Opinión

Bitácora Industrial

Hay más de 14 millones de barriles que nadie necesita.
viernes, 17 abril 2020

El mercado petrolero
Los mercados petroleros reaccionaron ante el acuerdo de recorte de la producción mundial, pero en mucho menor medida de lo que esperaban los países productores. Es que según los expertos el consumo mundial se redujo en por lo menos 25 millones de barriles diarios y lo que se logró con el acuerdo fue un recorte de 9,7 millones de barriles. Eso significa que hay más de 14 millones de barriles que nadie necesita, aparte de los más de dos millones de sobreoferta que había antes del desastre económico provocado por la pandemia del virus chino. Si antes, con dos millones de sobreoferta los precios se tambaleaban por cualquier elemento económico, político, o natural, mucho más inestables van a estar con esta caída brutal del consumo y lo difícil que resulta para un país reducir su producción en este momento. Sobre todo para los pequeños productores, cuyos presupuestos nacionales dependen en un alto porcentaje del ingreso por exportación de crudo, cualquier reducción de la producción implica grandes sacrificios para la población, lo que muchas veces les obliga a vender a precios irrisorios con tal de ingresar algunas divisas. Y cuando sobra petróleo, los precios los ponen los consumidores, porque en el vecindario hay de sobra quien esté dispuesto a bajar el precio con tal de recibir algún ingreso. Por eso muchos analistas están convencidos de que este acuerdo de recorte tendrá que ser aumentado de manera sustancial para que el precio promedio de los principales marcadores se pueda estabilizar alrededor de 40 dólares el barril. En este acuerdo tuvo un rol importante el presidente Trump, pero un análisis más detallado de los expertos está determinando que su mediación para que Rusia y Arabia Saudita hicieran las paces en su puja por captar clientes vendiendo a la baja, fue debido a que su propia producción estaba cayendo como consecuencia de que los precios habían retrocedido hasta menos del costo de producción de sus yacimientos de esquistos. Trump no estaba pensando en el beneficio de mejores precios para Rusia o Arabia Saudita, porque meses antes criticaba a la Opep cuando adoptaba medidas para mejorarlos, sino porque en la actual situación económica de Estados Unidos, su industria petrolera es vital para la eventual recuperación de la economía. Y como se sabe, la industria petrolera norteamericana es de capital privado, a diferencia de las de Rusia y Arabia Saudita, que están casi totalmente en manos del estado. Lo otro es que, según los expertos, la baja del consumo está lejos de tocar fondo y algunos se aventuran a señalar que para finales del segundo trimestre pudiera ser del 50 por ciento. Si esto llegara a ser así, estaríamos hablando de un consumo alrededor de 50 millones de barriles diarios, lo que sería catastrófico para la industria petrolera mundial. Muy pocos analistas se atreven a vaticinar precios en un escenario como ese, pero es fácil imaginarlos, si se toma como base que hace pocas semanas el barril Opep estaba ligeramente por encima de 20 dólares. Son pocos los países que tienen costos de producción en diez o menos dólares por barril y otros, como Estados Unidos, tendrían que subsidiar a sus empresas petroleras para que puedan seguir extrayendo crudo y suministrar la energía necesaria para mantener la economía.

México venció a USA
El mundo petrolero ha sufrido un revolcón de tal naturaleza, que México se permitió el “lujo” de desafiar a su gigante vecino norteamericano, y lograr derrotarlo, en las negociaciones del acuerdo de recorte de la producción mundial, para que los precios del crudo mejoren. Cuando ya el acuerdo estaba prácticamente listo para su firma, sorpresivamente México expresó su desacuerdo, alegando que un recorte de 400 mil barriles diarios sería un golpe inaceptable para su economía. Como otros países, dentro y fuera de la Opep, estaban aceptando el recorte a regañadientes, la negativa de México podía desatar una reacción en cadena, lo que echaría por tierra cualquier posibilidad de lograr el acuerdo. Allí se produjo la inesperada decisión del presidente Trump, de asumir 300.000 barriles del recorte que debería hacer México, para que el acuerdo fuera posible. Pero la Opep tuvo que someter a votación ese traslado del recorte, de un país a otro, porque ello no se había planteado antes. El acuerdo fue posible gracias a que Estados Unidos asumió las tres cuartas partes del recorte que tendría que haber hecho México, que al final solo recorta 100.000 barriles. Pero el mundo petrolero ahora se pregunta cuál de los dos países está en mejores condiciones de soportar una paralización importante de su industria petrolera. Porque la decisión de Trump de asumir parte de la cuota de México no es un regalo: es el precio que tuvo que pagar para rescatar su industria petrolera, al borde del abismo. Si los precios petroleros no mejoran de manera sustancial, será mucho más barato importar crudo para sus refinerías, que extraerlo en suelo norteamericano.

Revolución post pandemia
Aunque aún es temprano para determinar el impacto definitivo de esta pandemia sobre la economía mundial, algunos científicos de esta área se adelantan a presagiar que habrá cambios profundos en la cadena actual de producción-distribución-comercio, necesaria para proveer a los seres humanos de los elementos necesarios para la vida. Uno de los elementos que está siendo más criticado, por su alta vulnerabilidad, son las grandes ciudades o megalópolis, que no producen nada y en cambio son colosales centros de consumo de productos elaborados, agua y electricidad, que la mayoría de las veces son llevados desde grandes distancias. Algunos ecologistas señalan que, aunque la pandemia tiene un alto costo en vidas humanas, su impacto positivo sobre el medio ambiente provocará un cambio total en la actitud de los seres humanos frente a la naturaleza. “La pandemia ha sacudido de tal manera a los seres humanos, que producirá una verdadera revolución existencial. Es como si los seres humanos fueran otros después del coronavirus”.

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Cacao (2.974) 2.974
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Maíz (131) 128
Trigo (202) 243
Avena (182) 150
Sorgo (116) 119
Soya (317) 310
Petróleo
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