Rosario Castellanos: Un enigma por resolver
Mientras escribimos este ensayo en Netflix se estrenó una película mexicana títulos Los Adioses, sobre la vida y obra de Rosario Castelllanos, pero no muestra una visión global de su vida y menos de su obra, se centran en la relación entre entre Rosario y su esposo, un filósofo profesor de la Unam para adentrarnos en su soledad, y excluye no evidenciar que la visión y profundidad de la relación entre su obra y su vida.
La muestran como dominada por el dolor y la incomprensión, que acallaba con Valium, no en balde muere a la temprana edad, es un inicio alentador para la comprensión de la vida y obra de Rosario Castellanos, para profundizar en su compleja vida y obra.
En el rompimiento con las estructuras mentales de la tradición española, Rosario Castellanos, así como Miguel Ángel Asturias y José Maria Arguedes, parten del mito, ser sin tiempo, para llegar al presente, a la búsqueda del sentido del hombre y del universo.
La visión irónica: Uno de los personajes de Uluame González recibe de un duende una lección: “Practicaras una vez más tu ejercicio de olvido, sustituyendo las cosas por los ecos de las cosas”.
Siempre nos faltó, observa de Rosario, su sentido de la historia. Padecemos de falta continuidad. Queremos registrar un pasado que negamos, necesitamos construir un pasado para poseer el futuro. para Rosario, “en el pasado se profundiza y alimenta nuestras raíces. Muchos de nuestros actos, muchas de nuestras costumbres sólo se explican cuando recordamos. La memoria es temporalidad ordenada y definida, a través del lenguaje. Sólo así el núcleo humano adquiere perspectivas de nación en que palpita la historia de toda la humanidad”.
Observó varias veces que la literatura mexicana estaba impregnada de muerte. La conclusión que hizo de esa observación, la encamino no hacia el sufrimiento sino a la ironía.
– El gusto del mexicano por la muerte se explica por el hecho de que, para los pueblos prehispánicos importaba más la manera como se muere de la manera como se vive. Así como Octavio Paz decía, cierta vez, que nuestra muerte ilumina nuestra vida, en nuestras representaciones populares son siempre burla de la vida, afirmación de la nada, de la significación de la existencia humana. Si Octavio Paz tenía razón, por qué no huir de la muerte? Reír de algo es una forma simbólica de colocarse fuera del alcance de ese algo y también un modo de acrecentar un poco nuestra libertad.
Esa declaración es importante, pues fue, de hecho, en la contemplación irónica de la vida que RC encontró el instrumento de su victoria contra la soledad.
Concebía el mundo como obstáculo. En que cada individuo está encerrado en sí mismo. Y es por eso que no hay diálogos en sus novelas, lo mismo cuando, siguiendo de forma muy personal la tradición indigenista, aborda el lado dramático del problema del indio.
Nunca se dejó atraer por el análisis psicológico. ni por el cuadro de costumbres en que generalmente naufragaron los libros escritos por mujeres. Pero también no se preocupó demasiado con la renovación formal, ni con la confesión, ni con el gesto claro de solidaridad. Sus últimos versos muestras, a través del despojamiento, una conciencia que extirpó al dolor y a la contemplación de afuera. Con ironía.
La novela hispanoamericana, desde sus inicios comprometida con la circunstancia y respondiendo a una necesidad vital, ha sido instrumento de captación de la problemática de una sociedad en transformación.
El conflicto del hombre con las fuerzas de la naturaleza constituye el primer momento de la producción de ficción. En el siglo pasado, este rol se cumplió muchas veces, en detrimento de las cualidades estéticas.
Con el modernismo, los nuevos caminos de la indagación introducen la preocupación estética en la penetración de la realidad americana.
La ficción se convierte en testimonio del mundo interior, accediendo a la dimensión ontológica. La apariencia se suma a la esencia. Con la anexión del mundo interior, la realidad adquiere la trascendencia que le faltaba hasta entonces en el universo de la ficción.
La imagen globalizante del hombre americano es asumida por una narrativa en su dimensión ética y estética. La novela se fosiliza parcialmente en una realidad, atendiendo a la parte externa de los hechos, se convierte en la expresión vivificada de la compleja realidad americana. ‘
El reconocimiento que el lector hace entre su realidad y el producto literario tal vez sea uno de los factores del gran consumo de la novela hispanoamericana actual.
Así siendo, nos parece primordial el hecho de que los escritores hispanoamericanos encuentran cada vez más eco en lectores atentos y participen de la obra literaria, una comunicación mayor entre el autor y el lector.
Al mismo tiempo en que los escritores revelan el movimiento interno e interno de una época, descubren nuevos ángulos enriquecidos de la realidad, expresados por el lenguaje – realidad profunda de una obra y creación social por excelencia.
Pasa a establecerse una relación entre las formas artísticas y la realidad total del hombre en todos sus planos, esto es, de lo específicamente concreto a lo mítico. Junto al eco de los nuevos siglos resuena el eco de los siglos precolombinos.
Se procesa la integración del artista con la realidad, poblando de mitos el universo ficticio. El mundo de seres sumergidos en el tiempo infinito aparece como una realidad que se entrelaza. con la realidad cotidiana.
La novela peruana tiene una vocación de realismo. desde el Lazarillo de Ciegos Caminantes, pasando por aves en el nido hasta Casa Verde de Mario Vargas Llosa que se acerca a la visión de Rosario Castellano.
Nutriéndose de hechos reales, de acontecimientos del tiempo histórico, el narrador ha procurado hacer corresponder narración y época.
Tal es el caso de la novela de Manuel Scorza, Buen día para los Difuntos Su escritura ( osea la relación entre escritura y sociedad) es el lenguaje literario transformado por su destino social. Scorza incorpora al relato todo el caudal metafórico de la vanguardia, al mismo tiempo, que la renovación de los procedimientos narrativos, rompe con psicología tradicional del realismo descriptivo. Partiendo de un artesanato poético anterior, Scorza rompe con la estructura tradicional de la narración aboliendo el orden de los episodios, a través del flashback y el simultaneismos.
La preocupación por el tiempo convierte el espacio metáfora lo hace a renunciar a la cronología de los hechos para presentar simultáneamente vidas diferentes o momentos diferentes de la misma vida. El autor avanza y retrocede en el tiempo, deja y retoma el relato en lla primera persona. El punto de vista es móvil, impredecible , microscópico y telescópico. Los personajes son vistos por fuera y por dentro: son libres y no son seguidos hasta las últimas consecuencias. Deja de lado lo individual para lanzarse a lo colectivo. A través de personajes que, al mismo tiempo, rescate del esquematismos tificador
La Soledad de un Continente une a Rosario Castellano y Octavio Paz
Publicado hace más de veinte años, sólo ahora llega al Brasil El Laberinto de la Soledad, conjunto de ensayos en que el pensador mexicano Octavio Paz intenta descifrar, con visión de historiador y lenguaje de poeta, el enigma del carácter de los descendientes de los aztecas. ¿Por qué su fascinación por la muerte? A los ensayos, se sigue un texto escrito en 1970 después de la masacre de los estudiantes de la Universidad de México hecho que llevó al escritor a dimitir del cargo de embajador en Italia.
El carácter de los mexicanos es un producto de las circunstancias sociales e históricas imperantes en el país. Durante muchos años (y tal vez hasta hoy en día) el Mexico fue considerado al margen de la historia universal.
Seres enigmáticos para si, se atreven a ser sólo en soledad. En esta evasión de sí mismos, las máscaras servían para ocultar formas no creadas, manifestaciones vacías de las particularidades. El pudor mexicano, tan decantado en autores como Alarcón y Villaurrutia, tiene un carácter defensivo: recato y reserva defienden la intimidad.
El horror a la apariencia hace al mexicano disimular la existencia hasta confundirse miméticamente con los objetos que lo cercan. La imagen del mexicano oculto en su largo sombrero no es apenas plástico. Sin embargo, más amplio que ese sentimiento de reserva es el de la soledad: Somos en verdad diferentes. Y en verdad estamos solos.
El mexicano busca sus orígenes: sucesivamente afrancesado, hispanista, indigenista, pocho la soledad. Es una fuga y un regreso que intenta restablecer los lazos que nos unían a la creación.
Estas son algunas de las ideas centrales de. los libros de ambos que ahora surgen en portugues. Su autor, Octavio Paz presenta actividad de critico que reviste significación especial en el contexto actual de las letras hispanoamericanas. Ilustra lo que Elliot definio como la crítica de los practicantes, estos es, la crítica hecha por el creador, posteriormente, en Corriente alterna: La misión de la crítica es inventar obras para ponerlas en relación: descubrir su posición en conjunto y de acuerdo con las predisposicion y tendencias de cada una. En este sentido, tiene una función creadora: inventar una literatura (una perspectiva, un orden) a partir de las obras.
El pensamiento crítico de Paz tiene una idea clave: la conquista de la soledad por medio de la comunión. La soledad es el yo. Todo esfuerzo en conseguir comunicación culmina en la comunión. Ese esfuerzo puede ser el poema, el gesto, la música, la pintura y, como indica Lévis-Strauss, una lengua. Lo esencial es la ruptura de la soledad para alcanzar la comunión.
Los temas que comenzarán a ser discutidos en el Laberinto de la Soledad (en 1950), continuarán en los signos en rotación y confluyen para las relaciones entre la poesía y la comunidad moderna. En un universo que se disgrega, totalidad que dejó de ser pensable excepto como ausencia o colección de fragmentos heterogéneos, el yo también se disgrega.
La dispersión de la imagen del mundo en fragmentos desconexos se resuelve con la pérdida de la otredad. El mundo como imagen desaparece y en su lugar se erigió la razón técnica. El objeto de la búsqueda del poeta es el otro, un salir del propio yo, para mirar desde el yo de otro. El hombre oriental según lo que Paz vio durante sus años de permanencia en la India, alcanzó vislumbrar esos opuestos bajo la forma de conjunciones.
Y es en el tiempo clásico que Paz ve la unidad de los opuestos y la esperanza de las reconciliaciones. El tiempo es un presente donde el pasado y el futuro se reconcilian. Para los antiguos mexicanos, la vida se prolonga en la muerte y viceversa, en un proceso cósmico siempre repetido. Espacio y tiempo formaban unidades inseparables. Actualmente, el mexicano desprecia la muerte y la cultura. Morte y vida son contrarios que se complementan. De ahí la conmemoración del día de los muertos, en que hasta las balas y la dulce de las crianzas tienen la forma de calavera.
Es a partir del laberinto de la soledad que Paz concibe la naturaleza humana como escindida: el otro es la mitad perdida; solamente gracias a las vivencias privilegiada del amor, la imagen poética y lo sagrado, el hombre podrá alcanzar en sí mismo la otra orilla, estos es, la unidad de opuestos. En las primeras obras busca una naturaleza humana que fuese unidad de opuestos, en las obras más recientes busca la naturaleza humana en otra unidad de opuestos: la unidad más general de los signos cuerpo y no-cuerpo. Tal como expresa Rosario Castellanos en sus obras.
En el espacio crítico de la América hispánica, aún tan mal definido, la meditación de Paz quiere explicar el ser latinoamericano, lo que motica su conducta y lo liga a su cultura, dando como resultado ese libro complejo, denso y rico. investiga el pachuco, con su voluntad de ser, esto es, de no ser como los otros que lo cercan. El hispanoamericano debe despertar para la historia lo que significa: adquirir conciencia de nuestra particularidad, momento de reposo reflexivo antes de entregarnos al hacer.
Por la lucidez con que nos conduce al conocimiento de algunos mundos poéticos ( y al suyo propio), por devolver a la crítica su función creadora, en el sentido de inventar una literatura, a partir de las obras los ensayos de Octavio Paz, publicados en el Brasil, merecen la reflexión del lector apasionado por poesía crítica. En el lenguaje, en las palabras. Paz se busca a sí mismo y busca el punto de comunicación con todos los hombre. Y Rosario busca redimir a la mujer envilecida, explota y dominada.
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