Bitácora Industrial

La gasolina

Como país petrolero que es, Venezuela no debería tener problema alguno para abastecer toda la gasolina que consuma la población y exportar el excedente, como había venido ocurriendo hasta hace unos 10 años. Pdvsa ha estado asegurando que no hay problema alguno en la distribución de gasolina, pero las redes sociales se llenaron de mensajes alertando sobre una posible escasez y los conductores enseguida formaron largas colas en las estaciones de servicio. Si no había problema alguno en el surtido de las estaciones de servicio, lo que llaman las “compras nerviosas” termina creando un problema, porque muchos conductores que en situación normal pueden rodar tranquilos con un cuarto de tanque, en estas circunstancias hacen cola para completar el llenado del tanque, así sea con 10 litros o menos. La idea es mantener el tanque a full capacidad, aunque las colas alarmen a los conductores que pasan, que se suman a ellas ante el temor de que en algún momento no haya más gasolina. Y esto está ocurriendo cuando los expertos calculan que al parque automotor del país se ha reducido en más del 30 por ciento, incluyendo los vehículos que prestan servicio de transporte público de pasajeros, que son los que más consumen.

Producción y consumo
BITACORA trató infructuosamente de obtener cifras actuales de producción y consumo de gasolina por parte de Pdvsa, por lo que no quedó otra opción que analizar las cifras que están en Internet, según las cuales la capacidad de producción actual supera el consumo, aunque las refinerías están por debajo de su capacidad nominal de 645 mil barriles diarios. La capacidad nominal total de procesamiento de las refinerías es de 1,3 millones de barriles diarios, incluyendo gas de bombona. En el pico, ocurrido en la primera década del siglo XXI, el consumo de gasolina era de 400.000 barriles al día, lo que en teoría debería dejar 245.000 barriles para la exportación. Pero las cifras son irreales por varios factores. En primer término, el consumo interno incluye el contrabando fronterizo terrestre hacia Guyana, Colombia y Brasil, así como el contrabando marítimo hacia las islas del Caribe, principalmente Trinidad, Guyana, Aruba, Curazao y Bonaire. No hay cifras precisas de este contrabando de extracción, pero hace 5 años ejecutivos de Pdvsa comentaron que lo estimaban en más de 50.000 barriles diarios, estimulado por el gran diferencial en el precio. En Venezuela costaba menos de 1 centavo de dólar el litro mientras que en la mayoría de los países e islas vecinas costaba un dólar o más. La cifra de producción tampoco es real por los problemas recurrentes que han venido presentando las refinerías, lo que ha quedado en evidencia por el aumento de la importación de gasolina, que los analistas y la Opep han situado en 100.000 barriles diarios. Si los expertos estiman que el parque automotor se ha reducido en un 30 por ciento, el consumo de gasolina debería haberse reducido por lo menos en ese mismo porcentaje, aunque debería ser mayor debido a que el consumo más elevado lo tiene el transporte público, que ocupa a su vez el mayor porcentaje en las unidades que han dejado de circular. Eso significa que el consumo debería estar alrededor de 267.000 barriles diarios, pero si se están importando 100.000 barriles habría que deducir que las refinerías solo estarían aportando 167.000 barriles diarios. Pdvsa ha confirmado que hace envíos de gasolina a Cuba, aunque no ha revelado cifras, lo que en todo caso tendría que ser agregado al estimado inicial de producción de las refinerías nacionales. Si fueran ciertas las estimaciones de expertos de oposición, de 20.000 barriles diarios, la producción de las refinerías nacionales estaría alrededor de 200.000 barriles diarios, o un 30 por ciento de su capacidad nominal. Para que ocurra un desabastecimiento de gasolina tendrían que sumarse varios factores: Que las refinerías no puedan ni siquiera producir para abastecer el consumo; que no haya recursos para importar el déficit entre el consumo y lo que puedan producir nuestras refinerías; que no sea cierta la cifra del 30 por ciento en la reducción del parque automotor y que el consumo de gasolina esté aumentando mientras las refinerías producen menos y no se pueda importar el déficit como ya señalamos o que haya una suma de todos estos factores, lo que no es imposible que pueda ocurrir.

Estímulo al consumo
El aumento del precio de la gasolina es exorbitante debido al cambio del cono monetario y que en este momento el billete más pequeño que aceptan en las estaciones de servicio es el de 50 bolívares. Eso es pagar un bolívar por cada uno de los 50 litros de la mayoría de los tanques de los vehículos, lo que significa que estamos pagando 500.000 bolívares de los viejos por cada litro, que antes costaba menos de un bolívar. Eso es sin duda alguna el mayor aumento del precio de la gasolina en todo el planeta, aunque paradójicamente seguimos teniendo la gasolina más barata del mundo y ello es un estímulo para el alto consumo de cada uno de los venezolanos que tienen vehículo. En casi todos los países s cada litro de gasolina cuesta un dólar, que en este momento son por lo menos 6.500 bolívares. Llenar un tanque de 50 litros debería entonces costar 50 dólares que son 325.000 bolívares, y en lugar de eso pagamos 50, que es menos de un centavo de dólar. Por eso para el venezolano el menor costo al mover el carro es el de la gasolina y por eso aquí se usa hasta para ir a comprar pan a dos o tres cuadras de distancia.

Pdvsa en Nicaragua
En 2007 los presidentes de Venezuela y Nicaragua colocaron la primera piedra del proyecto de la refinería Albanisa, con capacidad de procesamiento de 150.000 barriles diarios, lo que permitiría exportar unos 100.000 barriles una vez cubierto el consumo interno y de algunas poblaciones vecinas a sus fronteras. La inversión proyectada era de 4.000 millones de dólares, la mitad de Pdvsa, y una vez en operaciones le dejaría a Nicaragua una utilidad de 700 millones de dólares anuales, aparte del impacto positivo en empleo y aumento del PIB. Si esa refinería estuviera en operaciones, sería una fuente segura de abastecimiento de gasolina para nuestro país, pero ocurre que el proyecto no está terminado y con la crisis financiera de Pdvsa es probable que esté paralizado por mucho tiempo. En la actualidad Albanisa solo es un centro de acopio de crudo y derivados de Pdvsa, y los equipos de la planta de refinación están a medio construir. La prensa de oposición de Nicaragua dice que el área de lo que iba a ser la refinería está bajo control militar y que no se revela información acerca del porcentaje de avance de las obras así como tampoco de las razones de paralización del proyecto ni de la eventual fecha de su reinicio.

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