Hogar

Trucos fáciles para que tu lengua de suegra tenga hojas largas

Cambia su ubicación tradicional, consigue un sustrato arenoso y haz el riego de forma correcta.
jueves, 27 marzo 2025
Cortesía | Tu sansevieria lucirá espectacular sin esfuerzo

Si tienes una lengua de suegra en casa y sueñas con que crezca con hojas largas y majestuosas, entonces este artículo es para ti.

A pesar de ser una de las plantas más resistentes, hay algunos secretos que pueden hacerla crecer más rápido, fuerte y vibrante.

Hoy te cuento los 3 trucos más efectivos para que tu sansevieria luzca espectacular sin esfuerzo, así que sigue leyendo y pon en práctica los tips.

¿Cuánto pueden crecer?

Si le das los cuidados adecuados, la lengua de suegra puede alcanzar hasta 1.5 metros de altura. Sí, casi como un pequeño árbol de interior, pero de fácil cuidado y más aesthetic.

Pero para lograrlo, es fundamental seguir ciertos cuidados que potencien su crecimiento natural.

¿Cómo hacer crecer la planta sansevieria?

Aunque la sansevieria es de bajo mantenimiento, hay algunos errores comunes que pueden frenar su crecimiento, pero no te preocupes, aquí te compartimos los 3 trucos que mejorarán la altura y salud de tu plantita:

1. Cambia su ubicación tradicional

Aunque uno de los tips más recomendados para la lengua de suegra es mantenerla en lugares con sombra y alejados del sol, la verdad es que lo mejor para su crecimiento es colocarla cerca de una ventana luminosa.

Evita las zonas oscuras o con poca ventilación, ya que esto puede frenar su crecimiento.

2. Consigue un sustrato arenoso

El suelo ideal para la sansevieria debe ser similar al de su hábitat natural el cual es África, así que debes buscar un sustrato arenoso y bien drenado, evitando los que sean arcillosos y compactos ya que son los que provocan la pudrición de sus raíces.

Mejor puedes mezclar tierra para cactus con un poco de arena o perlita para asegurarte de que sus raíces crezcan sanas y fuertes.

3. El riego correcto

El riego es clave, ya que como la lengua de suegra es una planta suculenta que almacena agua en sus hojas, no necesita riegos constantes, por lo que con recarga cada 30 días durante el verano y cada 50 en invierno será suficiente para mantenerla hidratada y creciendo.

También puedes recurrir al viejo truco de tocar la tierra antes de regar y si sigue húmeda, espera unos días más.

Recuerda que el exceso de agua es su peor enemigo y puede pudrir sus raíces.

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