Cómo preparar un aceite de almendras para el rostro

A juzgar por sus propiedades, las almendras son enormemente saludables. Pese al contenido graso, este fruto seco tiene un sabor que es agradable en cualquier momento. Ya sea como merienda o tomarla a media mañana, muchos la consumen a forma de controlar el apetito, ya que una veintena de estas proporciona la cantidad equivalente a 100 calorías

Tan pronto se conoce que son ricas en fibras, vitaminas B y E, hierro, calcio y fósforo, las almendras también pueden llegar a ser de gran ayuda para eliminar células muertas acumuladas en el rostro.

La manera más común de disfrutar de todos los beneficios de las almendras es tomar un puñado de almendras crudas y con su piel, o incorporándolas a las ensaladas, en batidos o postres. También podemos preparar una mezcla de varios frutos secos, a la que se le puede agregar mayor cantidad de almendras.

Es un gran hidratante, exfoliante, antiinflamatorio, rejuvenecedor y reparador, todas ellas son propiedades que puedes ayudarnos a mantener una piel hermosa durante todo el año, perfectamente humectada y con una suavidad y luminosidad increíble.

Son muchos los tratamientos faciales que se pueden llevar a cabo a base de este aceite, ya que posee un alto contenido en ácidos grasos y antioxidantes, como las vitaminas A y E, que le otorgan unas propiedades hidratantes y rejuvenecedoras muy interesantes.

Por ello, es uno de los mejores productos naturales que podemos adquirir para cuidar la piel de nuestro rostro y embellecerla desde el interior.

La almendra para la piel 

Es hidratante y nutritivo: sus ácidos grasos y riqueza vitamínica es ideal para hidratar todo tipo de pieles, combatir la resequedad y prevenir las irritaciones.

Protege la piel frente a la pérdida de agua y el resultado es un tacto mucho más suave y sedoso.

Es exfoliante: puede ser de gran ayuda para eliminar todas las células muertas acumuladas en el rostro, combatir las impurezas y dejar la piel mucho más luminosa y llena de vida.

Actúa contra el envejecimiento: gracias a los antioxidantes, como la vitamina A y la vitamina E, las proteínas y los aminoácidos que contiene, previene la aparición prematura de los signos de la edad y favorece la renovación celular.

Contribuye a la producción de colágeno y esto evita la formación de arrugas y que la piel se vuelva flácida.

Mejora las afecciones cutáneas: es un buen tratamiento natural para aquellas personas que sufren de psoriasis o dermatitis, pues además de hidratar la piel, alivia los picores, la inflamación y el enrojecimiento que afecciones como estas pueden ocasionar.

Unifica el tono de la piel: funciona muy bien para equilibrar el tono de la piel del rostro y lograr que todas las zonas se vean iguales. Por ello, es un estupendo remedio natural para aclarar aquellas zonas que pueden verse más broncea

Para reparar las pieles maduras, secas o con arrugas hay que aplicar consistentemente cremas antienvejecimiento que nos ayuden a combatir el paso de los años, pero que también nos hidraten y nos dejen la piel como de porcelana.

El aceite esencial de almendras se ha hecho famosos por ayudar en la obtención de colágeno natural y reparación de pieles sumamente maltratadas y por eso lo hemos incluido en nuestra receta.

Vitaminas del aceite de almendras
Las almendras son ricas en vitamina E, fibra, magnesio, riboflavina y fósforo.

Además, son buenas para la piel, ya que actúan como antioxidantes y regenerares celulares, sobre todo en cutis secos o con arrugas, pues son altamente hidratantes y humectantes.

Preparar una crema casera para piel madura

Entre los ingredientes hay que tener unas cuatro cucharadas de gel de aloe vera, una cucharada de almendra en polvo, una cucharadita de bicarbonato de sodio, una cucharada de aceite esencial de almendras, una cápsula de vitamina E y un frasco para almacenar.

El primer paso comienza por revolver las cuatro cucharadas de gel de aloe vera con la cucharada de polvo de almendras y la cucharadita de bicarbonato.

Bate muy bien hasta que se disuelvan la mayoría de los grumos.

En el segundo paso vierte la cucharadita de aceite de almendras y la media cucharada de glicerina, revuelve perfectamente hasta que todos los ingredientes se hayan integrado a la perfección.

Finalmente, guarda en el frasco y lleva al refrigerador por unos 30 minutos. Después de este tiempo aplica sobre el rostro dando un ligero masaje, deja reposar por unos 20 minutos y después enjuga con abundante agua.

Para ver mejores resultados hay que aplicarla durante la noche, por lo menos, tres veces a la semana. Sin embargo, antes de usar realiza una prueba de alergias para descartar cualquier daño.

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