“Carruchas con leña” abundan en las calles ante falta de gas

“No hay gas, no hay gas, no hay gas”, se escucha en las calles mientras guayaneses cortan ramas y troncos de árboles para cocinar con leña en sus viviendas.

Por la falta del servicio básico en sus hogares, muchos se trasladan a zonas con árboles, para conseguir lo necesario para preparar los alimentos.

Edgar Guerra, de 52 años, debe caminar desde su casa en Luis Hurtado Higuera hasta el área que está al lado del Cementerio Municipal de Chirica, para cortar leña diariamente.

“Gracias a Dios tenemos este montecito aquí”, dice Guerra, quien para trasladar el material recogido hace “de cinco a seis viajes con la leña en el hombro”.

Explica que en su comunidad no se realizan operativos desde hace dos meses y esta rutina se ha convertido en “el pan nuestro de cada día”.

“Aquí lo que más vemos ahora son carruchas con leña”

Uno de sus vecinos, Moisés Toledo, se encontraba recolectando unas ramas en una carrucha, para trasladarlas a su vivienda. Menciona que “prometieron que harían operativos hace dos meses y todavía estamos esperando”.

En su hogar tiene a tres niños menores de edad que se han visto afectados por la cantidad de humo que inhalan diariamente con esta modalidad.

Se multiplican los buscadores de leña

En la avenida Gumilla, más de 20 personas trasladaban este jueves su nueva fuente de calor para la cocina, mientras otras cortaban las ramas para hacer lo mismo.

Jesús Marcano, de 59 años de edad y residente del sector Raúl Leoni, asegura que le toma unas cinco horas el proceso de salir a su casa, llegar hasta el lugar, cortar los troncos, acomodarlos en el carrito y regresar a casa.

“Y esto si no tenemos algún inconveniente con la carrucha”, añade.

Explica que para prenderla utiliza gasoil, en caso de tener, o plástico. También comenta que solo usan sartenes y pailas especiales para cocinar a leña, para evitar que se dañen las ollas.

Marcano no tiene gas doméstico desde hace dos meses aproximadamente.

La venden en caso de necesidad

¿Qué llevas ahí, una castilla o una tigasco?, bromean entre los vecinos refiriéndose a la leña.

“Esto es lo que nos toca, o hacemos esto o nos morimos de hambre”, reitera Guerra.

Menciona que algunos vecinos de la comunidad se quejan por la cantidad de humo, “pero tenemos que hacer algo para sobrevivir”, afirma.

Algunos han optado por vender la leña recolectada. Los precios varían entre 40, 60 y 100 mil bolívares, dependiendo de la cantidad.

“Entre todos necesitamos ayuda, si alguien la necesita bueno yo se la puedo vender en 40 mil”, dice uno de los tantos que diariamente recorre las calles con su carrucha de leña.

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