Economía anarquizada, hiperinflación galopante y descapitalización
Dirigentes gremiales del sector comercial y empresarial de Puerto Ordaz y San Félix presentaron un resumen del comportamiento económico en diferentes rubros, al cierre del primer trimestre del año. Según su análisis, el futuro no es nada prometedor para el sector, pues aseguran que se caracterizará por un avance en la hiperinflación y la descapitalización, ambas como consecuencias típicas del colapso en un sistema económico anarquizado y en resumen el cierre de negocios y empresas de pequeño y mediano tamaño.
“Bajo la improvisación y el miedo”
José Alfredo Olivo, líder gremial del sector, presidente de la Cámara de Comercio de Caroní y primer vicepresidente de Fedecámaras Bolívar, aseguró que una de las consecuencias más visibles de la improvisación bajo la cual está sometido el país, específicamente su sector comercial y empresarial, es la imposibilidad de reponer el inventario, lo cual se traduce en descapitalización.
“Cuando un comerciante invierte una determinada cantidad de capital, se supone que debe recuperar la inversión más la ganancia, pero cuando la hiperinflación es galopante, como ocurre aquí, lo que obtiene es una cantidad inferior incluso al capital que invirtió. Es un fenómeno recurrente en este tipo de crisis. Con ello, se hace imposible que pueda reponer su inventario; es decir, comprar e invertir nuevamente, pues se ha descapitalizado”.
Otro de los factores a los cuales se refirió Olivo es el temor y la falta de confianza en el Gobierno y en el sistema económico actual. “Todo el mundo tiene miedo de invertir. Si alguien tiene algunos ahorros o dispone de un determinado capital, no confía en colocarlo en el proceso productivo y si lo hace lo fija en un valor en otra divisa, como dólares americanos. Muy pocos en bolívares y eso sí, con un costo futuro”.
El dirigente gremial lo explicó de esta manera: “Si compramos un tornillo en 20 bolívares, su costo se fija en 40, ese es el costo futuro, de no hacerlo la hiperinflación se consumiría la inversión, quedando por debajo de su valor real en el mercado. Es por ello que se ha establecido como patrón el precio del dólar en la búsqueda de cubrir la inflación para cualquier actividad de tipo comercial”.
Con relación al uso de divisas para realizar todo tipo de acción de compra y venta de bienes o servicios, Olivo explicó que la economía en el país ha generado un efecto incomprensible en el costo de la vida. “Por ejemplo, con 100$ en Estados Unidos puedes comprar ciertos productos que al cambio, aquí ya no es suficiente. Esto produce un efecto inmediato en el comerciante local, quien entonces establece los precios, muy por encima de su valor real”.
Disminuyen los precios por falta de consumo
Explicó el empresario que durante este primer trimestre del año y aunque parezca incierto, algunos productos han bajado de precio como consecuencia de la disminución del consumo. “Si no hay quien consuma, porque no tiene dinero para comprar, el comerciante se ve obligado a bajar los precios. Eso ha ocurrido con la carne roja, actualmente se consigue en 11 mil bolívares y su tendencia es a que siga bajando. Si no hay poder de compra ni consumo, bajan los precios”.
Agregó que un efecto similar ha ocurrido en el rubro de aves. “En las granjas de pollo, la mercancía se ha acumulado, no ha salido, el consumo se estancó. Si las aves no son sacrificadas para venderlas, el comerciante debe seguir alimentándolas lo cual sale muy costoso, por lo que prefiere bajar el precio y venderlas.
Cambio político como solución
Para Olivo, avanzar en un cambio en el país desde el punto de vista político, será lo que produzca la posibilidad de devolverle la estabilidad a la economía, mientras tanto solo augura el cierre de más comercios ante la incapacidad de resistir la hiperinflación y el embate de la crisis.
“Para quienes pagan alquiler en los locales será cuesta arriba porque las ventas están por el suelo, están descapitalizados, no cuentan con el factor crédito, ni por parte de los proveedores ni por las entidades bancarias, no tienen pulmón financiero, quien tiene algo de dinero tiene miedo de invertirlo porque no hay confianza en el país. El tema de la falta de efectivo también afecta, ya no quieren ni recibir los billetes de 50 bolívares, la inseguridad en las carreteras es muy elevada y al menos aquí en el estado Bolívar, la economía parece estar regida por el oro y su venta para adquirir divisas o dinero en efectivo”.
En San Félix el comercio está colapsado
José Guevara, dirigente gremial de Asocomercio San Félix, coincide en lo expuesto anteriormente y agrega otros aspectos de mucha importancia como lo son la falta de efectivo y el colapso del servicio de Internet y líneas telefónicas.
“Los puntos de venta no funcionan, ni los inalámbricos ni los convencionales. El Internet tampoco o lo hace de manera muy deficiente, esto afecta al comercio de manera directa, pues la gente no cuenta con suficiente dinero en efectivo para comprar y requiere de otros mecanismos de pago”.
Para Guevara esto ha ocasionado que la economía y el comercio formal se hayan contraído y paralizado en algunos sectores, unido también a la crisis del servicio eléctrico, que según su opinión es innegable el grave daño que ha representado para el sector.
“A pesar de que en el estado Bolívar los altos y bajos de la corriente eléctrica no han sido tan extremos como en otras zonas del país, igual hemos recibido reportes de daños en equipos de refrigeración del sector comercio en San Félix, así como pérdida de mercancía y productos perecederos. El efecto se ha percibido inclusive en el sector informal”.
Considera el representante de Asocomercio, que actualmente se habla que la actividad comercial en esta zona de la ciudad ha disminuido de 30% al 15% nada más, sobre todo la relacionada con el rubro de ropa y calzado.
“Lo que aún sigue batallando es el comercio de la comida y los artículos de primera necesidad. Por ello, ahora es tan común observar que en negocios donde tradicionalmente se vendía mercancía seca, ahora venden alimentos”.
Para Guevara lo que ocurre es que el comerciante intenta reinventarse dentro de la crisis, en una realidad económica en la cual la cesta básica supera los 2 millones de bolívares con un salario mínimo de 18 mil al mes.
Pérdidas de hasta un 90%
Confirmó Guevara que como consecuencia de la realidad económica que considera es la predominante en el país, se contabilizaron pérdidas de hasta un 90% sobre todo en los negocios donde se expenden productos perecederos.
“Actualmente los comerciantes están más precavidos porque no consideran que la situación del servicio eléctrico esté resuelta, por lo que decidieron disminuir aún más la cantidad de mercancía que mantienen en depósito. Esto puede ocasionar que aumente la escasez, pues por la incertidumbre el inventario es aún menor”.
Por si fuera poco la inseguridad
Otro de los aspectos considerados por Guevara es el tema de la inseguridad en las zonas comerciales. Asegura que hasta 95% de los negocios tienen varios mecanismos para evitar robos, lo que de alguna manera los protege.
“De lo que sí estamos a merced es de los colectivos. Ellos se han adueñado hasta de las estaciones de servicio”.
Por ello, Guevara hizo un llamado a las autoridades.
“En medio del acontecer político, la incertidumbre, las sanciones internacionales y el miedo, esto se resuelve bajo un clima de diálogo. No hay entendimiento entre las partes, hay intransigencia. Estamos ante un país cuya riqueza no se traduce en calidad de vida de su gente”.
Estimaciones nacionales
Según estimaciones de especialistas, la hiperinflación podría cerrar 2019 por encima de 8,4 millones por ciento y la contracción esperada del PIB de 21,8% para 2019, lo que implica una caída acumulada de 60,5% desde 2013, contracción comparable solo con conflictos bélicos en la historia económica del mundo.
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