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Gregorio Arroyo: El psicólogo guayanés que tomó las redes como consultorio

Las consultas se pueden hacer a través de Whatsapp, Zoom, Skype o cualquier medio que el paciente utilice.
jueves, 30 abril 2020
Cortesía Instagram | El psicólogo José Gregorio Arroyo está en Buenos Aires

José Gregorio Arroyo Vivenes, un psicólogo guayanés que actualmente vive en Buenos Aires, Argentina,  tiene una propuesta con la que buscó “reinventarse y seguir ayudando a la gente” durante la pandemia.

Citas psicológicas on-line para cualquier persona a través de Whatsapp, Zoom, Skype o el medio que el paciente utilice.

Mediante una entrevista realizada por PRIMICIA, habló sobre esta iniciativa:

Arroyo comentó que la idea nació debido al coronavirus, ya que “ha sido detonante de muchísima ansiedad y patologías psicológicas con las que las personas no sabían a quién acudir”, contó

“Los consultorios están cerrados. Entonces decidí incursionar en este mundo para alcanzar a muchas personas, no solo de Venezuela sino para cualquiera que lo necesite”, agregó.

En su cuenta de Instagram @psicgregorio, se podrá conseguir su número de Whatssapp para pautar una cita, la cual dependerá de la disponibilidad del paciente o del país en el que se encuentre.

Hay que establecer un horario adecuado para ambos.

Señaló que la primera consulta es gratis para los venezolanos.

“La consulta dura 50 minutos. Se podrán realizar cada 15 días, dos veces a la semana, semanalmente (…) todo depende del problema que tenga el paciente”, sostuvo.

También aclaró que su atención “va dirigida a adolescentes, familias, parejas, problemas por migración. También se hacen terapias grupales o individuales e incluso algunos casos de escolaridad”.

Con respecto al bienestar psicológico de las personas durante la cuarentena, el psicólogo dijo que “como somos seres sociales siempre vamos a necesitar, la cercanía, el contacto o la ayuda del otro, por eso es que nos ha pegado el hecho de estar encerrados”.

El psicólogo resaltó que la cuarentena “afecta si permitimos que nos afecte. En el sentido de caer en la monotonía y el negativismo recurrente”.

José Gregrorio reveló que “a lo mejor al latino no le ha afectado tanto por ser jocoso, jugador, y porque a todo se le saca un chiste y busca la manera de reinventarse”.

Mientras que “en países europeos donde la mayor parte del año están en climas fríos y están más acostumbrado a salir y distraerse, la cantidad de suicidios ha aumentado por miedo al coronavirus”.

Consejos

Además, informó de algunas medidas para evitar cansancio mental durante este periodo de aislamiento:

“Hay que tener alguna actividad que hacer en casa como algún deporte, un hobbie, ver una película, hablar con la familia y hacer algo para distraerse”, apuntó

“Si estamos todo el tiempo sedentarios esta situación nos va a pegar más, generando niveles de tristeza y ansiedad” que luego se pueda convertir en algo mucho más grave.

También confesó que el hecho de que el aislamiento sea “obligatorio”, le afecta a muchas personas.

“Lo que más eco me han hecho los pacientes ha sido el tema de la palabra -obligatoria-” debido a que es una palabra fuerte y hay personas que les cuesta un poco más acatar ciertas normas que a otras.

Cuando se le preguntó sobre la importancia de la orientación psicológica durante la cuarentena contestó:

“Es de suma importancia en cualquier momento de la vida, en cualquier momento y durante cualquier etapa, solo que en Latinoamérica no se tiene esa costumbre o se piensa que solo van los locos y no es así, pues la palabra ‘loco’ no existe en los manuales diagnósticos”.

Aseguró que “ir a un psicólogo es algo totalmente normal (…) Lo que pasa es que la gente no se preocupa de su salud mental”.

Al mismo tiempo acotó que la salud mental es muy importante ya que si la gente se preocupara más “seríamos una sociedad más sana, más tranquila y más coherente”.

Arroyo también expresó que el aumento de personas que acuden a un psicólogo no se debe directamente al coronavirus, sino que por tener tanto tiempo “libre” para pensar y meditar, se han dado cuenta de las cosas que estaban reprimidas o que no se han dicho y comienzan a detonar muchas cosas.

“Un ejemplo es el no saber convivir con la familia. Problemas familiares del tipo ‘no me gusta compartir con mi familia’ o ‘mi esposo hace tal cosa y no me gusta’. Esto se debe a que no estamos con el estrés del día y todo está saliendo a flote, por eso es propicio hablar con un psicólogo y no guardarse las cosas. Hay que identificar, vivir y sanar tus emociones”, explicaba.

Y finalizó con la frase de un popular psicoanalista “tú eres aquello que haces, no aquello que dices que harás”, haciendo referencia que siempre decimos que haremos algo y al final no se hace nada.

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