Seis remedios caseros para la congestión nasal

El síntoma más evidente de la congestión nasal es la mucosidad que puede ser acuosa o más densa. Pero hay otras señales que también afectan a nuestra respiración: la irritación, la hinchazón, el picor nasal… Además, inevitablemente, la persona se siente fatigada por la obstrucción. Los siguientes remedios pueden ayudar a aliviar esa sensación.

Vapor de eucalipto

Hierve en un recipiente unas cuantas hojas de eucalipto y, a continuación, haz unos vahos cubriéndote la cabeza con una toalla para inhalar mejor el vapor. Otras plantas que te despejarán la nariz son la menta, el romero o el árbol de té.

Vapor de agua

Si no tienes hojas de eucalipto a mano, pon agua a calentar y retírala cuando aparezca el humo. El vapor de agua caliente te ayudará a quitar el malestar de la congestión nasal. Por otro lado, ducharse con agua caliente también es efectivo ya que el vapor acumulado en el baño te ayudará a despejar tus fosas nasales.

Agua con sal marina

Muchos de los sprais que venden en la farmacia para la congestión son de agua de mar, por eso, si no tienes ninguno a mano, puedes mezclar agua destilada caliente con una cucharadita de sal marina y una pizca de bicarbonato sódico y echarte unas gotas directamente sobre las vías nasales. También puedes aplicarlas con jeringuilla para que el agua penetre con más fuerza y limpie mejor.

Masticar ajo crudo

El ajo es un antihistamínico natural y puede ser muy eficaz para aliviar la nariz taponada. Mastica de 2 a 3 dientes de ajo crudos diariamente para combatir los diversos síntomas de la rinitis alérgica y notarás que sus propiedades inmunológicas te ayudan a recuperarte.

Masticar jengibre

El jengibre también es un antihistamínico natural con propiedades antibacterianas, antivirales, antiinflamatorias… por lo que es de gran ayuda para descongestionar la nariz. Se pueden masticar pequeños trozos de jengibre varias veces al día e incluirlo en los platos que comamos. Además, se puede preparar una infusión hirviendo jengibre rallado con canela y tras colarlo añádele miel y limón.

Consejos

Los lavados nasales diarios ayudan a limpiar y humidificar las fosas nasales

Beber agua es muy importante para hidratar el cuerpo, algo que favorece la descongestión de la nariz.

Dormir de lado ayuda a respirar mejor cuando se tiene la nariz taponada. Si dormimos boca arriba se incrementará la sensación de ahogamiento porque la mucosidad se irá a la garganta.

Utilizar humidificadores ayuda a que el ambiente sea menos seco, algo que irrita las fosas nasales.

Es aconsejable cambiar sábanas y fundas de almohadas para eliminar los virus que pueden quedar del día anterior.

Hacer deporte eleva el ritmo cardíaco y eso ayuda a despejar las secreciones nasales.

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