7LE: Gerencia revolucionaria
Erradicar los vicios de corrupción, burocratismo, especulación, prepotencia, negligencia etc.,- flagelos nefastos heredados – y con mucho énfasis en optimizar, de verdad verdad, todos los servicios públicos, activar obras paralizadas, tiene que ser el objetivo prioritario de la gerencia revolucionaria que exige la implementación de las 7 Líneas Estratégicas (7LE) anunciadas por el presidente Maduro y que debemos profundizar, constructiva y eficazmente, sin dilación, hasta lograr elevar el bienestar colectivo que de ellas se deriva.
En este sentido, se hace, entonces, indispensable repotenciar la gerencia revolucionaria lo cual implica intensificar una permanente toma de decisiones acertadas; y es que no puede ser de otra manera, por cuanto el momento “no permite fallar”, que se logra atendiendo y realizando debidamente la revisión de lo acontecido para rectificar donde haya que hacerlo y, de esa única manera, reimpulsar con mayor fuerza y vigor los cambios sociales, políticos, económicos y morales inaplazables, orientados a consolidar el óptimo bienestar general que sólo una revolución positiva como la bolivariana puede ofrecer para el disfrute de todo el pueblo, sin exclusión….hacia la felicidad nacional.
No otro debe ser el rumbo promisorio de este nuevo ejercicio revolucionario (7LE) que debemos cumplirlo a plenitud; no basta tener la inclinación, hay que accionar y ser constructivos para que las cosas sucedan; no sólo es querer mejorar y quedarse en el propósito sino, además, hacerlo con humildad que es la mejor aliada de toda revolución. Aquí la inercia, pasividad y la arrogancia no tienen cabida.
En esta nueva arremetida con “7 palancas”, orientadas al bien común, es necesario, por supuesto, que los funcionarios nacionales, regionales y municipales, que tienen que ser idóneos, le den uso a lo que el ilustre pensador Edward De Bono denomina el semillero de ideas del “pensamiento lateral”, que excluye a los mediocres, unido a la percepción y a la información que, a su vez, conforman el binomio facilitador para que las decisiones gerenciales garanticen efectividad en el tiempo, de lo contrario se convertirán en las “llaves del fracaso”.
No pocos son los “gerentes públicos” – civiles y militares – que no pueden solucionar situaciones rutinarias porque no son capaces de visualizar los verdaderos problemas e ignoran lo que debe hacerse. Esta nueva gerencia revolucionaria (7LE) debe agilizar correctivos en estas áreas de “desconocimientos gerenciales” y reubicarlos “debidamente” : la persona es para el cargo, lo contrario es avanzar hacia la sima…
También, todo el proceso de estas 7LE tiene que abrir espacios participativos para escuchar opiniones de toda índole, diversas, y así privilegiar el diálogo fructífero, todo enfocado con la franca intención de obtener los mejores resultados y soluciones. Son siete amplias alamedas hacia la Patria socialista bolivariana inevitable…
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