Opinión

Bitácora industrial

Trump expresó que una cuarentena nacional provocaría daños económicos.
viernes, 27 marzo 2020

Economía y virus chino

La pregunta de si para salvar vidas humanas vale la pena destruir la economía de un país, estuvo planteada cuando los gobiernos de Estados Unidos y de Gran Bretaña, entre otros, estuvieron varios días indecisos en decretar la cuarentena de su población, evaluando la dimensión del daño económico que eso provocaría.

Trump expresó que una cuarentena nacional provocaría daños económicos potencialmente mayores que la enfermedad en algunos millares de personas. No habló de un número determinado de muertos, pero eso quedó implícito al plantear que el “costo” humano de la pandemia podría ser inferior al de la economía por la cuarentena.

Destacados economistas señalan que una cuarentena es insostenible más allá de dos o tres semanas, sobre todo en las grandes ciudades, que dependen de comida llevada desde grandes distancias, como también de agua potable, gas, electricidad y sistemas de comunicación.

La paralización de la población solo puede durar unos pocos días mientras duren los inventarios de comida, porque la respuesta más eficiente en una pandemia es el aislamiento social, lo que implica la reducción al mínimo indispensable de la circulación por las carreteras.

Algunos científicos de la economía señalan que el sistema económico que ha desarrollado el ser humano ha dejado la vida en un segundo plano, porque prioriza la vida moderna y el confort, frente a la vida en armonía con la naturaleza, convirtiendo al ser humano solo en un eslabón de la cadena de producción de bienes de consumo o de capital.

Siendo la vida de los seres humanos lo más importante, la cuarentena frente al virus chino debió haber sido decretada sin demora alguna en todos los países, sin evaluar para nada su impacto en la economía, porque lo urgente es detener la expansión de la pandemia.

La demora en decretar la cuarentena masiva es seguro que tuvo su costo en vidas, aunque al final la velocidad del crecimiento del número de contagiados obligó a establecerla, lo que significa que por muy fuerte que pueda ser la economía de un país, no sirve de nada para proteger a la población contra una pandemia como esta.

 Petróleo tras la pandemia

Los mercados petroleros han sido muy afectados por la pandemia del virus chino, por una caída sustancial del consumo mundial, y la ruptura del acuerdo de recorte que habían pactado la Opep y otros países productores encabezados por Rusia, con la finalidad de estabilizar los precios.

Antes de la pandemia había sobreoferta, que creció con la caída del consumo y voló en pedazos el frágil acuerdo de recorte.

Aunque la expansión del virus chino es el principal elemento que bajó el consumo y los precios, hay otros factores que podrían mantener su incidencia, más allá del control de la pandemia.

El impacto económico que han sufrido la mayoría de los países va a necesitar unos cuantos meses para recuperarse, una vez superada la pandemia, lo que significa que el consumo de crudo no se va a recuperar de un día para otro cuando eso ocurra.

Pero los países productores de petróleo van a necesitar exportar lo más que puedan, para recuperar finanzas, y eso significa que la competencia por los mercados va a ser muy dura y a la baja.

En otras palabras, hay mucha oferta pujando por pocos compradores, que solo pueden ser tentados con precios bajos.

En esa competencia, los que llevan ventaja son los países del Golfo Pérsico, con Arabia Saudita a la cabeza, que tienen yacimientos con costos de extracción de hasta 3 dólares por barril.

Según los expertos, Rusia tiene yacimientos con costos de 10 dólares, pero necesita vender a por lo menos 40 dólares para mantener su presupuesto.

En casos extremos puede competir vendiendo por debajo de ese precio, pero no lo puede hacer más allá de dos o tres meses.

El problema, según los expertos, es que el consumo no va a aumentar de manera considerable sino por lo menos seis meses después de controlada la pandemia, si es que lo hace, y mientras tanto hay países petroleros que no van a poder sostener sus gastos sin las exportaciones petroleras en cierto nivel, tanto en cantidad como en precio.

Adicionalmente varias agencias internacionales advirtieron compras hechas por inversionistas, aprovechando los bajos precios, cuyos inventarios serían sacados al mercado tan pronto como mejore la demanda, y que en un principio competirían con ventaja con los países productores, porque muchos de esos inventarios están más cerca de los consumidores.

Algunos expertos estiman que esos inventarios especulativos podrían estar cerca de 100 millones de barriles, los que, volcados a bajos precios en los mercados tras el cese de la pandemia, podrían demorar el aumento de las ventas por parte de los países productores.

Intereses en cero

Mucho se ha debatido a lo largo de la historia moderna de la humanidad, acerca del capital como generador de riqueza, en lugar de la generada por el trabajo.

Millones de seres humanos ganan dinero por el interés que generan sus capitales, sin mover un solo dedo.

Sumas de dinero crecen por sí mismas hasta alcanzar cifras colosales, solo mediante la negociación de títulos en las bolsas mercantiles del mundo y sin que medie trabajo alguno.

Este esquema, que parte de los intereses que ganan las colocaciones de ahorro, o las inversiones en papeles, pudiera estar llegando a su fin, con la decisión de muchos bancos centrales de llevar a cero los intereses, para estimular el crecimiento de las economías, devastadas por la pandemia del virus chino.

Tras la guerra, Japón mantuvo 30 años sus intereses en cero y así llevó su economía a ser una de las más importantes del mundo.

Préstamos sin intereses, estimulan la generación de nuevas empresas, que a su vez crean nuevos empleos y se reactiva la economía.

En ese nuevo esquema se reduce la posibilidad de que alguien pueda vivir de los intereses que le produzca la colocación de capitales, porque si los bancos no cobran intereses a los empresarios, tampoco pueden pagarle nada a los ahorristas particulares.

El dinero, por sí mismo, deja de ser un negocio rentable, mientras se revaloriza el trabajo y la creación de nuevas industrias y empresas de servicio. Tras la pandemia, los sistemas económicos como los hemos conocido hasta ahora, van a pasar un tiempo sin ser los mismos.

Precios internacionales

Solo como referencia y en US$/TM.

Aluminio (1.602) 1.552

Al. Prem.   1.552  + 294

Al. Alloy  (1.200)  1.147

Alúmina        (302)  298

Al. Chat.      (980)    990

Oro onza (1.485) 1.631

Plata onz.(11,86) 14,08

Platino onz.  (652)  679

Cobre       (4.859) 4.789

Níquel (11.415) 11.075

Zinc        (1.819)   1.822

Acero USA   (580)   578

Acero China (455)  450

Acero chat.  (273)  235

Hierro     (88,99)  88,77

Briquetas     (200)  190

Arroz            (295)   300

Café quintal (118)  116

Cacao    (2.974)   2.974

Azúcar           (384) 338

Maíz               (147) 127

Trigo              (246) 249

Avena            (182) 260

Sorgo             (131) 147

Soya               (330) 317

Petróleo

Vzla.     (20,98)    23,13

Opep    (30,25)    26,53

West T. (24,18)   24,24

Brent     (27,12)   29,99

Gas1.000p.(1,80)  1,72

Coque pet.    (35)     35

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/Lpf54Rh6Ku2JUl6TS8Uyly

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia

error: