Salario y utilidades de guayaneses apenas alcanza para alimentos

Para los guayaneses el salario mensual y las utilidades se convirtieron en una cantidad que apenas alcanza para los gastos básicos del hogar, ante la pérdida del poder adquisitivo.

Luis, cuyo nombre real fue cambiado por petición del declarante, resaltó que las utilidades percibidas como trabajador de una de las empresas básicas de Guayana fue “sal y agua”, sin mayor diferencia entre lo recibido en la quincena.

“Pagaron después de la quincena, cuando ya el trabajador no tenía dinero en las cuentas, así que no tuvo de otra que resolver con eso. El pago se fue en deudas y comida”, relató.

El pago de las utilidades lo dividieron en cuatro partes. Para el tercero, el dólar paralelo pasaba la barrera del millón de bolívares; y una vez más fue cancelado aparte de la quincena.

“Cada vez haces menos con la misma cantidad de bolívares. Alcanza para muy poco, resolver temas de comida que es por lo cual día a día nos levantamos a trabajar”, comentó.

Recordó que hace cinco años esperaban las utilidades en su hogar para comprar enseres o pasar una semana en cualquier destino nacional, dependiendo de las necesidades familiares.

“Con las utilidades se podía viajar. Nos íbamos por cuatro días y cinco noches a Mochima o Margarita. Dependiendo de lo que hiciera falta en casa se compraban electrodomésticos o corotos en general. Ahorita es comida”, añadió.

Desvalorización del trabajo

Fidel Hernández, presidente del Colegio de Economistas de Bolívar, explicó que la pérdida del poder adquisitivo es una consecuencia de la desvalorización del trabajo de los venezolanos.

“Cuando desarrollamos nuestras capacidades, en alguna labor o de forma intelectual, y no recibimos a cambio suficiente para satisfacer las necesidades básicas, es un factor desvalorizado y lleva a la pérdida del poder adquisitivo”, indicó.

El economista apuntó que recuperar el poder adquisitivo no es un trabajo fácil, sino que lleva tiempo. “Mañana le pueden aumentar el 200 % del salario y queda igual de pobre que antes”, agregó.

Para Hernández, remunerar el trabajo implica aplicar otra unidad de valor que no sea el bolívar como moneda.

“Cualquier cosa valorada en bolívares siempre está por debajo del valor real, hasta el trabajo. La consecuencia es la pérdida del poder adquisitivo, la persona recibe su salario y con eso son muy pocos los productos y servicios que puede pagar”, resaltó.

Sobre las utilidades, el presidente del Colegio de Economistas acotó que es un “ingreso extraordinario para las personas”, quienes intentan satisfacer necesidades que no podían cubrir antes pero que ahora no alcanza para mucho.

“No nos faltaba nada”

Un salario alcanzaba para sostener a una familia de cinco miembros, así lo contó otro trabajador de empresa básica que reside en San Félix, quien también prefirió mantenerse anónimo.

Reveló que no solo las utilidades sino el salario mensual alcanzaba para salir de viaje entre tres y cuatro veces al año, hacer reparaciones en la casa y hasta celebrar fiestas en el hogar.

“En la casa teníamos un congelador lleno de carne y pollo, siempre estaba lleno. De comida se compraban tres cosas de cada producto: cereales, dulces, cosas de higiene personal, cuidado del cuerpo. Salíamos bastante, nos reuníamos, todo dependía del mes y la situación”, expresó.

El trabajador indicó que con el cobro de las utilidades pintaba toda la casa, compraban ropa para toda la familia. En una ocasión pudo comprarse carro y un terreno para construir una casa en Puerto Ordaz.

“La situación empezó a empeorar entre el año 2015 y 2016, las cosas estaban más complicadas, se empezó a notar la diferencia. Antes viajábamos hasta cuatro veces al año y esa vez solo viajamos una. Ya no viajamos”, lamentó.

Con su salario actual, confesó que solo compra algunos rubros de la canasta básica, como harina, arroz y pocas proteínas. “Antes vivíamos tranquilos, mantenía a cinco, no era fácil, pero vivíamos bien, no nos faltaba nada, estábamos cómodos”, dijo.

Emprendimientos

Hernández afirmó que los venezolanos no pueden subsistir si no tienen más de un trabajo, comprometiendo más cantidad de tiempo para cumplir con las necesidades básicas de su familia.

Aseguró que la mayoría de las personas recurre a recursos propios, parte de sus salarios o ahorros, para invertir y tener ganancias, ante la ausencia de accesos a créditos bancarios.

El economista explicó que son más comunes los emprendimientos, porque los ciudadanos buscan convertir cualquier cosa en una actividad lucrativa, realizar varios trabajos para tratar de obtener moneda extranjera.

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