A la oposición dividida la puede vencer Ángel Marcano

Es evidente que gran parte del electorado opositor venezolano desea votar. Es algo que va mucho más allá de los liderazgos locales o nacionales, simplemente desean votar como un acto político para desafiar al gobierno. El gran problema es que la estrategia del gobierno se ha impuesto y se consolida, saben de política y conocen las debilidades del ser humano. Han establecido mecanismos financieros y legales en función de lograr una fácil victoria y es evidente que lo han logrado.

Cuando supe que uno de los candidatos principales afirmó que le habían pedido un millón quinientos mil dólares a cambio del apoyo simplemente llegué a la conclusión que era imposible la unidad opositora a nivel del liderazgo y solo la población asumirá su destino político aglutinándose o no, alrededor del candidato opositor con mayores probabilidades de superar al candidato del gobierno.

No estoy absolutamente seguro sobre la certeza de la afirmación del candidato opositor, pero de ser cierto, es una muestra que algo muy oscuro se esconde detrás de una afirmación de esta magnitud y se llega a la simple conclusión de que no cuenten con él para vencer al candidato del gobierno y de igual manera les expresa que no desea ningún tipo de apoyo, sabiendo que solo no puede ganar y esto no es una afirmación vacía, sino producto de los análisis del proceso electoral. Una acusación de este calibre es un mensaje contundente que no predispone a la duda, no se puede contar con su participación para buscar la victoria.

No podemos negar que dentro del mundo opositor subyacen las emociones, pero también existe la convicción de la necesidad de cambiar de gobierno en función de recuperar el desarrollo de nuestra patria. La desconfianza en el actual gobierno, impide que ingresen los grandes capitales que permitan el desarrollo del país y solo aparecen nuevos productos traídos desde el extranjero, que permite mover grandes cantidades de dinero pero sin ningún riesgo y sin empleos con alta remuneración.

Como las ambiciones y las vanidades no permiten crear una fuerza imbatible, solo nos queda a nosotros luchar para compensar la desunión de arriba y votar buscando la victoria, no de una persona en particular, sino en quien represente a la real oposición.

No la tenemos fácil, pero no todo está perdido si logramos comprender que nos encontramos dentro de un mundo de inmensas adversidades, pero podemos salir airoso de este colosal reto político que debemos confrontar como venezolanos que sentimos que nuestra patria está muy por encima de los pequeños intereses personales de cada uno de nosotros.

¡Amanecrá y veremos! ¡Buena suerte!

@dabega26

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