves, 21 mayo 2020

Vivir este proceso de cuarentena, ha sido toda una experiencia donde han aflorado una inmensidad de procesos psicológicos, emocionales, familiares, espirituales etc., que han dejado manifiesto tanto nuestras luces como nuestras sombras. Para muchos ha sido una confrontación obligada con su propia existencia en todos los ámbitos; para otros ha sido un periodo de reencuentro que ha permitido fortalecer los vínculos y más aún, fortalecerse a sí mismos. Lo absolutamente cierto es que la cuarentena nos ha forzado a estar con nosotros sin elección alguna, nos ha obligado a conocernos y reconocernos; nos ha regalado el tiempo para ser nuestros propios compañeros, para detenernos y no distraer la compañía del propio ser que somos como generalmente ocurre. Puede ocurrir que ese Yo compañero no nos guste, he allí la tarea, darnos el tiempo para enfocar el nuevo ser que podemos ser, para evolucionar y trascender.

Por irónico que parezca la cuarentena es un tiempo valioso para conocernos y reconocer nuestras actitudes, pensamientos, reflexiones y capacidades que hemos desarrollado a lo largo de la vida e incluso aquellas que de forma tal vez imperceptible, están allí anidadas en nuestro interior esperando un chance para mostrarse y desatar todo nuestro potencial. Quizás una de las cosas que más nos espantan, sea descubrirnos. Indiscutiblemente la cuarentena conmigo, en mí, es una oportunidad irremplazable para potenciar el autoconocimiento, el ¿quién soy?

Conocerse o reconocerse quizás puede mostrar una imagen no muy agradable de lo que somos, sin embargo, es también una circunstancia para crecer y definir como ser mejor, abre un portal para el crecimiento, el cambio, la transformación desde el poder de la elección consciente. Convertirse en una versión renovada definitivamente es una elección que implica mucha responsabilidad. Conocerse conduce a ser más compasivo con el propio ser, a ser responsable del valor personal, a consentirse, a ser afectuoso consigo mismo, a aprender a escucharse internamente, a validar las emociones, el cuerpo, a no dejarse consumir por las demandas del exterior sean cual sean. Porque siempre se tendrá presente, cultivar la esencia.

Esta oportunidad de reencuentro con la esencia de lo que somos va a desplegar toda una serie de acciones que serán necesarias realizar para cristalizar esa nueva imagen propia que se desea alcanzar. Muchas de ellas quizás se puedan asumir en solitario, otras quizás requieran el apoyo de otras personas sean familia o profesionales de algún área en particular, sea como sea, no temas, no te limites, que eso no se convierta en una piedra de tranca para el crecimiento y la evolución personal.

Aprovechar esta gran coyuntura brindara al mismo tiempo una oportunidad de oro para integrarnos con un potencial renovado a la vida, a la familia a las responsabilidades y compromisos; recuerda somos parte de un sistema, el cambio que generes incidirá en el contexto, en las relaciones familiares, facilitara reforzar los vínculos, mejorara la comunicación para conocerse mutuamente y avanzar juntos en la construcción de un mundo mejor.

Lcda. Irma Vecchionacce
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irmavcoach

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