Cómo afecta la violencia de género contra las mujeres en el entorno familiar
Las situaciones de violencia de género contra las mujeres no solo afectan a las víctimas, sino que va más allá de su entorno familiar, y están sujetas a una violencia crónica intrafamiliar, este tipo de desequilibrio de poder, se convierte en una posición de fuerza generadora por parte del victimario o agresor, ante la sumisión o pasividad de la víctima que entra en un ciclo de conflictos que, muchas veces la víctima tarda en reconocer que está siendo expuesta a la violencia de género.
Por otro lado, los estereotipos de género siempre han colocado a las mujeres en situación de vulnerabilidad, creando y visibilizando las desigualdades de poder, es por esto, que de manera inapropiada degeneran a las mujeres en un estado de desequilibrio total, logrando así una dominación del género de la mujer, convirtiéndose en un continuo enfrentamiento llenos de conflictos.
Esto hace que los índices de la violencia intrafamiliar aumenten, causando daños bien sean, psicológico, físico, patrimonial o económico, sexual, hasta el femicidio que sería el último eslabón de la violencia de género de las mujeres.
En efecto, existen tantas eventualidades presentes en el hogar donde el presunto victimario o agresor, crean en el entorno familiar una relación de poder que va más allá de su posición, bien sea de matrimonio, unión estable de hecho, separación, o una relación intermedia, asimismo, esto genera un sistema patriarcal hegemónico dominante que hace imponer implicaciones desfavorecidas en referencia a las mujeres, siendo esta una forma de dominio visible en la sociedad cotidiana que permea bajo una estructura cultural, económica, institucional, hasta en las personas que se encuentran sujetas a estados parentescos.
En Venezuela, se ha legislado en defensa de los derechos humanos de las mujeres, de hecho, en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, establece en su artículo 15, numeral 5, la violencia doméstica como una de las formas de violencia de género hacia las mujeres, tomando como referencia toda conducta activa u omisiva, constante o no, que generen situaciones de desestabilidad familiar por medio de la fuerza física, psicológica, intimidación, persecución o amenazas contra la mujer, este flagelo no solo actúa en contra la víctima, sino que va más allá de su entorno familiar, por otra parte, la afectación que implica la conexión de una madre, un padre, los/as hijos/as, que ven como viene maltratada y golpeada la víctima, puede ocasionar un gran conflicto.
En ciertos casos, las mujeres tienden a culpabilizarse y justificar cada acción violenta, creyéndose merecedoras de recibir cualquier tipo de violencia, hasta defienden a su agresor de los familiares, esta percepción hace que las víctimas disminuyan su estado de ánimo, son silentes o agresivas, dejan de asistir a reuniones sociales o familiares, bajan su rendimiento laboral o académico, entran en depresión, ansiedad, y en lo particular es que continúan con el ciclo de violencia crónica, con condiciones mucho más alarmantes.
De igual manera hasta que la víctima no busque ayuda, seguirá ocultando información sobre su relación en pareja de forma constante, para tal efecto, se sugiere buscar soporte inmediato con los/as especialistas en psicología clínica o psiquiatras especializadas/os en violencia de género de las mujeres.
Es de suma importancia educar en igualdad de género para romper con todos los estereotipos que habitualmente se encuentran relacionados socialmente con la violencia de género hacia las mujeres, evitando así, que se construyan conflictos de dominación patriarcal que mayormente se encuentran asociados a situaciones culturales que fomentan la dependencia, y la violencia en pareja, desarrollando por consecuencia relaciones abusivas, y hasta con expectativas engañosas que hacen que la víctima se mantenga inmersa en estos sesgo de violencia desmedida que afecta la salud física, emocional y social.
En referencia a lo anterior, el Estado deberá generar políticas públicas y buenas prácticas, conjuntamente con la sociedad civil, activando programas específicos tanto para las víctimas de violencia de género de las mujeres, como para su entorno familiar, a través de la educación y prevención, para que conozcan cuáles pueden ser las señales intrínsecas presentes en ambientes familiares violentos, es significativo resaltar que la violencia en relaciones de pareja pertenecen a problemas muy complejos, donde la mayoría de las veces afecta más, a las mujeres y sus familiares.
Todas las personas necesitan ayuda inmediata, tanto la víctima, el victimario o agresor, y la familia.
¿Cómo se puede ayudar a la víctima y su entorno familiar?
Hablar directamente con la víctima sin hacer juicios de valores.
Tener una escucha activa y atenta.
Buscar ayuda Psicológica.
No invadir su privacidad, y decidir por ella.
Trasmitirle seguridad de que puede salir de su estado de violencia.
Animarla emocionalmente y motivarla para su recuperación.
Demuéstrale lo importante que es para la familia y amistades.
Ayúdala a su bienestar físico y psicológico.
Apoya y respeta sus decisiones, no se puede decidir por ella, a menos que se encuentre en caso de riesgo.
No rechazarla, ni desanimarla cuando intente buscar ayuda.
Indícale que existen personas expertas en la materia de violencia de género de las mujeres.
Utiliza actitudes positivas para enfrentar el conflicto.
Mantener un compromiso de respeto, y construir espacios seguros familiares libres de violencia. Fuente propia.
“Nada que implique violencia puede avanzar en igualdad de género de las mujeres”, Diyuly Chourio
@diyulychourio Twitter
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