Aquí, hay que decir la verdad
La delegación enviada por el gobierno de Biden a Venezuela, llegó encabezada para América Latina, cuyo nombre es tan criollo como nuestra arepa con mantequilla: Juan González, hasta los momentos, este personaje parecía una designación simbólica, pero ahora parece, como un negociador para tomar decisiones relampagueantes como en su oportunidad lo dijo N. Torralba.
Nadie esperaba esta “visita” la cual le cuadra perfectamente el refrán pájaro de mal agüero!
El resultado de la conversación aflora lentamente, como un amorío escondido, pero conociendo lo peligroso del imperialismo cuando se mueve tan inesperadamente, lo más sensato es estar con ojo avizor en todo instante.
Desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, el gobierno estadounidense se ha movido como siempre, con la precaución de un experto cazador.
En cada paso que da, enseña las mismas armas utilizadas en su larga y criminal trayectoria para atacar a quien no se someta a su política económica.
Ahora se encuentra con la soga al cuello, ya que la situación interna de los EEUU, no está para ponerse a lanzar fuegos artificiales, pero siguen creyéndose los dueños del mundo, cuando amenazan a otros países con aplicar sanciones que, en el fondo les van a rebotar, como viene sucediendo con el petróleo.
Los grandes jerarcas de los Estados Unidos, parecen no entender o se hacen los locos, cuando anuncian medidas de presión contra todos los países que no se encuentran en la órbita de la Otan.
Esto deja muy claro, estamos en presencia de una verdadera confrontación económica, y quiéranlo o no, va a repercutir en su propio suelo, como viene sucediendo por el alarmante consumo algo inherente al capitalismo y esto hace sumamente peligroso a esta hiena herida.
Todos los movimientos de cuánto gobierno se instala en la Casa Blanca, buscan la expansión y cuando no pueden con las invasiones, apelan a un recurso muy poderoso como es el económico y para esto utilizan el gran aparato mediático.
Ahora se encuentran totalmente enredados en su propia red, ya que todo ha cambiado por el empuje sostenidos de otros países, incluso con economía muy diversificadas, pero, muy alejados de los patrones establecidos desde Washington.
El enredo del gobierno estadounidense es total; hace poco ratificaron el decreto Obama, para seguir con la amenaza contra Venezuela, después de apoyar a un perfecto facineroso: Guaidó, hasta llevar al país a las condiciones ampliamente conocidas y ahora vienen a conversar.
El gobierno gringo está poniendo al mundo en una situación sumamente peligrosa; al borde de una guerra de resultados impredecibles, ya que su carta de presentación sigue siendo la prepotencia, creyendo poder seguir pisoteando a los pueblos como hicieron con Libia e Irak, con argumentos tan falsos y mentirosos, que ahora sirve para desenmascararlos.
Hasta el próximo.
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