Crítica…
Dentro de su discurso el sábado pasado, el Presidente de la República Nicolás Maduro Moros, le puso énfasis a la crítica constructiva y la destructiva de lo externo como indicativo que los gobernantes en sus diferentes escalas, están en la obligación de ponerle atención a esto para mayor y mejor desenvolvimiento en sus funcione de gobierno, lo que se extiende en lo interno a la crítica y a la autocrítica.
Muchas son las críticas y autocríticas que se han hecho en estos últimos días en relación a quienes escogerán el alto oficialismo para representar los ejecutivos (regionales y municipales) y los legislativos de estas instancias; por la incertidumbre que existe visto las reiteradas equivocaciones que ha tenido la Dirección Nacional del PSUV, al postular candidatos que ya en gobierno, lejos de fortalecer la PSUV y a la militancia Psuvista, la divide y la minimiza, sencillamente por obviar los verdaderos liderazgos naturales de las regiones.
Estas críticas y autocríticas son completamente legal en países democráticos como Venezuela. Es una herramienta que utiliza el pueblo para censurar o enaltecer las actuaciones en este caso de los políticos venezolanos en el poder.
Pero por más que estas están permitidas, los políticos prepotentes- con complejo de superioridad (que hay bastantes), toman las críticas como una ofensa. Utilizan el poder para perseguir, acorralar y destruir a quienes las dicen, olvidando que quienes las dicen mayormente son los mismos que con sus votos los llevaron a ese poder que disfrutan a placer con amigotes paracaidistas y barraganas, olvidando los compromisos que una vez les hicieron al pueblo y la lealtad que una vez con sus manitas en el pecho le ofrecieron a las altas autoridades del PSUV.
Y la autocrítica, estas personas dominadoras con complejo de superioridad, la utilizan para beneficios personales sin impórtales la unidad partidista y muchúmenos el legado dejado por Chávez que hasta el día de su muerte fue un gran defensor de la crítica y autocrítica, entendido que las mismas en vez de destruir al proceso revolucionario, lo fortalecía en toda proporción y que además, todas las revoluciones políticas han surgido por las críticas y las autocríticas a los gobiernos de derecha amantes de la burguesía y de oprimir a los pueblos llanos.
Por ello es importante que los nuevos postulados del PSUV, internalicen esta opinión por sus bienes y que se metan hasta en los tuétanos las orientaciones y reclamos que el presidente Chávez dictaba y exigía siempre a sus subalterno con relación a la crítica y autocrítica como lo hiso por última vez el 21 de octubre de 2.012, en una de sus alocuciones en la Ciudad de Caracas.
Para recordar, a continuación palabras textuales del Presidente Chávez en esa alocución de 2.012: Prepotencia complejo de superioridad, entonces ahí no cabe la autocrítica; no, yo soy perfecto ¿qué autocrítica? nosotros en cambio tenemos que ser humildes, tenemos que vestirnos de humildad los revolucionarios y ser como lo decía el Che, profundamente autocríticos, no podemos ni ofendernos ni sentirnos mal por los errores y por las cosas que nos salen mal, no- no, hagamos las criticas nosotros mismos, pero nosotros mismos, no tengamos ningún complejo no- no ¿Qué eso le hace daño al proceso? No, no le hace daño al proceso. Le hace bien al proceso la crítica del pueblo, la autocrítica no le hace daño, le hace bien, le hace bien, he. Ahora, hagámosla con lealtad al proceso, con lealtad a los principios, no imbuido para dañar a alguien porque si no la cosa vienen envenenadas, ve, de manera ética, con moral la crítica y la autocrítica, he, y además tomando en cuenta aquello que está escrito, que palabras de Dios decimos los cristianos, antes de criticar la paja en el ojo ajeno, mira la viga que a lo mejor digo yo, tienes en el tuyo he, a lo mejor cada quien tiene sus vigas verdad. Por eso uno tiene que salir de los palacios, de las oficinas, coger calle y oír al pueblo, que el pueblo lo interpele a uno, lo regañe, lo agarre por la pechera, lo araste, ven acá Chávez, como me arrastro una señora por aquí una vez y me arrastró y me llevo pa’ allá arriba y me dijo ven acá Chávez (arrastrado por la pechera), me regañó y me dijo, cuándo el golpe aquel de diciembre, después del golpe vino el golpe petrolero, no había comida, no había pero ni hallaca, no había nada, la burguesía tratando de derrocar a Chávez por hambre, que el pueblo se alzara y la señora por aquí me agarro por la pechera y me dijo ven acá, Chávez, ahí estamos cocinando será piedra ¿Tú sabes que madera es esa? Estaba ardiendo la leña, estaba cocinando con las patas de su cama. no había gas, no había gasolina y entonces me dijo, estamos cocinando un arrocito Chávez, pa’ mi marido y mis hijos (en la azotea de un rancho aquí), que está enfermo, no caminaba, y me dijo mira Chávez, yo podre tumbar mi rancho pa’ cocina, comeremos piedra carajo ¡Pero no te rindas muchacho¡ Una mujer negra, solida , grande, inmensa, gigante, una giganta, no te rindas, y le dije no me rediré, como me voy a rendir yo con ese reclamo del pueblo. Entonces uno tiene que salir, darle la cara al pueblo, a los reclamos de los trabajadores, a las mujeres, a los niños, a los estudiantes y no refugiarse, ni darle a la cara pa’ ca o voltearse para otro lado. Hay que dar la cara poder gobernar en función de lo que el pueblo reclama.
En fin, por eso, Chávez era Chávez. Ejemplos que son los que se deben seguir. He dicho.
Hasta el próximo…
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