Opinión

Choque Ordaz

La prudencia y conocimiento de las responsabilidades de los conductores no se desligan de los hechos de tránsito y sus consecuencias.
lunes, 29 mayo 2023

Increíble la cantidad de siniestros de tránsito que han acontecido en Puerto Ordaz durante el mes de mayo, podría decirse que ocurrieron casi a uno por día, y esto sólo de aquellos que de alguna u otra forma fueron recogidos mediáticamente a través de redes sociales y medios de comunicación, lo peor es que aún el mes no termina.

Reflexionaba yo también en mis redes sobre el fenómeno, ello me llevó a elucubrar sobre las posibles razones por las que están sucediendo a gran escala en el municipio, todas ellas resultaron con un mismo origen, la imprudencia.

Aunque es indudable que factores externos como la inoperatividad de semáforos, inexistencia de señales de tránsito, de efectivos que impongan las sanciones y hasta los problemas de distribución de combustible, resulten en algunos casos como elemento determinante, la prudencia y conocimiento de las responsabilidades de los conductores no se desligan de los hechos de tránsito y sus consecuencias.

Durante los últimos días se originó un debate en la red social Twitter en la que se vieron inmersas las opiniones de reconocidas figuras de la ciudad, que abordaban desde sus visiones una de las posibles causas, la cual según éstos versaban sobre la irresponsabilidad de algunos motorizados dedicados a la entrega tipo delivery, quienes se vieron involucrados en varios de los siniestros.

Mi opinión no los absuelve, aclarando que no caí en la perniciosa generalización, pero tampoco los condena como los únicos responsables, pues de una media sencilla, de la totalidad de hechos de tránsito registrados los acontecidos con automóviles superaban con cierta diferencia a los que involucraban motos, por ello insisto en que la causa más común no es el tipo de vehículo ni la ocupación de los involucrados, sino la imprudencia de éstos.

La implementación de planes y operativos desde la gobernanza no debe ser la única estrategia para disminuir el fenómeno, cierto que contribuye en su mejoría pero no impedirá su ocurrencia, prueba de ello es que el mismo día en el que se echó a andar el operativo base, ocurrieron dos hechos más y paradójicamente a pocos metros del lugar en el que se presentó el rimbombante despliegue policial.

La educación vial desde hace mucho tiempo dejó de ser una prioridad en los programas sociales que desde las instituciones del estado involucradas deben implementarse, los programas educativos como la patrulla escolar nos recuerda desde la añoranza, la efectividad de la formación temprana en temas ciudadanos, ello debe retomarse con la prontitud y la necesidad que ameritan las circunstancias.

La exclusiva asunción del fenómeno desde la rigurosidad de la sanción me indica que el efecto mediático es lo único que se persigue, por ello debo insistir que no habrá plan más efectivo para evitar delitos y siniestros que aquellos que responden a la prevención y ésta viene inequívocamente de la educación, obvio que la sanción debe imponerse, pero no sólo debe ser esa la respuesta o la solución, hay que volver a las aulas y recomponer esa fibra ciudadana que fue resquebrajada desde hace buena parte de tiempo en nuestra nación.

En la víspera de la elaboración de este artículo mientras mi esposa conducía su vehículo acompañada de mis menores hijos, fue colisionada por una imprudente conductora que no obstante a lo cometido procedió a darse a la fuga.

Afortunadamente sólo fueron daños materiales y el desagradable momento vivido por ellos, en mi angustiante ira al conocer lo sucedido desee la más dura de las sanciones para la infractora, pero luego en la calma pedí para ella lo que les pido a todos los que me leen, prudencia.

Por último quisiera traer un par de reflexiones que escribí en ese debate en redes sobre este circunstancial fenómeno. A los imprudentes deliverys, que no son todos apenas una minoría, pero hacen juzgar por sus actos a la mayoría les digo, están a sólo un semáforo de su última entrega, prudencia hermano, eres útil, necesario e importante para tu familia y para tu país.

La última reflexión es para ti, conductora de un vehículo sedán color verde oscuro que a exceso de velocidad se saltó el semáforo de la avenida paseo caroní a la altura de materiales Mochima, el día viernes 26 de mayo pasadas las cinco y media de la tarde, Dios te bendiga y te proteja de tus propias imprudencias, la vida y la salud de mi esposa, mis hijos, tus acompañantes y la tuya misma, la pusiste en riesgo por no detenerte y respetar una simple y básica norma de tránsito. Se prudente, a veces la vida no da segundas oportunidades.

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