Cómo reconocer y tratar una herida infectada
Una persona puede tratar infecciones leves de heridas en casa. Sin embargo, si las infecciones de heridas son más graves o persistentes se debe buscar atención médica.
En general, las personas pueden tratar de manera segura pequeñas heridas, como cortes y rasguños menores, en casa. Con el cuidado adecuado, la mayoría de las heridas pequeñas mejorarán gradualmente hasta que sanen por completo.
Sin embargo, si la herida se infecta, puede empeorar en lugar de mejorar. Cualquier dolor, enrojecimiento e hinchazón generalmente aumentará en intensidad.
Las infecciones de heridas también pueden provocar otros síntomas, como:
- piel caliente alrededor de la herida
- secreción amarilla o verde procedente de la herida
- un olor desagradable en la herida
- vetas rojas en la piel alrededor de la herida
- fiebre y escalofríos
- malestares y dolores
- náusea
- vómitos
Tratamiento de heridas infectadas en casa
Las personas con una infección leve de una pequeña herida la pueden tratar en casa. Sin embargo, las infecciones de heridas más graves requieren atención médica inmediata, en particular las que se presentan junto con otros síntomas, como fiebre, malestar o secreción y vetas rojas que salen de la herida.
Para tratar una herida infectada en casa, sigue los siguientes pasos:
- Antes de comenzar, asegúrate de que todo el equipo necesario esté limpio. Por ejemplo, si usas pinzas, debes limpiarlas primero con alcohol isopropílico.
- Lávate bien las manos con agua tibia y jabón, luego las debes enjuagar y secar.
- Limpia la cortada o raspadura dejando correr agua tibia durante varios minutos. Usa agua tibia con jabón para limpiar la piel circundante, pero evita que entre jabón en la herida.
- Asegúrate de que no haya suciedad o restos, como vidrio o grava, en la herida. Para eliminar los restos, usa pinzas o frota la herida con cuidado y delicadeza con un paño suave y húmedo.
- Si lo deseas, aplica una capa fina de ungüento antiséptico o vaselina a la cortada o raspadura.
- Deja que la piel se seque al aire antes de cubrirla con una gasa o una venda. Por lo general, no es necesario cubrir cortaduras y raspaduras menores.
Otros consejos para tratar heridas en el hogar incluyen:
- Cambia el vendaje de la herida al menos una vez al día. Si se humedece o se ensucia lo debes reemplazar de inmediato.
- Lava suavemente la herida todos los días.
- Evita el uso de peróxido de hidrógeno o yodo en la herida, ya que en algunas personas estos pueden causar irritación de la piel. Deja de usar otros ungüentos antisépticos si te causan irritación de la piel.
- No pellizques la piel ni la costra, ya que esto puede provocar cicatrices, retrasar la curación y aumentar el riesgo de infección.
- Consulta al médico si la herida no muestra signos de mejoría en 1 o 2 días.

Limpiar y proteger una herida puede reducir el riesgo de infección. Después de sufrir un pequeño corte o raspadura, una persona debe:
- Lavar la cortada de inmediato dejando correr agua limpia tibia durante varios minutos. Después, limpia la piel alrededor de la herida con agua tibia y jabón. Si no es posible usar agua limpia, trata la herida con toallitas con alcohol.
- Deja que la piel se seque al aire.
- Aplica un ungüento antiséptico sobre la herida.
- Protege la herida con una gasa u otro vendaje adecuado.
En el caso de heridas más grandes o sangrado excesivo se necesita tratamiento médico. Un profesional de atención médica puede tratar la lesión para prevenir infecciones y otras complicaciones.
Si se trata de mordeduras de animales o heridas por objetos sucios u oxidados se puede correr riesgo de contraer tétanos y también se debe buscar atención médica. Si es necesario, el profesional de atención médica puede limpiar la herida y ponerle una inyección a la persona para protegerla contra la infección por tétanos.
El tétanos es una condición potencialmente fatal que ocurre cuando ciertas bacterias ingresan al cuerpo y liberan toxinas que afectan los nervios. Los síntomas del tétanos pueden incluir espasmos musculares dolorosos, contracciones y fiebre.
Factores de riesgo
Las cortaduras, raspaduras y otras heridas en la piel se pueden infectar cuando las bacterias ingresan a la herida y comienzan a multiplicarse. Las bacterias pueden provenir de la piel circundante, el entorno externo o el objeto que causó la lesión.
Para reducir el riesgo de infección, es importante limpiar y proteger la herida de manera adecuada.
El riesgo de infección de la herida es mayor si:
- la herida es grande, profunda o tiene un borde irregular
- suciedad o partículas extrañas entraron en la herida
- la causa de la herida fue una mordedura de un animal u otra persona
- la causa de la herida fue una lesión con un objeto sucio, oxidado o contaminado
Ciertas condiciones médicas y factores ambientales también pueden aumentar el riesgo de infección. Estas incluyen:
- diabetes
- mala circulación sanguínea
- un sistema inmunitario debilitado, como en las personas que viven con el VIH o en las que toman medicamentos inmunosupresores
- falta de movilidad, por ejemplo, en personas que pasan la mayor parte del tiempo en la cama
- edad avanzada: los adultos mayores tienen más riesgo de infección de una herida
- deficiencias de nutrientes y vitaminas
En raras ocasiones, las heridas de las incisiones de los procedimientos quirúrgicos también se pueden infectar. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), entre 2006 y 2008, aproximadamente el 1.9% de las heridas quirúrgicas se infectaron en personas que se sometieron a operaciones en los Estados Unidos.
