Maltrato a menores muchas veces deriva en tragedia

Recientemente fuentes judiciales señalaron que el abuso y maltrato contra menores incrementó un 60 % en Bolívar.

Cuando la víctima es adolescente, su reacción ante la violencia tiende a ser más drástica, sino consigue ayuda para confrontar la situación.

En ocasiones atentan contra su propia vida, incluso después de revelar señales o ser directos con terceros al contarles lo que padecen.

El victimario puede ser alguien perteneciente a su familia o muy cercano al círculo.

Especialistas en materia legal mencionan que al comprobar que, por medio de otro, una persona atentó contra su vida, al implicado lo procesarán por inducción al suicidio.

Lo expuesto en el Código Orgánico Procesal Penal (Copp) refiere una condena de entre 7 y 10 años.

“El que hubiere inducido a algún individuo a que se suicide, o con tal fin lo haya ayudado, será castigado, si el suicidio se consuma, con presidio de siete a diez años”, reza el artículo 412.

Dos en 2019

De acuerdo a los reportes de PRIMICIA y ratificado por autoridades, a finales de 2019 dos adolescentes, de 15 años, atentaron contra sus vidas por el maltrato familiar.

En ambos hechos las jóvenes dejaron “una carta” responsabilizando a sus padres de lo ocurrido.

El primer caso fue a principios de agosto, en San José de Chirica. La víctima se llamaba Victoria Salazar.

Sus papás, Joel Salazar y Olivia Fuentes, fueron arrestados.

Sin embargo, familiares y vecinos protestaron para exigir la libertad de estos, asegurando que le prestaron los primeros auxilios a la menor.

Transcurridos casi dos meses de ese caso, sucedió el segundo en el sector Doña Bárbara.

Luisana Martínez -según lo declarado por sus progenitores- bebió cloro, lo que le causó la muerte.

No obstante, tras los resultados arrojados de la autopsia, a Luis Francisco Martínez y Damerys Ramírez -padres de Luisana- los privaron de libertad.

Según fuentes tribunalicias, los papás de ambas víctimas enfrentan un proceso judicial y “siguen detenidos”.

Factores de alerta

Si bien este tipo de acciones no son frecuentes, especialistas dicen que “para una víctima suele ser una salida cuando se siente incomprendida”.

En declaraciones previas, la psicóloga Carolina Rodríguez acotó que el confinamiento aumentaría los abusos.

Ocurre que las víctimas pasan más tiempo con sus victimarios y no tienen a dónde acudir.

Por esta razón muchos “sufren en silencio” y otros “optan por soluciones más trágicas”.

Mencionó que hay otros patrones autodestructivos: auto lacerarse, el consumo de sustancias como alcohol o droga, exteriorizar conductas heterodestructivas o violencia hacia sus pares y figuras de autoridad.

También recordó los cambios repentinos en “hábitos de sueño, alimentación, juegos o intereses, estado anímico y dinámica de interacción social”.

“Puede aislarse o relacionarse de manera inadecuada”. Todos estos son factores de alerta ante el maltrato.

Por ello la especialista acotó que “padres o cuidadores deben supervisar la conducta de los niños o adolescentes”, indicador para “evidenciar que algo sucede”.

Otros de los puntos recalcados fue buscar ayuda profesional desde el primer momento que se “sospeche” de la irregularidad.

De igual manera, resaltó la importancia de “escucharlos” y recordarles que nada de lo que pase es “su culpa”, sobre todo hacerlos sentir “comprendidos”.

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