¿Por qué pensamos que algunos números y fechas traen suerte?

Para cerrar un vínculo legal de amor se necesitan dos personas. Por ello, no es de extrañar que en las regiones tradicionalmente cristianas se considere que el dos es el “número del amor cristiano y afecto mutuo, de los matrimonios y de la vida social”. Al menos así lo definió el filósofo alemán Heinrich Cornelius Agrippa von Nettesheim en su obra del siglo XVI De occulta philosophia.

En este segundo mes del año, las parejas que quieran que su unión se refleje en la fecha de su matrimonio, el 22.02.2022, tendrán la oportunidad de celebrarlo por partida doble. A diferencia del 02.02., el 22 es también un “número par de la suerte”. En Alemania, por ejemplo, se dice que cada vez que una persona cumple años con números similares, como 22, 33 o 44, tiene que invitar a un trago corto.

Según una teoría, se los conoce también como números de la suerte porque los borrachos ven las cosas dos veces. Otra teoría dice que en un juego de dados había que beber un trago corto si el número de puntos era el mismo. El psicoterapeuta y escritor berlinés Wolfgang Krüger cree que las fechas con “números de la suerte” tienen un poder simbólico. “La gente le atribuye un cierto efecto de suerte”, declaró a DPA. Y en ese caso correspondería a la creencia en el matrimonio, que tiene una fuerte carga simbólica.

Las bodas con números de la suerte no son un fenómeno puramente occidental. En China, especialmente en 2008 y 2009, hubo numerosas bodas masivas en sus días considerados propicios. Los números ocho y nueve, en particular, tienen un gran significado. El número ocho se asocia con la riqueza y la salud en China. El 08.08.2008, unas 314.224 parejas se dieron el “sí” en el país asiático. Asimismo, los que se casaron el 09.09.2009 esperaban como resultado un futuro largo y feliz juntos, porque, al parecer, el número nueve en chino tiene una similitud fonética con la palabra “jiu”, que significa “duradero”.

Los números pares -especialmente el 8- se consideran afortunados en China. Y se dice que “las cosas buenas vienen de a dos”. Dos tampoco es un mal número. Los números pares son considerados estables y equilibrados de por sí. Sin embargo, varía de una cultura a otra el número al que se asigna un posible efecto positivo o uno negativo.

Números que significan mala suerte

En la India, el ocho es el número de mala suerte. En China es el número cuatro. Inicialmente, como un número par, significaba una buena vida. Debido a que suena parecido al término “muerte”, su carga simbólica ha cambiado. Fuera de China, muchos asiáticos evitan ahora el número por sus connotaciones negativas. En los edificios, por ejemplo, a la tercera planta le sigue muchas veces la quinta, y en los rascacielos, a veces se saltan los pisos 40 a 49.

Tanto en China como en Tailandia y Vietnam, el número siete también suele ser impopular. El séptimo mes se considera un mes de fantasmas. En cambio, en las culturas cristiana, musulmana y judía, el siete suele ser un número de la suerte. En las respectivas escrituras sagradas, hay numerosos ejemplos en los que el número siete promete cosas buenas. En la Biblia, por ejemplo, las sagradas escrituras de los cristianos, la creación duró siete días.

En muchas culturas, el 13 es el número de la desgracia. En los cuentos de hadas, esa cifra suele traer la desgracia, como en “La bella durmiente” de los hermanos Grimm. El miedo al número 13 tiene incluso su propio término, “triscaidecafobia”, y se considera una superstición. Por ello, algunas compañías aéreas prescinden de la fila 13 en su flota de aviones.

Viernes 13 no solo es impopular entre los novios: el hecho de que exista una película de terror estadounidense con el mismo nombre habla por sí mismo. Pero el temor específico a esta fecha puede convertirse en un trastorno fóbico: los que evitan las citas en esta fecha o, incluso, no se levantan de la cama ese día pueden sufrir de “parascevedecatriafobia”.

Los orígenes del simbolismo numérico

La conexión entre número y significado es muy antigua. Probablemente se remonta a Mesopotamia. Experimentó su primer apogeo entre los pitagóricos. Las enseñanzas cabalísticas -una tradición mística de transmisión oral dentro del judaísmo- y las especulaciones mágicas medievales son conocidas por la conexión entre números y significado. Y en la numerología esotérica, que según el autor de Léxico de los símbolos, Udo Becker, llega a “especulaciones en su mayoría completamente infundadas”, el simbolismo de los números ha perdurado desde la nueva era.

La forma en que un número obtiene su significado puede ser muy diferente. En las cábalas, por ejemplo, esto ocurre por medio del intercambio de números y letras. Otra posibilidad es el ejemplo del número cuatro chino: aquí, una similitud fonética fue el origen de la carga negativa. Las costumbres religiosas y los tradicionales cuentos de hadas son otras fuentes para asignar carga negativa a los números.

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