Mundo

Fiesta y sexo: La historia del agente más corrupto de la DEA

Cada año, la DEA lava decenas de millones de dólares en representación de los cárteles de las drogas más violentos del mundo a través de empresas fantasmas.
Por: AP
lunes, 14 noviembre 2022
Cortesía | En 2020 culparon a la DEA por no presentar sus informes anuales

José Irizarry acepta que es conocido como el agente más corrupto en la historia de la DEA y admite que se “convirtió en otro hombre” al conspirar con cárteles colombianos para crearse un estilo de vida lujoso con autos deportivos, joyas de Tiffanny y amantes en todo el mundo.

Pese a esto, durante las últimas horas que pasó en libertad y que usó para contar su historia a The Associated Press, Irizarry dice que no caerá solo: acusó a colegas de la DEA de unírsele para robar millones de dólares de operaciones encubiertas de lavado de dinero del narcotráfico para financiarse una década de viajes de lujo al extranjero, comidas en restaurantes finos, los mejores asientos en eventos deportivos y fiestas desenfrenadas, al estilo de una fraternidad universitaria.

Según Irizarry, docenas de otros agentes federales, fiscales, informantes y, en algunos casos, los mismos contrabandistas de los cárteles estaban completamente metidos en este paseo por tres continentes sin consecuencias como parte del llamado “Team America” (Equipo América) que recolectaba el dinero proveniente del lavado de dinero en ciudades que elegía para poder irse de fiesta o coincidir con partidos de fútbol del Real Madrid o de torneos de tenis de Rafael Nadal.

Eso incluyó paradas a lo largo de los trayectos en salas VIP de clubes de striptease, el distrito rojo de Ámsterdam y a bordo de un yate colombiano que zarpó repleto de alcohol, música a todo volumen con más de una docena de prostitutas.

“Teníamos vía libre para hacer lo que quisiéramos”, dijo Irizarry, de 48 años, a la AP en una serie de entrevistas concedidas antes de comenzar una sentencia federal de 12 años en prisión.

“Hacíamos recolectas de dinero en los lugares a los que queríamos ir. Y una vez ahí, todo era alcohol y chicas”, afirmó.

Toda esta parranda partía, dijo Irizarry, de la idea compartida entre agentes de la DEA alrededor del mundo de que en realidad no hay nada que puedan hacer para golpear el mundo del narcotráfico. Si acaso, su preocupación era elaborar casos para intentar detener el flujo de cocaína y opioides ilegales hacia Estados Unidos que ha causado más de 100.000 muertes por sobredosis al año.

“No puedes ganar una guerra imposible de ganar. La DEA sabe esto y los agentes saben esto”, dijo Irizarry.

“Hay tanta droga que sale de Colombia. Y hay tanto dinero. Sabemos que no hacemos ninguna diferencia”.

Irizarry ha sido atacado por algunos excompañeros que dicen que con sus acusaciones solo busca reducir su sentencia.

La historia del agente la contó a la AP durante varios días y hasta horas antes de perder la libertad, en conversaciones en las que a veces mostraba arrepentimiento, amargura e incluso lágrimas.

Las entrevistas se realizaron en la zona histórica de su nativa San Juan, la capital de Puerto Rico. Lo que dijo fue prácticamente lo mismo que declaró al FBI y que quedó registrado en largos interrogatorios y documentos judiciales sellados obtenidos por la AP después de que en 2020 se declaró culpable de 19 cargos de corrupción, incluido lavado de dinero y fraude bancario.

Pero después de años de retratar a Irizarry como un agente deshonesto que actuó solo, los investigadores del Departamento de Justicia de los Estados Unidos han realizado un cambio de dirección abrupto en los últimos meses y han seguido el mapa que trazó en su confesión.

Las autoridades han interrogado a cerca de dos docenas de agentes en servicio y en retiro de la DEA, además de fiscales señalados por Irizarry de haber ignorado deliberadamente sus flagrantes abusos, y a veces, de sumarse a ellos.

Sin llamar mucho la atención, la investigación se ha centrado en un exsocio de Irizarry en la DEA, quien se daba una vida de lujos, y en varios colegas de confianza asignados al combate al lavado de dinero internacional. Además, al menos tres fiscales federales actuales y anteriores han sido cuestionados por asistir a fiestas estridentes con el grupo de Irizarry, incluida una fiscal de alto nivel en Miami, otro que apareció en el programa de televisión “The Bachelorette”, y una exfiscal de Ohio que había sido confirmada para servir este año como Fiscal Federal en Cleveland, antes de retirarse abruptamente por razones familiares no especificadas.

Cada año, la DEA lava decenas de millones de dólares en representación de los cárteles de las drogas más violentos del mundo a través de empresas fantasmas.

La agencia ha defendido el uso de tales operaciones y señala investigaciones en el extranjero de larga duración como la llamada Operación “White Wash” (Lavado Blanco), que resultó en más de 100 arrestos y la incautación de más de 100 millones de dólares y una tonelada de cocaína.

Pero la DEA también ha enfrentado críticas por dejar fluir grandes cantidades de dinero, lo que permite que los cárteles continúen ejerciendo sus actividades.

También por no monitorear y rastrear de cerca las operaciones encubiertas, lo cual dificulta la evaluación de los resultados.

Un informe del Inspector General del Departamento de Justicia de 2020 culpó a la DEA por no presentar informes anuales —desde al menos 2006— al Congreso sobre estas operaciones, conocidas como Operaciones Exentas del Fiscal General. Ese reproche, junto con la vergüenza causada por la confesión de Irizarry, llevó a la nueva administradora de la DEA, Anne Milgram, a ordenar una revisión externa de las operaciones extranjeras de la agencia, la cual está en curso.

La caída de Irizarry fue tan repentina como inevitable: el aumento de un lujoso estilo de vida que levantó demasiadas cejas, incluso entre colegas dispuestos a ignorar también las reglas.

Eventualmente, fue traicionado por uno de sus confidentes más cercanos, un informante venezolano-estadounidense que confesó desviar fondos de las operaciones encubiertas y realizar pagos en efectivo al agente que avalaba su trabajo dentro de la misma agencia antidrogas.

“El problema de José es que llevó las cosas al punto de la estupidez y arruinó la fiesta para todos los demás”, dijo un abogado defensor que viajó con Irizarry y otros agentes.

Desde su arresto, Irizarry ha escrito un libro —autopublicado— titulado “Getting Back On Track” (Regresando al camino correcto), como parte de un intento de responsabilizarse por sus errores y seguir un camino más simple y honrado después de causar tanta vergüenza a sí mismo y a su familia.

Recientemente, su esposa nacida en Colombia —quien se salvó de la cárcel por un cargo de lavado de dinero a cambio de la confesión de Irizarry—, le dijo que quería el divorcio.

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/G1A3T9ZMeGbLSwky655UNo 

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia

Lea También:
Publicidad
Publicidad
Publicidad
error: