¿Colapsará Venezuela?

Es notorio y evidente, que en Venezuela, nuestra querida y respetada patria, se está produciendo un proceso absurdo e incomprensible, donde cada día disponemos de menos recursos que nos permitan un desenvolvimiento normal en nuestras vidas.

Hace algunos años, cuando nos mostraban el fracaso de Cuba en función de sus 25 dólares mensuales de ingresos para quienes devengaran un salario, no nos podíamos explicar cómo podían tolerar tal situación. Eso nos impulsaba a preguntar a que se debía que el gobierno no modificara su sistema político que le permitiera recuperar su capacidad de producción. Pero solo los escuchábamos afirmar que eran libres, pero sus habitantes no lo eran y trataban de salir como fuese posible hacia otras naciones y sobre todo hacia EEUU, el odiado imperio. Miles han muerto en el intento y muchos más hechos prisioneros.

En nuestra maravillosa Venezuela, a la que nunca comprendimos a fondo, todo iba evolucionando positivamente, pero siempre exigíamos mucho más, realizando el menor esfuerzo posible y los dirigentes políticos que aspiraban gobernar, se introducían en ese mundo de ofertas fantasiosas que de alguna manera nos impedía crecer con la potencia real con lo cual podíamos hacerlo, por tener los recursos y habernos preparado para desarrollar a nuestra nación a nivel de las naciones industrializadas.

La antigua Venezuela va muriendo rápidamente, los servicios fundamentales de agua y electricidad se vienen colapsando y carecemos de los recursos necesarios e imprescindibles para mantenerlos funcionando. Día tras día, noche tras noche, quienes tienen la responsabilidad directa de trabajar en los equipos que permiten el funcionamiento de los sistemas como tales, se ven abrumados por la carencia de repuestos y muchos abandonan sus trabajos debido a los pocos ingresos que obtienen por su esfuerzo diario y permanente.

El transporte público y privado, va decayendo de una manera inverosímil, los costos de mantener operando a las unidades que nos permiten trasladarnos, se van haciendo imposibles de enfrentar y son millones de vehículos inmovilizados por no tener como repáralos y mucho menos comprar nuevos. Nos vamos pareciendo cada vez más a Cuba y eso tiene apoyo de alguna parte de la población, que aunque en gran minoría, muestra que hasta en lo personal nos hemos degradado, por cuanto no nos importa nada el futuro de nuestra descendencia y nos conformamos con sacar el mayor provecho posible de lo que podamos lograr en la actualidad, sin que el futuro nos reocupe para nada.

No podemos negar que van apareciendo nuevos comercios, pero en su gran mayoría asociados con la venta de licores, que son mantenidos a flote, según las estadísticas, por el 11% de la población que prospera en la adversidad por las ventajas económicas y políticas. El resto de la población se las ve negras para obtener lo imprescindible para sobrevivir y, cuando llegan al extremo, arrancan hacia las fronteras buscando en otras naciones lo que es imposible obtener en la tierra que los vio nacer y crecer. A pesar de las informaciones que provienen desde esos otros países, donde los venezolanos son rechazados y estigmatizados, continúan saliendo en tropel sin importarles nada lo que encuentren afuera, con tal de que sus familias se alimenten, incluso durmiendo a plena intemperie, acorralados y azotados por las fuerzas de seguridad y por los vecinos de esas poblaciones, solo desean huir de donde no encuentran absolutamente nada que les permita alimentarse y tratar sus enfermedades.

Compatriotas del gobierno, ha llegado la hora de reflexionar y de entender que es imposible resolver los problemas fundamentales de Venezuela bajo estas terribles circunstancias y eso hace imprescindible consultar a la población de manera abierta y transparente, para ver que decide sobre quien gobierne y ya no importan las personas como tales, sino un cambio total en la estructura administrativa de los recursos del Estado, donde la vigilancia y el seguimiento permitan controlar el uso apropiado de esos recursos y sobre todo el estricto cumplimiento de las leyes donde nadie esté por encima de las decisiones de los jueces, en todos los campos del derecho. ¡Buena suerte!

Nota,- Es realmente asombrosa la campaña de destrucción contra el doctor Eduardo Fernández, el dirigente político más completo que tiene Venezuela para encabezar un período corto de la transición imprescindible. Pocos días antes del famoso encuentro en la Casa Amarilla, había estado en un programa de televisión y exigía, de manera reiterada, un cambio total de gobierno, pero no les importa decir lo contrario para destruirlo.
@Dabega26

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