Guayaneses salen a comer postres “solo de vez en cuando”
Comer postres luego de la comida, era una costumbre de los guayaneses, sin embargo, actualmente aseguran que solo es posible hacerlo “de vez en cuando”.
Las opciones de lugares son varias, pero el poder adquisitivo de los consumidores no es suficiente para darse este tipo de gustos tan a menudo.
Algunos dulces como palmeras tienen precios que rondan los $ 2,5, las milhojas en $ 4.5, las bombas en $ 3 y las porciones de tortas van desde los $ 2 y alcanzan los $ 8, dependiendo de su sabor y tamaño.
Otros como las marquesas y las malteadas se consiguen entre cuatro y cinco dólares, mientras que los pies y tartaletas de manzana oscilan entre los $ 2 y $ 2.5.
Daniel Rodríguez, como encargado de una heladería, describe que el movimiento tiende a ser mayor cuando llega el pago de la quincena.
“La venta regular está entre barquilla y sundae, que es lo más barato”, comenta. Los precios van entre 1.5 y 2.5 dólares, respectivamente.
Esfuerzo para comer postres
Los clientes consultados señalan que cuando tienen la oportunidad, optan por alternativas de postres de calidad a precios asequibles.
“Antes la gente iba más a comer un cafecito o un dulcito, pero ahora no (…) están vacíos los cafés y eso quiere decir que la cosa no está muy buena”, afirman.
Por su parte, las madres describen que deben hacer un gran esfuerzo mayor cuando sus hijos “piden un helado”.
“Tengo dos niñas. Primero saco a una y luego voy con la otra porque no puedo comprarle a las dos al mismo tiempo”, indican.
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