Opinión

Bullying: Acoso en el aula

"En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización".
sábado, 14 marzo 2020

Bullying, (del inglés bully, cuyo significado es referido a matón, peleón, agresor, abusador), también conocido como hostigamiento y acoso escolar, es el término utilizado para definir una conducta de maltrato psicológico, verbal o físico producido de un escolar hacia otro, de forma reiterada, metódica y sistemática a lo largo de un tiempo, tanto en el aula como a través de las redes sociales, este ultimo denominado cyberbullying.

El tipo de violencia dominante es el emocional y se caracteriza por una reiteración encaminada a conseguir la intimidación de la víctima, implicando un abuso de poder ejercida por un agresor (a menudo con el silencio, la indiferencia o la complicidad de otros compañeros), sea esta fortaleza real o percibida subjetivamente. El sujeto maltratado queda, así, expuesto física y emocionalmente ante el sujeto maltratador, generándose como consecuencia una serie de secuelas psicológicas.

Es común que el acosado viva aterrorizado con la idea de asistir a la escuela y que se muestre muy nervioso, triste y solitario en su vida cotidiana, por cuanto tiene la expectativa y el temor permanente de ser el blanco de futuras agresiones. En algunos casos, la dureza de la situación puede acarrear pensamientos sobre el suicidio e incluso su materialización.

El bullying, puede adoptar diferentes modalidades que no se excluyen entre sí, dentro de las que podemos mencionar: 1)- Bloqueo social: Acciones dirigidas aislar a la víctima, donde el agresor le prohíbe participar o conversar con miembros del grupo escolar del que forma parte. 2)- Hostigamiento manifiesto: Es la sistemática falta de respeto a la dignidad de la víctima, con acciones de desprecio, odio, ridiculización, burla, menosprecio, apodos ofensivos, crueldad, manifestación gestual del desprecio y la imitación burlesca, entre otros. 3)- Manipulación social: Conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social de la víctima y presentarla tergiversada y cargada negativamente. 4)- Coacción: Se obliga a la víctima, generalmente bajo amenaza, a realizar actos contra su voluntad y puede incluir acciones de humillación y abuso sexual. 5)- Violencia física: La agresión física en ciertos casos pone en peligro la integridad de la víctima.

En el hostigamiento entre varones suele haber un componente de agresión física; en los de niñas, es más común la difamación, la siembra de rumores y la exclusión social; sin embargo, todas las formas de violencia pueden darse y combinarse simultáneamente en ambos sexos.

El desconocimiento o la indiferencia de representantes y educadores contribuyen a la dinámica del acoso escolar. Los padres deben prestar atención a las señales que alertan si su hijo está siendo víctima de bullying y la escuela debe citar a los padres de la víctima y del hostigador para comunicarles la irregularidad, buscando un compromiso o pacto de no agresión. Los centros educativos deben capacitar en el tema a su personal y supervisar activamente todas las áreas de circulación escolar, además de generar reglamento de convivencia antibullying. qcfanny@hotmail.com.

 

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