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El agua: cada vez menos consumible

Guayaneses afirman que el agua del chorro sale amarilla.
jueves, 21 marzo 2019
Agua (Archivo PRIMICIA) caudal
Archivo PRIMICIA | Aunque salga de un color normal, no se atreven a consumirla

El agua que sale por las tuberías en Ciudad Guayana ha sido cuestionada en los últimos años. Tanto así que pocos se atreven a consumirla directamente del chorro y optan pro hervirla o comprar botellones en sitios de recarga.

Algunos habitantes de la ciudad creen que esto se debe a la falta de mantenimiento en los tanques y a la suciedad acumulada en las tuberías.

María José Carreño, habitante de San Félix, asegura que el color del agua es amarillo y que esto se agudizó más luego del apagón del 7 de marzo.

Comenta que hace algún tiempo tuvo alergia en la piel y luego de ir al médico, se enteró que había sido por culpa del agua.

“Desde esa vez no consumí más agua directo del chorro, prefiero hervirla o comprar los botellones”.

Lo mismo paso en la casa de Argenis Silva, residenciado en Manoa. Él asevera que el agua llega con residuos de arenilla en algunas ocasiones y que, por supuesto, esa particularidad no permite que se pueda consumir. Allí también el aspecto es amarillo.

Silva comenta que el problema en Manoa no es solo la calidad del agua, también tienen dificultades con el suministro; señala que por lo menos en los bloques ya casi nunca tienen el servicio.

Renni Rivas vive en Los Sabanales y concuerda con que el agua en Ciudad Guayana no se puede ingerir directo del chorro.

“La calidad del agua es pésima, en mi casa y todos mis vecinos debemos comprar agua Clarita casi diariamente”.

En algunas comunidades el agua ni siquiera llega

No apta para el consumo

Las denuncias que hacen los habitantes de Ciudad Guayana coinciden con las que hacen algunos días hicieron a través de las redes sociales los vecinos de San Diego, estado Carabobo.

Tras pasar varios días sin luz, reportaron que el agua que salía de las tuberías era completamente negra, “casi como petróleo”.

Victor Díaz, habitante de Luis Hurtado Higuera, manifiesta que en su comunidad desde hace más de 12 años la calidad del agua es cuestionable.

“No solo tenemos problemas con la cantidad de agua que nos llega, lo poco que llega es sucia, por lo que solo la podemos usar para hacer algunas tareas del hogar, pero no para consumirla”.

Díaz indica que esto se debe a que los entes encargados no se han ocupado de mantener y limpiar las vías que suministran el agua para toda la ciudad.

No hay control de calidad

Noris Cordero, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de Hidrobolívar, informa que el control de calidad del agua “no se está haciendo”.

Indica que el personal que se encarga de ello no va a la empresa desde antes de Carnaval por la falta de transporte.

“No hay nadie que chequee la calidad de agua, y eso es un trabajo que se tiene hacer diariamente”.

Cordero dice que en Ciudad Guayana, los acueductos del oeste, el industrial, el de Toro Muerto, el Sistema Integral Macagua-San Félix y la planta Río Claro funcionan porque el agua “llega” a las casas, pero que los chequeos no se están haciendo.

 

Informa que no se hacen controles de calidad

Chequeos químicos y físicos

Para que el agua llegue limpia y pueda ser consumida sin causar ningún tipo de daño, se le deben hacer algunos chequeos físicos y químicos.

El químico se hace para determinar si existe algún tipo de bacteria. De ser positivo el resultado, el mismo estudio dirá qué producto se debe usar para eliminarla.

También se le hace el chequeo físico que tiene que ver con la turbiedad del agua, la suciedad y los residuos que pueda tener.

Cordero indica que en estos casos se usa el sulfato de aluminio; este separa el agua de cualquier componente extraño que pueda existir.

“Cada producto tiene su medida, para ello se hacen los análisis y dependiendo del resultado se usa la cantidad exacta”.

Cordero expresa que la recomendación que hacen los trabajadores es que siempre antes de consumir se hierva el agua.

“Hay personas por lo menos en la parroquia Cachamay que no lo hacían y salieron muchos enfermos a causa de la contaminación del agua”.

Mal funcionamiento

Algunos de los afectados creen que la razón de que el agua salga amarilla es el mal funcionamiento de las bombas o simplemente que no se está cumpliendo con el mantenimiento adecuado a los equipos que surten el servicio para toda la ciudad.

Gabriel García asevera que “el agua desde hace mucho tiempo llega sucia y tememos que nos podamos enfermar, sobre todo los niños”.

Ese temor es el mismo de Freddy Alvarado, quien señala que le preocupa enfermarse de los riñones debido al consumo de agua “sucia”.

En el caso de Estela Méndez, ella no percibe que en el agua en su casa salga de un color extraño; sin embargo, informa que en su lugar de trabajo sí es amarilla.

“Trabajo en Ciudad Alta Vista I y ahí el agua sí es sucia, siempre ha sido así”.

Vendedores de agua (Ángel García)

Las personas deben gastar en agua embotellada

Gastos en agua

El tema del agua no es solo las enfermedades que pueda causar, sino los gastos que genera en las personas que deben recurrir a comprar agua embotellada para no consumir la que sale por el chorro.

Los botellones de agua de 20 litros pueden tienen un valor de 300 bolívares en efectivo y 700 por transferencia, dependiendo del lugar en que se compre.
Otros optan por adquirir botellones de 250 litros y estos tiene un monto más elevado.

Keibert Sotillo afirma que uno de 250 litros cuesta 1.200 bolívares.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha resaltado la importancia de que las naciones puedan ofrecer a sus habitantes, agua potable de calidad.

En su comunicado ha dicho que “la salubridad y la calidad del agua son fundamentales para el desarrollo y el bienestar humanos. Proporcionar acceso a agua salubre es uno de los instrumentos más eficaces para promover la salud y reducir la pobreza”.

Como autoridad internacional en materia de salud pública y de calidad del agua, la OMS dirige los esfuerzos mundiales por prevenir la transmisión de enfermedades transmitidas por el agua.

“Con ese fin, promueve la adopción por los gobiernos de reglamentación sanitaria y trabaja con sus asociados para fomentar las prácticas de gestión de riesgos eficaces entre los proveedores de agua, las comunidades y los hogares”.

 

Denuncias

Eber Moreno, habitante de la Torre Cachamay, asegura que el agua en su edificio tiene un aspecto amarillento. Indica que no se atreve a consumirla por lo que opta por comprar botellones de agua potable.

Estela Méndez, reside en Villa Bahía, y afirma que el agua en su casa sale transparente pero aún así la hierve antes consumirla por temor a enfermarse.

Agrega que la cuando sale sucia es por falta de mantenimiento.

 

En la Urbanización Orinoco, el agua también sale amarilla según Gabriel García, habitante del lugar.

Denuncia que como consecuencia, muchas personas se han enfermado en su comunidad.

 

Freddy Alvarado vive en Trapichito y manifiesta que siempre han tenido problemas con el agua; no les llega.

Sin embargo, en las casas que sí llega, es sucia, incluso sale en algunas ocasiones con barro.

 

En Francisca Duarte no les llega el agua. Keibert Sotillo señala que desde hace años no tienen el servicio y por lo tanto se ven obligados a comprar agua embotellada.

“No llega el agua pero sí así fuera tampoco la consumiríamos”.

 

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