Opinión

2022: Año difícil

En este 2022 se terminará el año con saldos negativos en materia de crecimiento del sector minero y las empresas extractivas.
martes, 20 diciembre 2022

I

Ya suenan gaitas y parrandas en todos lados. Es inminente la llegada del fin de año. 2022 ha sido un año de expectativas y de dificultades. Es tiempo de la pos pandemia. La situación de conflicto armado en Ucrania y Rusia agravó el panorama para el mundo entero. La economía se estancó y el crecimiento pensado para este tiempo, se lo traga la inflación, el incremento de la migración, la pobreza y los problemas ambientales en todo el mundo.

Venezuela creció en medio de sanciones y bloqueos. Se nota en las calles de ciudades el brillo y colorido, pero en muchos pueblos, los problemas se han agudizado, el PIB del petróleo y el progreso no terminan de llegar. En los hospitales, en los barrios, en los mercados populares, últimamente lo que reina es la incertidumbre y el lamento. El que la divisa norteamericana suba su precio con relación al bolívar y los ingresos son iguales, ha provocado un temor razonable en la población. Las colas de las estaciones de servicios han vuelto. Nadie oficialmente da explicaciones. No existen canales que comuniquen que ocurre con el tema del incremento del dólar BCV y las colas para el combustible.

II
En este 2022 se terminará el año con saldos negativos en materia de crecimiento del sector minero y las empresas extractivas. La llamada Operación Roraima paralizó el sur del estado Bolívar, se desplazaron a miles de pequeños mineros y con ello se han producido entre cosas graves violaciones a los derechos humanos de la población civil, expropiaciones al margen del derecho constitucional venezolano, robos, miedo contra empresas y comerciantes, detenciones arbitrarias y el alto gobierno guarda silencio, el fiscal general de la República mira hacia un lado, la defensoría del pueblo no existe y el poder judicial, convalida abusos y arbitrariedades de funcionarios militares en esa absurda actuación. Ese es el balance que presenta el estado Bolívar.

Aunado a eso, de la manera como influye la parálisis en el sur, surgen los abusos con las tarifas de aseo urbano, contratado por el municipio Caroní y una empresa recolectora de basura. No se corresponde esa política con la situación salarial y de ingresos de los pequeños comerciantes y empresarios de Guayana. Dentro de la dirección política del poder político nadie responde. El neoliberalismo y el fascismo tomaron control de las decisiones y políticas públicas dentro del Estado. La cuestión del dólar, el problema de gasolina, la operación RORAIMA y las tarifas de Fospuca dan cuenta de que terminará el año con un balance negativo. Eso no es socialismo, será otra cosa, pero ni es el sueño de Bolívar ni el proyecto de Chávez.

III
En 2022 también es un pésimo año para el sistema penitenciario. Creció el número de detenidos en centros penitenciarios, el retardo procesal, la violencia de los derechos humanos y la falta de celeridad, junto a las nuevas tribus en el poder judicial. No hay autonomía ni están actuando mejor los tribunales. Venezuela sigue en deuda con el sistema internacional de derechos humanos. Se incrementó la violencia contra la mujer, los feminicidios, los suicidios, los abusos contra niños y niñas y adolescentes, todo eso forma parte de una crisis moral profunda, el crecimiento de la pobreza y el desplazamiento de la población por desempleo, represión, corrupción policial y política. Estamos mal cómo sociedad.

Notas de Cierre

1. En los pueblos del sur no solo se ha incrementado la pobreza por la falta de adecuadas políticas públicas en torno al tema minero, está en crecimiento los abusos sexuales contra niños y adolescentes. Alcaldes y el gobierno nacional deben evaluar esa situación que está afectando a la población más vulnerable de la sociedad.

2. El dólar oficial casi llega a 16 y no veo que los que dirigen la economía rectifiquen. Eso es muy terrible sobre todo para la mayoría que ganan menos en bolívares y no alcanza el dinero.

3. Un juez de control recién llegado al poder judicial en Puerto Ordaz otorgó medida de arresto domiciliario a un funcionario procesado por corrupción y señalado de ser parte de una banda de oficiales policiales corruptos y asesinos que operó por años en Bolívar. La fiscalía no ha apelado y cientos de presos por delitos menos graves o sembrados, no reciben el mismo trato. Sería bueno que las autoridades judiciales expliquen por qué a los bandidos los tratan bien y a los que no tienen padrinos ni plata, se quedan presos .

Hasta el próximo Martes, Dios los bendiga grandemente!!

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