“De Venezuela estamos demasiado enamorados”

María Belen Francesena y Mateo Pinto, salieron desde diciembre 2020 a viajar por el mundo en bicicleta y pese a todas las advertencias decidieron conocer Venezuela.

Ambos son argentinos y se conocieron en un viaje a La Patagonia. Ella quería volver a Mar de Plata, él quería seguir de aventuras.

La pandemia le permite a María Belen continuar su licenciatura en Nutrición vía virtual y así acompañar a su pareja, Mateo en este recorrido de miles de kilómetros.

De su natal Argentina, pasaron por Bolivia, estuvieron a más de 4 mil metros de altura y sobreviviendo las bajas temperaturas.

El clima no es solo uno de los obstáculos que enfrentan estos argentinos, sino también la supervivencia económica.

“Hacemos postales para vender”, responden con naturalidad, mientras sacan varias de su bolsillo para mostrarlas, durante su visita a PRIMICIA.

“Es alucinante viajar, conocer lugares, compartir con otros de viaje”, dice Mateo. “Hemos hecho panes, o trabajamos de camareros cuando hemos necesitado”, complementa María Belén.

¿Qué han recorrido?

De Bolivia pasaron a Perú a conocer el lago más grande y alto del mundo y por supuesto a Machu Picchu, luego fueron a Ecuador donde quedaron fascinados por la cantidad de volcanes activos.

Sobre el tiempo de permanencia en cada país, aclararon que depende de migración. Mientras en Ecuador les dieron 190 días, en Colombia solo pudieron conocer sus cordilleras, Cali, eje cafetero y zona de guerrilla en 80 días.

Entrar a Venezuela – donde tienen permitido estar dos meses- no fue sencillo, les hicieron muchas advertencias del peligro que corrían de entrar por Maicao, pero la comunidad de ciclistas venezolanos fueron nobles.

“Nos fueron a buscar para escoltarnos, nunca nos había pasado algo así”, expresó María Belen conmovida. Y menos mal, porque reconocen que fue un trayecto hostil.

Sin embargo, destacan que la Guardia Nacional los ha tratado muy bien durante su travesía. “Primera vez que la fuerza armada nos trata tan bien”, reiteraron.

Enamorados de Venezuela

Mateo va nombrando las ciudades visitadas tal y como lo diría un venezolano orgulloso. “Cruzamos el puente de Maracaibo, luego Mérida, fuimos a Barinas, Valencia, Colonia Tovar, La Guaira”; hasta que llegaron a su destino predilecto: la isla de Margarita.

La pareja estuvo a punto de no cumplir su sueño, porque les resultaba muy costoso el pasaje, pero una naviera privada los invitó.

Desde Puerto La Cruz manejaron en bicicleta hasta Puerto Ordaz, donde quedaron maravillados de La Llovizna y encantados al compartir de cerca con los monos, que como es costumbre, no los dejaron irse sin quitarles una chuchería.

Estos aventureros pudieron ver la confluencia de los ríos Orinoco y Caroní, así como visitar el parque de La Navidad.

Pero el viaje sigue. El próximo destino sería la Gran Sabana, Brasil, Surinam, Guyana, Paraguay, Uruguay, hasta volver a su origen: Argentina en 2024.

Luego de conducir casi por toda América Latina, aseguran que los venezolanos han sido los más amables y que no hay como las playas de Margarita.

“De Venezuela estamos demasiado enamorados”, insisten.

Usted lector, si quedo con ganas de saber más de estas aventuras, puede ver toda su travesía en sus cuentas de Instagram @belufrc @simba.on.wheels

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