¡¡Adiós Vacaciones!!
El fin de las vacaciones tiene distintos matices y perspectivas, por una parte, los chicos resuenan ante la inminente culminación de una época libre de rutinas, la diversión dentro y fuera de horario, la inversión de los horarios para dormir y alimentarse. En tanto, para los padres aumenta la carga de responsabilidades; retomar y programar el llevar y buscar a los hijos al colegio, en otros, la búsqueda del transporte ideal, las tareas dirigidas, las actividades complementarias, el ajuste de los horarios de trabajo y la rutina escolar y extraordinaria de los hijos, donde igual hay que tomar en cuenta que se puede tener dos o más hijos y en edades distintas, donde según la edad de cada uno se deban atender necesidades y demandas diferentes. Lo cierto que ante todo esto son los padres quienes deben hacer malabares para dar respuesta efectiva a la situación. Es muy importante comenzar por censar las necesidades y alternativas que se poseen. Revisar los horarios de trabajo versus los horarios de clases; que actividades extracurriculares despiertan el mayor interés en los hijos y las opciones de las mismas. También es necesario revisar el nivel de exigencia de la nueva etapa académica la cual influirá en la toma de decisión más adecuada y no menos importante que tiempo dispondrá el niño, niña o adolescente para recrearse y descansar.
Por lo general, el panorama solo es evaluado por los padres y se comete el error gravísimo de no incluir a los hijos en esa toma de decisión o se les incluye de manera muy superficial, esto conduce al caos. Muchas veces los padres ocupamos a los hijos bien sea por no tener quien los atienda, temor a dejarlos solos en casa, o porque sencillamente queremos que utilicen saludablemente su tiempo libre y de ocio y terminamos abarrotándolos de actividades que conducen a su estrés (si, los niños y adolescentes también se estresan), aunque por lo general, los escuchamos decir, son niños y no se cansan llegan después de una larga jornada y quieren seguir jugando. Recordemos entonces la filosofía de un niño es Jugar, tiempo para divertirme haciendo lo que me gusta. Ahora bien es realmente necesario que dentro de toda esta planificación demos opción a las rutinas de interacción familiar; comer juntos por lo menos una vez al día, tiempo de recreación juntos como familia, el descanso, entre otras.
Hoy quiero sugerirte varias reflexiones que faciliten este proceso de transición. Esta adaptación a la rutina cuando finalizan las vacaciones puede ocasionar alteraciones emocionales y físicas que afectan a algunos niños. En la recuperación de ese ritmo habitual pueden presentarse desbalances, como: El Insomnio, el llanto, los vómitos o diarrea y alergias, como respuesta a una dificultad para retomar su vida diaria, y su realineación a la rutina escolar. Como padres podemos facilitar esta transición y lograr que ese regreso a clases constituya un momento de alegría, tomando algunas medidas esenciales como:
1. Previo al comienzo del periodo de clases una o dos semanas antes iniciar el ajuste del horario para dormir. Si el niño se acostumbró a dormir tarde en vacaciones, debemos procurar ir ajustando poco a poco el horario. La hora adecuada para irse a la cama en edad preescolar es entre las 7 y 8 de la noche y en edad escolar entre las 8:30 y 9. Hay que tener en cuenta que la falta de sueño en el niño provoca problemas de atención, mal humor e irritabilidad, afectando su proceso de aprendizaje y su adaptación a la rutina.
2. Procuremos un alegre despertar y evitemos el caos matutino. Comenzar cada día con prisa, nerviosismo y regaños, se transforma en un negativo desgaste de energía. Si 1 hora no es suficiente para levantar con amor a los niños, darles desayuno y arreglarnos nosotros, será necesario levantarse un poco más temprano. Esto implicará un esfuerzo para lograr un día lleno de optimismo y buen humor para todos.
3. Realizar improvisaciones que permitan evaluar y organizar la rutina matutina de los niños (baño, ducha, vestirse, desayunar) Esto nos permitirá tener una pauta a seguir, ayudando a agilizar el proceso. Puedes pedirles a tus hijos que la noche anterior preparen su bulto, saquen el uniforme y tú puedes dejar adelantada la Lonchera Escolar.
4. Es muy importante que juntos padres e hijos realicen proyecciones positivas sobre el nuevo año escolar, donde los ayudemos a identificar los aspectos positivos de volver a la rutina. Encontrarse con sus amigos, conocer amigos y maestros nuevos, un nuevo salón de clases, etc. La compra y preparación de sus útiles escolares donde ellos sean involucrados le causará mucha ilusión y emoción de volver a la escuela.
5. Planifica junto a tus hijos las actividades extraescolares pensando en la diversión. El objetivo principal de estas actividades es que el niño aprenda y se divierta. Debemos tener muy claro que la diversión y el descanso son de vital importancia en la formación integral del niño.
No olvides valorar los esfuerzos que el niño hace cumpliendo sus deberes y adaptándose poco a poco a la rutina. @irmavcoach
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