Pacientes recuperados de covid-19 instan a tener fe y mantenerse positivo

Tras haber superado el covid-19, dos ciudadanas relataron sus testimonios como sobrevivientes, mientras hacían un llamado a tener fe y mantenerse positivo.

Zoila Valenzuela pasó varios días entrando y saliendo de una clínica para atender a su esposo, quien se recuperaba de una operación por un derrame cerebral.

Después de seis días empezó a sentir fiebre y escalofríos, síntomas que atribuyó a un posible resfriado o “al frío de la clínica”.

Una pastilla y un té aliviaron los primeros síntomas, pero dos días después presentó una tos que alertó a sus familiares.

Una enfermera se encargó de los cuidados de su esposo mientras le aconsejó que tomara precauciones por tratarse de un posible caso de covid-19.

Ese día, un médico internista visitó a su esposo para evaluar su recuperación y aprovechó para que le recetara algo para contrarrestar los síntomas.

“Me aplicaron una dexametasona subcutánea. Tenía tos persistente y volvió la fiebre, tenía malestar y estaba decaída. La tos no me dejaba respirar, me privaba”, recordó.

La especialista también le recetó nebulizaciones, lo cual calmaba su tos pero era persistente. Empezó a tomar esteroides y antibióticos por orden médica.

Diagnóstico

Aún sin confirmación de que se tratara de coronavirus, le tomaron muestras de sangre y arrojó que tenía algunos niveles alterados.

En ese momento se pudo confirmar el diagnóstico de covid-19 de Valenzuela, quien sufrió de una neumonía con derrame pleural y fue aislada inmediatamente de su esposo y sus hijos.

Después de una semana de haber iniciado con los síntomas, también resultaron contagiados su mamá y sus dos hermanos.

“Del proceso de recuperación lo más difícil fue estar sentada nueve días en un mueble sin poder hacer nada, sin hablar, solo recibir tratamiento, puro pensar en mi esposo tirado en una cama, sin poderse mover ni atender”, lamentó.

Valenzuela confesó que nunca tuvo miedo, ya que sus familiares se mantenían atendidos las 24 horas del día por una enfermera particular.

“(Estaba) sin poder hacer nada, sin poder hablar porque el hablar me causaba la tos, me trancaba, me daba la crisis”, agregó.

Mientras se recuperaba, uno de sus hermanos fue ingresado en la sala covid-19 del Hospital Dr. Raúl Leoni, en Guaiparo.

“Yo no podía ingresarme porque era abandonar. Decidí enfrentar la enfermedad aquí en casa, pero atendida. Con mucha fe en Dios, mucha mente positiva”, contó.

Concentrada en vivir

Valenzuela reveló que su mamá también sufrió una neumonía con derrame pleural, y llegó a tener más del 50 % de sus pulmones comprometidos.

“Estaba concentrada en vivir. Hoy en día veo la obra de Dios aquí en la casa. Cuatro sobrevivientes del covid-19 y mi esposo recuperado de un derrame cerebral”, resaltó.

La ciudadana instó a las personas que aún luchan contra la enfermedad a orar mucho, pedirle a Dios y tener fe.

“Que nunca decaigan. Que la desesperación nunca los abarque. Este virus ataca el sistema inmunológico y lo primero que se piensa es en que se va a morir”, apuntó.

Declaró que su esposo e hijos no se contagiaron de covid-19 por todas las medidas de bioseguridad que se tomaron dentro de su hogar.

Valenzuela hizo un llamado a no exponerse en la calle y seguir cumpliendo con las medidas de prevención, usando agua y jabón para limpiar las manos y los objetos.

“Hay que tomar precauciones. Evitar las reuniones así sea con familia, no visiten, no se reúnan porque es contagiarse y exponerse”, mencionó.

No hay evolución constante

Sarah Escalona se hizo la prueba de covid-19 aún siendo asintomática. Sus primeros síntomas fueron malestar general y fiebre.

Con el paso de los días sintió opresión en el pecho, perdió el gusto y el olfato. Pasó 12 días de tratamiento en casa.

“No hay una evolución constante, es decir, puedes estar mejor un día y al día siguiente sentirte peor”, expresó.

Apuntó que una de las dificultades en el proceso de recuperación fue manejar los pensamientos negativos relacionados con el covid-19.

“Todo es tan nuevo y se especula tanto que realmente da miedo investigar y leer por Internet”, comentó.

Admitió que nadie sabe cómo se siente el covid-19, porque a otros pacientes les da pena contar sus testimonios o por el temor a ser señalados y porque el virus se manifiesta en diferentes formas en cada organismo.

“Cuando no hemos tenido covid-19, conocemos todas las medidas preventivas, pero nadie sabe lo que es normal sentir o no sentir mientras tengas el virus”, acotó.

Evitar la ansiedad

Como secuelas, Escalona ha presentado cansancio, también le costó recuperar el gusto y el olfato, por lo cual le tocó hacer terapias con un otorrinolaringólogo.

“He tenido cansancio, generalmente soy una persona anémica, esto hizo que se agudizara más (…) En este momento me estoy haciendo otros estudios médicos posteriores al virus”, añadió.

Escalona recomendó a los pacientes de covid-19 a escuchar su cuerpo, que hablen y consulten con su médico de confianza y eviten la automedicación.

Acotó que es importante evitar todo lo que genere angustia y ansiedad, al contrario, que realicen actividades que les permita distraerse del virus.

“Mantenerse positivo. Lo que sientes y piensas influye en la evolución”, expresó Escalona.

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