23 años después

El próximo 6 de diciembre se cumplen 23 años del triunfo de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales del 98. El 2 de febrero de 1999 asume el poder del Gobierno central, iniciándose así una larga etapa de continuas modificaciones al modelo político y económico adoptado hasta aquel entonces.

40 años de historia Democrática de progreso y desarrollo de nuestra Nación, son desplazados hacia una era que al día de hoy arroja un mapa político y social cubierto de ruina y destrucción general en todos los aspectos de la vida nacional.

Una fea radiografía de Pais, sustituyó a la Venezuela que pujaba con fuertes tropiezos, pero enrumbada hacia la cima del desarrollo pleno, atractiva, como muy pocos países, a todo tipo de inversiones nacionales o extranjeras.

A pesar de duros trances que hubo que enfrentar, por graves errores de administraciones y políticas equivocadas en la conducción de Estado, de gobiernos anteriores, que provocaron fuertes sacudidas sociales y políticas, momentos vividos que el sistema de Libertad y Democracia, aún imperfecto, permitió enderezar el rumbo, culpando y sancionando, incluso, a sus responsables…

Así y todo, aquella, era la Venezuela donde todo resplandecía; un digno y perfecto ejemplo que destaca y gráfica tal virtuosidad, es que la migración del venezolano era cero, fastuosa realidad aquella, que contrasta, triste y dolorosamente, con la situación actual.

De hecho, contrario a emigrar, éramos receptores hospitalarios de todo ciudadano necesitado de apoyo y solidaridad que huía de las desgracias de cualquier lugar del mundo. La imagen de aquella Venezuela y del venezolano era incomparable, posicionada y envidiada…

¿QUÉ NOS PASÓ? ¿QUE LE PASÓ A VENEZUELA?… Se preguntan muchos y las respuestas saltan a la vista… Hugo Chávez recibió el país con todas las variables de la economía y la macroeconomía, pese a tanto tropiezo, con indicadores extraordinarios; producción y productividad máxima y ascendente en todos los rubros y recursos naturales explorados, explotados y procesados.

El campo y la agroindustria en sitial privilegiado, también la manufacturación de todo tipo, un país autoabastecido en altísimo porcentaje. Grandes, medianas y pequeñas industrias, cubrían con vastos cordones de producción, todo el territorio nacional. El comercio y el emprendimiento brillaban. El empleo digno y normalmente remunerado, fluía a la par de la economía. Los trabajadores gozaban de derechos y beneficios laborales acordes a la labor prestada. El salario mínimo nacional era solo el parámetro referencial, tal cual lo tiene que ser, y és, en toda sociedad de economía sana y equilibrada: *Trabajo* como hecho social; *Producción* como hecho de competitividad país y *Remuneración* como variable de movilidad socioeconómica de comunidad y valores…
*TODO A LA VISTA DE TODOS*… Hechos y actuaciones efectistas, dan inicio a todo un plan, sustentado en una narrativa con un discurso de un aparente vengador.

Permanente e intenso planteamiento que, se posesionaba de mentes y almas incautas, esperanzadas y nobles, por aquel lenguaje engañoso y seductor.

Una fuerte carga de populismo y sutiles encantamientos aderezaba los platos vacíos de los sectores más humildes de la población.

Avanzó así, una transición hacia un modelo político de dominación y totalitarismo implantado paso a paso. Lo fuimos viendo, no lo supimos atajar, en algunos momentos parecía que si.

Fuimos cayendo en un abismo, fuimos creyendo que no estábamos atrapados, nos fuimos acostumbrando al mal vivir, a la resignación, a las violaciones y a la pérdida del más grande de todos los valores: NUESTRA LIBERTAD…

Hoy día, a casi 23 años, con nuestra Nación prácticamente perdida y sin futuro cierto, con una conducción política opositora deshilachada, incoherente y debilitada; sospechosamente trastocada, evidentemente permeada por la ambición, con rumbo perdido; sin planes creíbles de rutas de salvación, con fuertes signos de entreguismo conchupante; paradójicamente, en el peor momento político que sufren las élites gobernantes y con mayor probabilidad de caída… HOY, EN MEDIO DE TODO ESTO, SIGAMOS ADELANTE, ANCLADOS EN LA BUENA FIBRA DEL VENEZOLANO QUE CREE, ESPERA Y CONFÍA, AFERRADOS A LA FÉ PORQUE SÍ HAY CON QUÉ.

LA JUSTICIA LLEGA Y ESTÁ EN MARCHA, ES INMINENTE Y SANADORA.

Grandes desenlaces y cosas muy buenas para todos están a pocos tiempos por ocurrir.

VENEZUELA RESURGIRÁ.

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