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Aumento de ciclistas y peatones ante falta de gasolina

Algunos transportistas cambiaron de oficio tras la escasez de combustible para trabajar en sus unidades.
viernes, 02 octubre 2020
Aumento de ciclistas y peatones ante falta de gasolina
Cortesía/Archivo PRIMICIA | La alternativa de las bicicletas es bastante común últimamente

La falta de gasolina en Ciudad Guayana se refleja en la disminución de unidades de transporte público, aumento de ciclistas y otras personas que se trasladan caminando para cumplir con sus actividades diarias.

José Rosario González, presidente de del Instituto Municipal de Transporte, Tránsito y Vialidad (Imttv), reveló que en Caroní hay 1.568 unidades registradas, de los cuales 1.100 son camionetas y buses a gasolina que no reciben combustible desde hace cuatro meses.

De la cifra, entre 80 y 100 unidades a gasoil logran surtirse y se redistribuyeron para cumplir con las rutas en la ciudad sin dejar ningún sector desasistido.

El objetivo de estos buses es acercar a la gente a zonas priorizadas como mercados y farmacias.

Aún así, es mucha la gente que hace sus diligencias caminando u optan por bicicletas para desplazarse.

“Lo de las unidades a gasolina es un tema complejo porque solo se surte sectores priorizados. La flota a gasolina no lo hace desde hace 90 días y hay unos que desde que inició la pandemia”, destacó Felipe Fernández, vicepresidente del Sindicato Nacional Bolivariano de Transporte.

Esto se traduce en menos vehículos para transportar pasajeros. El problema se extiende a quienes deben viajar, pero no cuentan con quien los traslade.

Euclides Ochoa, representante de la línea Colectivos Socialistas de Venezuela, aseguró que cada vez hay menos unidades trabajando en los terminales de Ciudad Guayana por la falta de gasolina.

Solo las pocas que logran abastecerse de gasoil o conductores que compran combustible “bachaqueado”.

“Yo tengo dos carros parados y me traslado en transporte público. Para gastar cuatro o cinco dólares por litro de gasolina, prefiero gastar en comida”, expresó Ochoa.

José Granadillo, quien también forma parte del gremio, comentó que lleva seis meses sin trabajar; no ha cambiado de oficio y por ahora a su hija lo mantiene.

“Acabaron el sector transporte, casi todos los que hacemos vida en el terminal estamos en la misma situación. Yo no he podido hacer más nada, no pude trabajar más. Tengo unos compañeros que compran gasolina a cuatro o cinco dólares y medio defendiéndose, yo no lo quise hacer”, manifestó el conductor.

Taxis costosos

La falta de suministro de combustible para los sectores no priorizados también afecta a los taxistas, pues no cuentan con tantos clientes como antes. Ahora los pasajeros caminan sin importar qué tan lejos deban llegar.

Para palear la situación, algunos como Jean Jiménez, quien pertenece a una empresa de transporte privado, cambiaron las “carreritas” y los viajes por deliveries.

“No estoy trabajando taxi, ni trasporte, ni viajes porque sale demasiado costoso para un cliente y no quiero abusar de ellos o decirles un precio y que se sientan abrumados. Porque ahorita los precios para una carrera de taxi son abrumadores”, lamentó.

Jiménez afirmó que los trayectos cortos están en 10 dólares, de más distancia entre 15 y 20 dólares.

Mientras que de Puerto Ordaz a San Félix cuesta entre 30 y 40 dólares, montos ajustados al precio en el que se consigue la gasolina: cinco dólares por litro.

“La problemática del combustible nos tiene a todos trabajando bajo unas tarifas y situación que no deberíamos. Antes nos guiábamos para cobrar una carrera por el precio del dólar, ahorita es el precio que amanece la gasolina, uno saca un aproximado”, alegó.

Entre lo costoso de los taxis, la escasez de unidades de transporte público y la dificultad conseguir efectivo, las caminatas son la salida.

“Nos trasladamos caminando, tenemos dos carros parados desde hace dos meses, esto es una injusticia, gasolina solo para sectores priorizados. Me quedan un poco cerca algunos comercios y centros de salud (…) Trabajaba con mi carro y por falta de gasolina estoy sin trabajar”, expresó Cary Salazar.

Nanlys Boada, quien es repostera, prefiere no usar el transporte público y recorre a pie largas distancias para conseguir la materia prima para su negocio.

“He optado por comprar cerca, pero rara vez consigo lo que busco y tengo que caminar, caminar y caminar”, añadió.

Boada contó que aprovecha la semana de flexibilización para en un solo día hacer todas las compras necesarias. “Todo es aprovechar y resulta estresante”, dijo.

Aumento de ciclistas y peatones ante falta de gasolina

Más ciclistas

Jeni Blanco relató que la poca gasolina que tiene en su vehículo trata de guardarla para casos de emergencia, a diario va a su trabajo y hace sus compras en bicicleta.

“Tengo que bajar a San Félix a comprar comida porque es más económica, a veces voy en bicicleta o en el carro, cada vez que hay una bajada lo apago para que no se consuma el poquito de gasolina que tenemos. Al trabajo sí voy todos los días en bicicleta”, admitió Blanco.

Alexander González, miembro de la junta directiva de la Fundación Ciclovía Bolívar, indicó que la situación de la gasolina es precaria y las personas mandan a arreglar las bicicletas que tienen en casa.

Sobre el aumento aproximado de ciclistas en la ciudad, el directivo señaló que la cantidad de personas que se mueven en este medio dobla la cantidad de pedalistas que forman parte del registro de la Comisión Regional de Ciclismo Todo Terreno, el cual está entre 300 y 400 agremiados.

Entre las ventajas de usar bicicleta, González aseguró que representa un vehículo alterno para resolver las compras de alimentos y medicinas, hasta algunos comercios las usan para hacer entregas.

“Una vez que una persona comienza a andar en bicicleta, a uno le da incentivo, se siente bien, te ejercitas y la persona se siente anímicamente bien. Los que tienen algún problema de salud, se sienten activas”, aseguró.

También enumeró que las personas aún con poca experiencia se animan a hacer amigos y visitar los circuitos de montaña de la ciudad, además ayuda a romper el esquema de la cuarentena, de estar encerrado en casa.

Piden ciclovía

Por otra parte, González advirtió que existen varios riesgos al andar en bicicleta.

Muchas personas no tienen experiencia y están expuestos a ser golpeados, ya que algunos conductores no respetan la separación de 1.5 metros entre el vehículo y el ciclista.

“Esa persona que agarró la bicicleta que tenía guardada en su casa, en su mayoría no tiene la indumentaria, la cual incluye el casco de protección”.

“Los ciclistas están expuestos a fracturas de muñecas, de clavícula, golpes en las rodillas y la cabeza”, acotó.

La Fundación Ciclovía Bolívar nació en 2014 con la finalidad de agrupar las ideas y experiencia del gremio de ciclistas para elevar una propuesta de construcción o delimitación de una ciclovía a los organismos del Estado.

González afirmó que en Ciudad Guayana son necesarias áreas permanentes y exclusivas para la cantidad de ciclistas que desde hace seis meses ha venido aumentando.

Admitió que el gremio está dispuesto a apoyar desde su experiencia y cotidianidad en bicicleta para identificar las vías susceptibles para ellos.

“Sabemos que hay que pasar por un proceso y hacer un proyecto. Con la asesoría nuestra (de los ciclistas) se pueden hacer cosas, estamos dispuestos a reunirnos”, destacó González.

La alternativa de las bicicletas es bastante común últimamente, sobre todo porque, de acuerdo con los usuarios, los planes de suministro de combustible en Ciudad Guayana no son tan efectivos.

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