Preocupación por tendencia económica

El dirigente empresarial y presidente del Consejo Consultivo de la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Centro de Puerto Ordaz (Acec Pzo), Yorman Hernández, expresó la preocupación del sector comercial de Ciudad Guayana porque la crisis económica “pareciera sentenciar a muerte a los comercios formales”.

Destacó que la movilidad desde el comercio formal al informal es creciente y que muchos comercios han cerrado sus santamarías y prefieren vender por Internet.

Indicó que las consecuencias de este fenómeno son múltiples, resaltando que un comercio que cierra o que se vuelve informal no podrá garantizar productos, bienes y servicios de la forma adecuada, habitual, “con todo en orden”.

También destacó el impacto que esto tiene sobre el número de desempleados. Hernández manifestó que por muy pequeño que sea el negocio, al cerrar dejará a sus empleados directos e indirectos sin una fuente de ingresos.

Asimismo, comentó que el municipio pierde ya que no percibirá impuestos y que el Impuesto Sobre la Renta también se verá afectado.

“En el municipio llegamos a tener alrededor de 48 mil comercios, hoy habría que revisar pero estimamos que al menos 45 % de los comercios formales y establecidos, han cerrado”.

Impacto en la rotación de inventarios

El dirigente empresarial aseveró por otro lado que la dinámica económica en materia hiperinflecionaria afecta la rotación de inventarios.

Esto se debe a la devaluación de la moneda, pues los pagos que se hagan por transferencia o mediante el punto de venta, son montos devaluados que no permiten que el comerciante pueda renovar la mercancía.

Comentó que con un dólar oficial en más de 22 mil bolívares y en aumento, es posible que ya a finales de semana esté en 30 mil, lo que deja al sector de manos atadas.

Hernández indicó que con esos aumentos es casi imposible rotar el inventario y que es más difícil también importar por el control cambiario y las pocas divisas que hay en el mercado.

Ante esto, expresó que el gobierno debe preocuparse por la estabilidad de la dinámica comercial y más en el último trimestre del año, que es cuando hay más desembolsos por la cancelación de utilidades y bonos con dinero que no tiene respaldo.

“El empresario que queda está asumiendo el riesgo de comprar los productos y no tiene un control de su presupuesto”.

Destacó que el sector comercio está subsistiendo pese a no ver que el Gobierno tome medidas antiinflacionarias, políticas para reformar el sistema cambiario o la disposición de eliminar la ley de control de precios que tanto perjudica a los comercios.

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